Existen una serie de herramientas para medir la conducta. Las técnicas para medir las respuestas condicionadas clásicamente son iguales a las técnicas usadas para medir los reflejos incondicionados. El problema de la medición en el condicionamiento instrumental no es el de descubrir la respuesta ante un estímulo, sino de inventar un aparato que sea sensible a los cambios que se producen en la conducta del organismo, ya que las respuestas del condicionamiento instrumental dependen del entorno. Pero hay que tener en cuenta que los experimentos se realizan en el laboratorio y que el entorno es creado por el experimentador, que restringe las variables para mayor comodidad del estudio. Los métodos de medida que Rachlin explica son los más comunes, pero no por ello los únicos y los más infalibles.
La latencia de una conducta es el tiempo que transcurre entre algún estímulo y la ocurrencia de la conducta. La latencia de una respuesta instrumental dependerá de las condiciones del sujeto y del reforzamiento que se le otorgue. Se trata de una variable dependiente muy utilizada en los experimentos de condicionamiento instrumental. Fue la medida de aprendizaje usada por Thorndike en sus experimentos de cajas-problema.
Las cajas-problema son cajas constituidas por laberintos que el animal debe resolver. Una variante de la caja de Thorndike es la caja lanzadera ideada por Miller y por Mowrer. Se trata de una caja con una barrera en el centro que divide la caja en dos plataformas. El animal debe saltar de un lado al otro de la caja. Para ello, el experimentador coloca en uno de los lados la comida y en el otro al animal; o bien, le aplica una descarga eléctrica al animal para que salte al otro lado. La caja lanzadera tiene la ventaja sobre la clásica caja-problema de que el experimentador evita tener que coger al animal, hecho que puede llegar a influir en su conducta. Otra tipo de caja-problema es la caja de palanca o caja de Skinner, inventada por B.F. Skinner. En esta caja, el animal debe presionar una palanca para escapar de la descarga. La ventaja de la caja de Skinner es que la respuesta se llega a producir antes que en una caja lanzadera. La caja de Skinner se usa frecuentemente para estudiar la latencia y las tasas de respuestas.
La tasa de la respuesta es el número de veces que se repite una determinada conducta cuando se le presenta al organismo un estímulo. La tasa de respuesta va a depender de la situación interna propia del organismo. Para medir la tasa de respuesta en el laboratorio se puede medir la velocidad con la que un organismo va de un punto a otro. Para ello, existen dos instrumentos: el corredor recto y la rueda de actividad. El corredor recto es un corredor con una caja en cada uno de sus extremos. El animal (pensemos en una rata) corre de una caja a la otra, midiéndose la tasa de respuesta (la velocidad, en este caso) según interrumpe los haces de luz de una serie de células fotoeléctricas. Este instrumento es muy útil para medir la velocidad con la que un animal corre hacia una meta o escapa de un estímulo doloroso. La rueda de actividad sirve para medir la velocidad de un animal durante prolongados períodos de tiempo y constituye un recorrido infinito. La velocidad se puede medir fácilmente a través de las revoluciones de la rueda.
La elección se trata de una medida de razón más que de valores absolutos y utiliza los siguientes instrumentos: el laberinto de Small y la plataforma de salto de Lashley. El laberinto de Small fue el primero en incorporar el principio de elección y sirvió de base para crear otros laberintos. Un ejemplo sería el laberinto T: un corredor en forma de T que el animal (una rata) debe recorrer hasta llegar a la cruz de la T, donde el corredor se bifurca en otros dos corredores, uno a la derecha y otro a la izquierda, y donde el animal debe elegir hacia qué lado ir. Este es el punto de elección y el experimentador proporciona una clave al animal (una flecha roja indicando el camino incorrecto y otra verde indicando el correcto). Al final de cada bifurcación hay una caja-meta donde la rata puede ser castigada (si ha escogido el corredor de la flecha roja) o recompensada (si ha escogido el corredor de la flecha verde). La labor del experimentador será la de averiguar cuánto tardará la rata en aprender que la flecha verde indica el corredor que accede a la caja-meta donde se recompensa. El tipo de dato psicológico que se obtiene con el laberinto T se denomina razón de conducta, ya que mide la conducta A en relación con la conducta B. La razón de conducta es el porcentaje de ensayos en que el animal va bien a un lado, bien al otro.
Se puede dar una combinación: una caja de Skinner con dos palancas, una que proporcione comida cuando se presiona, y otra que haga caer agua sobre el animal. De este modo podemos medir la tasa de respuesta (el número de veces que el animal presione una de las palancas) y la elección (la decisión de presionar una de las dos palancas que proporcione al animal una recompensa).
La plataforma de salto de Lashley, ideada por Karl Lashley, consiste en una plataforma enfrente de la cual se encuentra una pared vertical en la que se insertan dos trampillas, en cada una de ellas había un dibujo distinto. La cuestión era colocar en esa plataforma a una rata que, si saltaba a la trampilla correcta, se le proporcionaba comida; si saltaba a la incorrecta, ésta no le daba el paso y la rata caía en una red. De este modo, la rata aprendía a discriminar entre dos estímulos dados, rayas verticales pintadas en una de las trampillas o rayas horizontales pintadas en la otra. Este instrumento tiene la ventaja de que, al presentarse la recompensa o el castigo de forma inmediata a la elección de la rata, resulta más eficaz que el laberinto en forma de T, en la que hay que esperar a que la rata entre en la caja-meta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario