Gandhi nace en Porbandar (India) en 1869 y era hijo del primer ministro de dicha localidad perteneciente a la casta de los vaisias, suceso que será muy condicionante en la vida de Gandhi. A los 18 años, Gandhi viaja a Londres para estudiar Derecho en la universidad. Esto supone para Gandhi un auténtico cambio de mentalidad, ya que le permitió impregnarse de la cultura occidental y de la forma de pensar de los ingleses, totalmente distinta de una cultura oriental de donde él procedía. Otro de los hechos determinantes de la personalidad de Gandhi va a ser su estancia en Sudáfrica, también bajo dominio británico, donde existía una pequeña colonia de indios. Con motivo del Acta Negra, una ley propuesta por el gobierno británico que restringía los derechos políticos de los indios, se celebró una reunión el 11 de septiembre de 1906 en la que Gandhi participó con un discurso en el que se manifestaba en contra de esta ley. Fue en este contexto donde surgió el movimiento que Gandhi acuñaría con el concepto de “resistencia pasiva” y que pronto cambiaría por la palabra hindú Satyagraha (que significa “verdad por una buena causa”), por la confusión que planteaba la primera. Junto al término Satyagraha, también definió los conceptos de la confrontación no violenta y la desobediencia civil como métodos de presión pacíficos contra el dominio británico. Durante Satyagraha de la sal, campaña liderada por Gandhi para abolir el impuesto británico sobre la sal, animaba a sus seguidores a coger la sal en sus puños y cuestionar así las leyes británicas. Gandhi no contó desde un principio con el apoyo de toda la población india, es más, el propio Tagore, se mostró crítico con las campañas de no cooperación de Gandhi, antes de que acuñara el sobrenombre de Mahatma (gran alma) Gandhi.
Gandhi era un gran orador y una persona de enorme nivel cultural, había estudiado en la Universidad de Londres donde había aprehendido aspectos de la cultura occidental que posteriormente usaría en sus discursos, en los que tachaba a la civilización inglesa de inmoral, como una civilización presa de vicios (como el materialismo) que estaban contaminando a la civilización india. Gandhi apostaba por recuperar el antiguo pasado glorioso de la india y su moralidad y, para ello, rechazó cualquier forma de expresión inglesa: se consideraba enemigo de la civilización inglesa, que había ocupado su país e impedía que los indios se expresaran como nación. Ghandi invitaba a los indios a hablar en su auténtico idioma, el hindi, y no el inglés, que era la lengua extranjera y por culpa de la cual se había empobrecido el hindi. Consideraba que los indios habían dejado de lado su idioma hasta tal punto, que llegó un momento que hasta les resultaba difícil expresar un pensamiento tanto en hindi como en el resto de los idiomas regionales.
El hábito común de los indios era el de enhebrar ropa, cuando llegaron los ingleses introdujeron las grandes fábricas mecanizadas de tejido de ropa; Ghandi invitaba a los indios a que abandonaran estas formas de producción inglesas y recuperaran la vieja tradición india de hacer sus propias ropas a mano. El khadi era la ropa hilada y tejida a mano siguiendo los métodos tradicionales de la India rural, anteriores a la producción industrial inglesa. El khadi era un símbolo económico muy importante y de gran connotación para Gandhi en el marco de la lucha por la independencia y la recuperación moral y económica de la india, hasta el punto de que se convirtió en un tema recurrente en sus discursos (llegó a decir que “el que fuera abogado, dejará su profesión y se dedicará al hilado a mano”). Un ejemplo de hasta dónde llegaba la mentalidad de Gandhi con respecto a esta cuestión es la siguiente: con motivo de la Satyagraha de la sal, Gandhi rogaba que durante la peregrinación al templo de swaraj, los peregrinos fueran vestidos con ropas khadi. Aquellos que vinieran vestidos con ropas extranjeras, serían perseguidos por voluntarios que se arrodillarían ante ellos y solicitarían que se vistieran con kadi. Gandhi decía que si los peregrinos vestidos con ropas extranjeras se sentían ofendidos por esta acción y pegaban a estos voluntarios, ellos se dejarían abofetear. Es una situación llevada al extremo de lo contrario que era Gandhi a cualquier tipo de violencia.
