domingo, 19 de abril de 2015

¿Por qué el Ave María a 4 voces no es de Victoria?

Seguramente, los amantes de la música coral y la polifonía española conozcan este Ave María a 4 voces presuntamente compuesto por Tomás Luis de Victoria. No obstante, aunque la pieza es de una belleza enorme, no fue compuesta por el abulense. Sin pretender hacer un examen exhaustivo, explicaré algunos detalles poco habituales en la obra de Victoria y que inclinan a pensar que es una obra apócrifa.

- El primer dato importante a tener en cuenta es la fórmula de entonación que da inicio a la obra. Esta entonación gregoriana aparece en repetidas ocasiones en muchas piezas gregorianas. No entra dentro del estilo de Victoria el usar este tipo de entonaciones.

- En música, tenemos que distinguir entre el acento melódico y el acento rítmico. En la polifonía hay dos tipos de tempos: los binarios y los ternarios. El ternario afecta al ritmo de la palabra y esto se nota muy bien en el texto "Sancta Maria, mater dei". En el Ave María atribuido a Victoria, el acento de "mater dei" recae en la i, de tal forma que suena como "mater deí", puesto que la letra i cae sobre el primer pulso del 3/4, que es fuerte. Esto nunca lo hubiese hecho Victoria. Para los teóricos, la última parte del ternario también es acentuado. Si comparamos este Ave María a 4 voces con el Ave María a 8 voces podemos comprobar que Victoria sí que tiene cuidado con el acento. El cambio de tempo a ternario del final sería poco habitual en la obra de Victoria.



- La repetición del texto "ora pro nobis" parece estar fuera de estilo.

- Por otro lado, como el abulense publicó toda su obra a lo largo de su vida, lo que no esté impreso por él, como es el caso de este Ave María, lo más seguro es que no estuviese compuesto por él. La obra se encontró en una recopilación hecha por Karl Proske de varios compositores.

Algunas páginas web que podéis consultar sobre la autoría de esta obra:

http://www.diariovasco.com/20071216/opinion/torno-maria-20071216.html
http://coroclaustrumarmonicum.com/document_part/%28victoria%29%20ave%20maria,%20documentac.pdf

jueves, 16 de abril de 2015

¿Cómo construir un estenoscopio?

Para los que no sepan lo que es un estenoscopio, lo explicaré de una forma sencilla y sin demasiadas fiorituras: se trata de una cámara oscura donde se reflejan los rayos y donde se forman imágenes. El estenoscopio resume el proceso de visión del ojo humano y nos permite comprender cómo funciona la imagen fotográfica. Aunque tampoco es necesario construirse un estenoscopio para esto. Probemos a hacer un experimento. Cojamos un objetivo de cualquier cámara DSLR (tipo Canon o Nikon) y direccionémoslo de tal forma que mire hacia una ventana de nuestra habitación por la que entre el sol. Detrás del objetivo colocaremos una hoja de papel o incluso la palma de nuestra mano extendida. Podréis observar cómo se proyecta en ella la imagen invertida del paisaje que se ve a través de nuestra ventana (atención, esto sólo pasará si la ventana está bien iluminada. Probad a hacerlo por la mañana o por la tarde, cuando los rayos del sol colman de luz vuestras ventanas.) Ahora bien, para que esta imagen se conserve, necesitaríamos un material fotosensible (como es el sensor de la cámara).

Vale, ahora pasemos al objeto de nuestra entrada: construir un estenoscopio. Podemos seguir las instrucciones que nos da Michael Langford en su libro Fotografía básica:

Fabríquese un estenoscopio con un trozo de cartulina. En un extremo colóquese un trozo de papel de aluminio y un disco de papel vegetal justo a la mitad del tubo. Perfórese el papel con una aguja gruesa. Desde la sombra examínese la imagen que se divisa a través de una ventana o un paísaje exterior muy iluminado. Varíese el tamaño del orificio y la distancia del papel vegetal. ¿Qué cambios de imagen se producen?

