domingo, 4 de octubre de 2015

La influencia de los compositores del siglo XIX y XX en los compositores de bandas sonoras

Son muchos los compositores de bandas sonoras que introdujeron en su música elementos que los compositores de la música culta (por llamarla de alguna manera) ya habían planteado en sus obras. Puede que el que más referencias a la música culta (repito, por llamarla de alguna manera) haya hecho sea John Williams. Ahora veremos unos ejemplos:

Todos conoceremos la famosísima melodía de la Marcha imperial que apareció por primera vez en la segunda parte de la trilogía original de Star Wars: El imperio contraataca. No obstante, los acordes principales que dan esa atmósfera tan oscura fueron prestados de las cuatro últimas canciones de Richard Strauss, concretamente de la primera de ellas. Escuchémosla:

El enlace de acordes del principio (do menor- lab menor) es el mismo que nos encontramos en la marcha imperial.


Aunque la marcha imperial la podemos escuchar calcada en la ópera de Wagner El oro del Rin, concretamente en la escena tercera, en el momento en el que Alberich recoge la malla que su hermano Mime ha forjado.


Siguiendo con el universo Star Wars: John Williams también buscó inspiración en la música de Stravinsky para crear el mundo sonoro de la saga. De tal forma que para definir musicalmente a los Moradores de las Arenas se inspiró en La consagración de la primavera. Es imposible evitar pensar en la música de Stravinsky al escuchar esto, especialmente a partir del segundo 30:


A mí personalmente me evoca la parte final del ballet de Stravinsky, la danza del sacrificio, que podéis escuchar a partir del minuto 2:44.

Sin salir del universo Star Wars, hay que mencionar también el hecho de la cita de John Williams a la propia música de cine. Concretamente, en la escena de Una nueva esperanza en la que el Halcón Milenario es atrapado por la Estrella de la Muerte y Luke, Han, Chewacca (¿se escribe así?) y Obi-Wan se esconden dentro de una de las plataforma del suelo de la nave, se escuchan los tres acordes que dan fin a la película Psicosis compuestos por Bernard Herrmann (los que se escuchan en el minuto 1:30 del vídeo de abajo).


Sigamos con John Williams, pero cambiamos de película. Esta vez Superman. El motivo del vuelo tiene rasgos que se asemejan con Muerte y transfiguración de Richard Strauss.




Ahora cambiemos un poco de compositor y de película. Vayamos a otro de los grandes blockbusters: El señor de los Anillos. El tema principal de la película, y me refiero al que suena más épico (el que empieza cerca del minuto 6:16 del vídeo de abajo), no al tema del anillo que se oye al principio de la película, recibe influencia de Bruckner, concretamente de la Sinfonía nº 9. El enlace de acordes en ambos casos es de un primer grado que va a un tercero del menor (I-IIIm)


Ahora escuchemos la Sinfonía de Bruckner y comparémosla con la música de Shore. La parte concreta a la que me refiero está en el minuto 66, ya casi al final. Si escuchamos los dos primeros acordes de ese fragmento, casi podremos tararear la melodía de El señor de los anillos.


Volvemos a Williams, pero de nuevo con una película diferente: Indiana Jones en el templo maldito. En este caso recibe influencia de Wagner por un enlace de acordes típico en él: el VII del frigio que va a un I. Si escuchamos la BSO de la película desde el minuto 00:58 del vídeo de abajo y lo comparamos con el final de Walküre veremos que no están tan lejos el uno del otro.

Para el que no tenga ganas de escucharse la ópera entera de Wagner (casi 4 horas de música, y eso que es solo una parte de la tetralogía), podéis escuchar el final aquí. Concretamente, el pasaje que Williams toma para Indiana Jones está en el minuto 14:08, que coincide con el momento de pase de página del director.



La influencia de los compositores "clásicos" se sigue notando en los compositores de bandas sonoras más modernos. Si escuchamos el 4 movimientos del concierto para piano nº 2 de Brahms percibiremos ciertas semejanzas con una de las canciones más populares de Pesadilla antes de Navidad de Danny Elfman.