La mentalidad de Gandhi le impedía concebirse como un líder, según sus propias palabras “no es bueno para nosotros adorar a una persona. Sólo un ideal o un principio pueden ser adorados”, Gandhi siempre rechazó que le consideraran un líder incluso llegó a rehusar el título de Mahatma Gandhi, que le diera en su momento Tagore. Lo que Gandhi trataba de conseguir es que sus seguidores se aferraran a las ideas, que buscaran la verdad y no un líder al que seguir, que pensaran por ellos mismos. Por esto, Gandhi consideraba que aunque detuvieran a todos los líderes del movimiento Satyagraha, no debería implicar ningún cambio, ya que el movimiento era de todos, no necesitaba un líder.
Gandhi supuso una nueva forma de hacer las cosas, consiguió la independencia de la India sin necesidad de desatar una guerra y a través de la no violencia y la resistencia pasiva, razones por las cuales Gandhi llegó a estar encarcelado en repetidas ocasiones y el gobierno británico le llevó a juicio otras tantas por corromper el orden establecido (de hecho, llegó a hacer constar de la injusticia que había en los juicios ingleses). En definitiva, Gandhi era sinónimo de respeto entre religiones, lucha por la igualdad de razas y clases, defensor de los derechos de la mujer y la libertad.
Tomado de: Gandhi, Mohandas (2010): Gandhi, Ediciones Sequitur
El hábito común de los indios era el de enhebrar ropa, cuando llegaron los ingleses introdujeron las grandes fábricas mecanizadas de tejido de ropa; Ghandi invitaba a los indios a que abandonaran estas formas de producción inglesas y recuperaran la vieja tradición india de hacer sus propias ropas a mano. El khadi era la ropa hilada y tejida a mano siguiendo los métodos tradicionales de la India rural, anteriores a la producción industrial inglesa. El khadi era un símbolo económico muy importante y de gran connotación para Gandhi en el marco de la lucha por la independencia y la recuperación moral y económica de la india, hasta el punto de que se convirtió en un tema recurrente en sus discursos (llegó a decir que “el que fuera abogado, dejará su profesión y se dedicará al hilado a mano”). Un ejemplo de hasta dónde llegaba la mentalidad de Gandhi con respecto a esta cuestión es la siguiente: con motivo de la Satyagraha de la sal, Gandhi rogaba que durante la peregrinación al templo de swaraj, los peregrinos fueran vestidos con ropas khadi. Aquellos que vinieran vestidos con ropas extranjeras, serían perseguidos por voluntarios que se arrodillarían ante ellos y solicitarían que se vistieran con kadi. Gandhi decía que si los peregrinos vestidos con ropas extranjeras se sentían ofendidos por esta acción y pegaban a estos voluntarios, ellos se dejarían abofetear. Es una situación llevada al extremo de lo contrario que era Gandhi a cualquier tipo de violencia.
La mentalidad de Gandhi le impedía concebirse como un líder, según sus propias palabras “no es bueno para nosotros adorar a una persona. Sólo un ideal o un principio pueden ser adorados”, Gandhi siempre rechazó que le consideraran un líder incluso llegó a rehusar el título de Mahatma Gandhi, que le diera en su momento Tagore. Lo que Gandhi trataba de conseguir es que sus seguidores se aferraran a las ideas, que buscaran la verdad y no un líder al que seguir, que pensaran por ellos mismos. Por esto, Gandhi consideraba que aunque detuvieran a todos los líderes del movimiento Satyagraha, no debería implicar ningún cambio, ya que el movimiento era de todos, no necesitaba un líder.
Gandhi supuso una nueva forma de hacer las cosas, consiguió la independencia de la India sin necesidad de desatar una guerra y a través de la no violencia y la resistencia pasiva, razones por las cuales Gandhi llegó a estar encarcelado en repetidas ocasiones y el gobierno británico le llevó a juicio otras tantas por corromper el orden establecido (de hecho, llegó a hacer constar de la injusticia que había en los juicios ingleses). En definitiva, Gandhi era sinónimo de respeto entre religiones, lucha por la igualdad de razas y clases, defensor de los derechos de la mujer y la libertad.
Tomado de: Gandhi, Mohandas (2010): Gandhi, Ediciones Sequitur
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