Yo particularmente lo hice de otra forma:

- Cogí dos rollos de papel higiénico usados.

- En uno de ellos forré uno de sus lados con papel de seda, mientras que el otro lado lo cubrí con cartulina y le hice un agujero. Langford dice de usar papel vegetal, pero creo que valdrá cualquier papel que sea mínimamente translúcido. En mi caso usé papel de seda en sustitución del papel vegetal porque es lo que tenía más a mano por casa.

- Una vez forrados ambos lados del rollo usado de papel higiénico, ensamblé el segundo rollo por el lado forrado de papel de seda y de tal forma que el interior quedara totalmente a oscuras. El resultado es una especie de catalejo.

Una vez terminado, viene lo divertido: comprobar si funciona. Es sencillo. Haremos como con el objetivo: el lado del estenoscopio con el agujero hecho con la aguja lo direccionamos hacia una ventana bien iluminada, mientras que el otro lado observaremos la imagen que se forma en el papel de seda.

Para terminar, responderé a la pregunta que Langford formula en su libro. Hay que tener en cuenta que el estenoscopio es una especia de cámara rústica en la que el agujero es el diafragma y la distancia al papel vegetal es el distancia focal. 
- Si aumentamos la abertura del orificio, es como si abriéramos el diafragma de una cámara réflex, lo que implica una mayor entrada de luz y entre otras cosas la imagen se verá más desenfocada.
- Si añadimos más rollos (es decir, si convertimos nuestro estenoscopio en un teleobjetivo), el tallaje del plano se irá reduciendo y si quitamos los rollos (o en otras palabras, si lo convertimos en un angular), el tallaje aumenta.

Bibliografía
LANGFORD, Michael: Fotografía básica, Ediciones Omega, Barcelona, pág. 37

miércoles, 8 de abril de 2015

El cambio de plano de "La soga"

No hay nada más poderoso en el cine que el rostro humano, Hitchcock lo sabía muy bien y lo utilizaba con maestría. Doy por sentado que todos conocemos La soga (y quien no, le invito fervientemente a que la vea), la película de Alfred Hitchcock rodada en plano secuencia o por lo menos esa fue la intención que en un principio tenía el director, puesto que las limitaciones técnicas de la época le impedían grabar más de 10 minutos por rollo. Sin embargo, Hitchcock supo muy bien cómo solventar este impedimento acercando la cámara a las espaldas de los personajes para hacer transiciones suaves entre rollo y rollo. No obstante, no todos los cortes con los que cuenta la película (10 en total que podéis ver aquí) son así: tres de ellos son cortes bruscos, cambios de plano en toda regla. En una película que pretende estar grabada en plano continuo, introducir un corte de este tipo cobra una relevancia enorme, por el significado que adquiere. De estos tres cortes, solo me interesa uno de ellos: el de James Stewart, el que se ve en el minuto 32:59 de la película. Explico la situación en la que se encuentran en ese momento los personajes: Brandon, le está explicando sus invitados que Philip tenía una habilidad especial para estrangular gallinas; mientras tanto Philip, responsable de estrangular a David, se va mostrando cada vez más nervioso hasta que al final estalla diciendo que eso es mentira. Acto seguido cambiamos a un plano de James Stewart (Rupert) mirándolo con cara de preocupación. ¿Qué implica este cambio tan brusco? Muchas cosas. Hitchcock, que hizo todo lo posible a pesar de las trabas técnicas para que la película pareciera estar rodada en plano secuencia, no tiene ningún reparo en hacer aquí un corte. La razón es sencilla: lo necesita. Necesita hacer saber al espectador que James Stewart se ha dado cuenta de que algo pasa en ese salón y la única manera es con ese cambio de plano. Es como si Hitchcock nos estuviera diciendo con la cámara "mirad, James Stewart sospecha algo". Esto es una muestra de lo que puede ofrecer el cine y es un ejemplo de lo que el cine puede aportar en su discurso narrativo con diferencia a la obra de teatro.