sábado, 16 de mayo de 2015

La banda sonora de Vértigo. La música como elemento para configurar una película

La música no necesita para nada al cine, pero el cine sí que necesita de la música. Una buena banda sonora ayuda a configurar y codificar los  elementos emocionales de una película que posteriormente serán descodificados por el espectador. Con este trabajo pretendo explicar cómo se articula el discurso y el imaginario sonoro de una película teniendo como referencia la banda sonora para la película Vértigo.


Bernard Herrmann, según el New Grove, fue un compositor y director de orquesta nacido el 29 de junio de 1911 en Nueva York. En 1929 inicia sus estudios de composición y dirección en la Universidad de Nueva York. Más tarde se trasladaría a la Jullian School of Music donde tendría como profesor al holandés Bernard Wagenaar. En menos de dos años, dejaría la escuela por ser demasiado conservadora. Remataría sus estudios con Percy Grainger, cuyo eclecticismo revelaría a Herrmann la amplitud y diversidad de los recursos de la música. Entre 1936 y 1940 compone música incidental para varias series radiofónicas. Entre otros, trabajará con Orson Welles. Fruto de su colaboración será la banda sonora para Ciudadano Kane, la que sería su primera banda sonora para cine. Durante los siguientes 12 años compondría música para los estudios Fox. En 1955 inicia una estrecha colaboración con Hitchcock con la película Pero… ¿quién mató a Harry? y que se mantendrá durante 7 películas más. La colaboración consolidaría su estilo. Caracterizado por una orquestación poco frecuente: en la banda sonora para Viaje al centro de la tierra se necesitan 5 órganos.

Antes de comenzar a hablar sobre los aspectos de la música de Vértigo, es necesario hacer una breve explicación del estado de la cuestión: algunos de los estudiosos de la banda sonora de Vértigo han sido David Cooper, profesor de Música y Tecnología en la Universidad de Leeds y  autor del libro Bernard Herrmann’s “Vertigo”: A film score Handbook, una de las mayores aportaciones sobre la música de la película; Bernard Herrmann: Film Music and Narrative de Graham Bruce, Overtones and Undertones: Reading Film Music  de Royal Brown [1], A heart at fire's center : the life and music of Bernard Herrmann de Steven Smith, Bernard Herrmann: Hollywood's Music Dramatist  de E. Johnson o Tom Schneller, compositor y estudioso de bandas sonoras[2].

Graham Bruce explica en su libro la importancia de la superposición de los acordes de mib menor y re mayor anunciados en el preludio de la película, puesto que de esta formación va a brotar todo el tejido musical de la película.
Célula primaria y acorde “Vértigo”[3]

Según el New Grove, Herrmann generalmente evitó el sistema del leitmotif adoptado por muchos compositores de bandas sonoras (Herrmann generally avoided the ‘leitmotif’ system adopted by many film composers, finding that short phrases were less limiting to the composer than the closed forms of 8- and 16-bar melodies.)[4] No obstante, la influencia de Wagner está tan presente en la música para Vértigo,  que Herrmann no pudo renunciar al leitmotif en ella. Esto lo vamos a ver a continuación.

Recomiendo visitar la página web de Tom Schneller[5] y concretamente  su artículo Death and Love:Bernard Herrmann’s score for Vertigo, en el que explica con mucho detalle cada uno de los motivos melódicos que surgen de este acorde. Según podemos leer en el artículo de Tom Schneller, de lo que él llama la célula primaria (los tresillos que conforman la música del preludio) derivan tres motivos de la película: el motivo de la persecución, el motivo del vértigo y el motivo de la obsesión.

El motivo de la persecución se trata de un estrechamiento de la célula primaria, de ella toma las notas do, re y mi b ya partir de ellas crea una doble escala cromática que asciende y desciende. Ambas escalas hacen el mismo movimiento melódico, la primera a ritmo de corcheas y la segunda a ritmo de semicorcheas. Podemos escucharlo 3 veces a lo largo de la película (aproximadamente en los minutos 3:14, 73:18 o 74:28 de la película) y en situaciones muy concretas: durante una persecución.

El motivo vértigo, conformado por esa superposición de acordes de mi b menor y re mayor, se puede escuchar en varias ocasiones a lo largo de la película (aproximadamente en los minutos 4:08, 10:36 o 72:57 de la película) y como el anterior, siempre en momentos muy concretos: cuando Scottie sufre un ataque de vértigo.

El tercer motivo es el que Schneller llama el de la obsesión, la obsesión de Scottie por Madeleine. Schneller la considera la transformación más importante de la célula primaria: al igual que en ella, el motivo de la obsesión asciende por terceras desde el mib hasta el reb, que funciona como una apoyatura que resuelve en el do. Podemos escuchar este motivo en el fragmento que se titula The nightmare y en la escena de amor[6], solo que en este fragmento, el motivo parte de un acorde de mi menor vez de un mib menor.
El giro segunda descendente del re al do está extraído directamente del preludio.

Los otros dos motivos tienen entidad propia y no derivan de la célula primaria. Son los que están relacionados con la figura de Madeleine y Carlota. Schneller define el motivo que Herrmann concibe para Madeleine como delicado y siempre abierto, está generando movimiento constantemente sin llegar a resolver. Schneller lo ve como una forma de dibujar al personaje a través de la música, ya que en la película la propia Madeleine se define como una caminante sin rumbo. Sin embargo, esto entronca directamente con la melodía continua de Wagner. Por otro lado, y a pesar de la independencia que afirma Schneller, el tema de Madeleine concluye con un acorde de quinta aumentada (sib, re fa#), que es el mismo con el que termina el preludio de la película.

El segundo motivo independiente es el de Carlota. Lo peculiar de este motivo es que se construye sobre un ritmo de Habanera, como una forma de apelar al origen español del personaje.

Con todos estos datos, parece evidente que Herrmann está haciendo gala del leitmotif, asignando sentimientos y acciones a determinados motivos melódicos.

El acorde de quinta disminuida con séptima menor o como se le llama en inglés Half diminished seventh chord también ha sido una cuestión estudiada dentro de la música de Bernard Herrmann. Algunos estudiosos, como Bill Wrobel, miembro de la Bernard Herrmann Society[7], hablan de este acorde como el acorde de Bernard Herrmann, porque aparece en varias ocasiones a lo largo de su carrera. Sin embargo, cuenta Wrobel, da la casualidad de que Vértigo es la película en la que menos se usa este acorde[8]. El acorde quinta disminuida con séptima menor estaría formado por dos terceras menores y una séptima menor; el acorde Tristán por ejemplo (fa-si-re#-sol# o fa-si-mib-lab, si enarmonizamos el re# y el sol#), sería un acorde de este tipo, aunque hay algunos autores que prefieren reservar el término acorde Tristán para algo muy concreto como es la disposición y para las notas que Wagner escribió originalmente, que eran re# y sol#.

Teniendo en cuenta esto, podemos decir que lo que podemos escuchar en el minuto 109 y 13 segundos de la película no es un half-diminished chord, sino un auténtico acorde Tristán, ya que tal y como se puede ver en el compás 26 de la partitura[9], tanto la disposición del acorde como la escritura de las notas enarmónicas es igual que en Wagner. En otras palabras, Bernard Herrmann está citando textualmente a Wagner.

También es habitual encontrar en la música de Herrmann un perfecto menor con séptima. En el caso de Vértigo lo encontramos en la denominada célula primaria (mib-solb-sib-re). Curiosamente, tan solo dos años después, Herrmann utilizaría un este acorde en Psicosis: los 5 golpes del principio de la música de los créditos son un perfecto menor con séptima (fa-sib-reb-fa-la).

Por otro lado, hay que mencionar la estrecha relación que tiene el tema de la película con el tema de la ópera de Wagner: el amor de dos amantes más allá de la muerte (the link between love and death, is reflected in the musical design[10].) Tanto Vértigo como Tristán ahondan en el tema del amor y la muerte (en Tristán e Isolda el tema está directamente enunciado en la gran aria final de Isolda Libestod – muerte de amor-). Por lo que la elección de Herrmann no es aleatoria, ya que al inspirarse en la obra de Wagner, está ensalzando la importancia del tema. Por esa razón ha buscado en su orquesta un sonido wagneriano y esto se comprueba en que la orquestación es la misma que Wagner utiliza en su ópera. La partitura de Vértigo está escrita para los siguientes instrumentos[11]:
-          Cuerdas
-          3 flautas
-          2 oboes
-          1 cuerno inglés
-          3 clarinetes
-          2 clarinetes bajos
-          2 fagots
-          1 contrafagot
-          4 cuernos
-          3 trompetas
-          3 trombones
-          1 tubas
-          Timbales
-          2 vibráfonos
-          1 triángulo
-          Tam tam
-          Castañuelas
-          Platillos
-          2 arpas
-          Celeste
Mientras que la orquesta de Wagner para Tristan consta de los siguientes[12]:
-          Cuerdas
-          3 flautas
-          2 oboes
-          1 corno inglés
-          2 clarinetes
-          1 clarinete bajo
-          3 fagots
-          4 cuernos
-          3 trompetas
-          3 trombones
-          1 tuba
-          Timbales
-          1 triángulo
-          Platillos
-          1 arpa
Salvo el celeste, el tam tam y las castañuelas, que no están en la orquestación de Wagner, el resto es igual.

También resulta interesante comparar las melodías de ambas partituras. Por ejemplo, no podemos evitar ver una cierta similitud entre el inicio del Tristan und Isolde y el motivo de la obsesión de Vértigo.

Aunque es cierto que hay ambos motivos son muy distintos, hay algunas similitudes. La primera de ellas es la concepción del motivo: una línea melódica desnuda que descubre un acorde en un punto de gran tensión. Aunque el acorde que deja de descubrir Wagner y el que deja descubrir Herrman son muy distintos, tienen un punto en común: ambos son inestables. El de Wagner, por su propia naturaleza y por la relación interválica de sus notas, es etéreo y deja en vilo al oyente. El de Bernard Herrman se puede analizar como un acorde de lab mayor en primera inversión con el re como apoyatura del do.

Por otro lado, la melodía del motivo de la obsesión dibuja los mismos intervalos que el inicio del Tristan: si nos quedamos con las notas mi, do y si de Vértigo nos daremos cuenta de que los intervalos son los mismos que la, fa y mi del Tristan (sexta menor ascendente y segunda menor.)




[2] http://home.tomschneller.net/, 25 de abril del 2015
[3]http://cuadernosmusicayartes.javeriana.edu.co/images/stories/revistas/RevistaV1N2/cuadernos_volumen_1_numero_2_03%20SCHNELLER.pdf, 25 de abril del 2015, 25 de abril del 2015
[4]http://www.oxfordmusiconline.com/subscriber/article/grove/music/12895?q=herrmann&search=quick&pos=3&_start=1#firsthit,25 de abril del 2015
[5]http://home.tomschneller.net/, 25 de abril del 2015
[10]http://cuadernosmusicayartes.javeriana.edu.co/images/stories/revistas/RevistaV1N2/cuadernos_volumen_1_numero_2_03%20SCHNELLER.pdf, 25 de abril del 2015
[12] http://www.dlib.indiana.edu/variations/scores/bfk2835/large/index.html, 25 de abril del 2015

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