miércoles, 18 de septiembre de 2019

Apuntes sobre "Historia del Arte y la Estética"

PREÁMBULO
¿Qué es arte? El concepto de arte es algo que ha variado a lo largo de las distintas épocas, no hay duda. Asimismo, no todo el arte transmite las mismas emociones a distintas personas. La valoración estética de una obra cambia según las circunstancias históricas y las condiciones del contemplador. No obstante, una buena definición de lo que es arte o lo que es una obra de arte es la que nos da Azcárate en su libro Historia del arte: "la obra de arte es una manifestación del espíritu, hecha por el hombre. Mediante la técnica, la idea que surge en la mente humana se hace realidad sensible." En otras palabras, para que exista arte tiene que haber un artista que quiera transmitir una emoción, ese artista tiene que servirse de un lenguaje para transmitir el mensaje y, por supuesto, tiene que existir un público receptor de ese mensaje dentro de un contexto cultural. ¿Qué es, por tanto, la historia del arte? Vuelvo a citar a Azcárate: "es el estudio del lenguaje formal y su dinámica evolutiva, aspecto esencial en la consideración  de la obra de arte" la materia de estudio de la historia del arte. La obra de arte responde en cada momento a unos principios estéticos, insertándose en el contexto cultural. Toda obra de arte tiene una finalidad expresiva. Como muy bien dice Azcárate: arte es expresión. Es difícil precisar hasta qué punto la obra es fruto de una elaboración absolutamente libre, consciente y personal, pues su valoración estética y su interpretación son independientes de la voluntad del artista.

EL ARTE GRIEGO
En torno al siglo V a. C., Grecia crea las formas y la estética que caracterizan el arte occidental. Roma unificará la cultura mediterránea, dándole homogeneidad en los primeros siglos de nuestra era. Con el arte griego se introducen los conceptos estéticos que acabarán predominando en la cultura occidental. La belleza se basa en la armonía, que deriva de la adecuada utilización de las medidas y las proporciones dentro de unos criterios racionales, fundamentados en la naturaleza. En estrecha relación con este principio está el hombre, el cuerpo humano, que es el fundamento esencial de toda belleza. Todo esto tiene su fundamento en la objetividad de las matemáticas.

Como tal, el arte griego se desarrolla a principios del primer milenio a. C. y tradicionalmente la historia del arte ha distinguido tres períodos: el primero de ellos es el período arcaico (hasta el primer tercio del siglo V a. C.); le sigue el período clásico (V-IV) y el período helenístico (siglo III-mediados del siglo II a. C.), que finaliza con la toma de Corinto por Roma.


Cerámica cretense de Kamarés, en ella se puede ver la pintura de un pulpo.
La pintura griega
La mayoría de los manuales dedican muy poco espacio a la pintura griega, no porque sea menos importante, sino porque los testimonios que conservamos son muy pocos en comparación con el resto de las artes. Aun así, conviene mencionar algunos datos sobre la pintura en Grecia. Como ya se ha dicho, son muy pocos los restos que conservamos, pero gracias a los testimonios del arte romano, sabemos que la pintura griega era especialmente importante y conocemos los nombres de algunos de los pintores griegos del momento: Zeuxis, Apeles, Parrasios, etc. Cabe señalar que la mayoría de los testimonios de pintura griega son a través de figuras negras sobre el fondo rojo de la cerámica; hacia el 530 a. C., se sustituirían las figuras negras por las figuras rojas sobre fondo negro, procedimiento cuya creación se atribuye a Andócides.

Figura roja sobre fondo negro. Procedimiento atribuido a Andócides
Por otro lado, no hay que olvidar la pintura cretense representada fundamentalmente por la pintura del palacio de Cnossos, de exquisito sentido de la armonía cromática y la belleza de sus perfiles; así como la cerámica de Kamares, con temas geométricos y animalísticos.

Pintura mural en Cnossos
La arquitectura griega
La arquitectura griega está fundamentalmente representada por los templos, construidos según unas normas, que constituyen los órdenes arquitectónicos o estilos: el dórico, el jónico (que son los órdenes clásicos) y el corintio (que se añade en el siglo V). El estilo dórico se caracteriza por una columna de fuste estriado, con aristas vivas y sin basa; capitel formado por collarino, equino y ábaco cuadrado; un entablamento que se divide en tres fajas: el arquitrabe liso, el friso con triglifos y las metopas lisas o decoradas y la cornisa. El estilo jónico se caracteriza por la columna estriada con basa; un capitel inspirado en modelos eólicos con dos volutas encuadrando el equino y un ábaco más fino; el entablamento utiliza un arquitrabe dividido en tres fajas horizontales, friso corrido y cornisa. El estilo corintio se caracteriza por el capitel formado por dos cuerpos, el inferior con doble fila de hojas de acanto; el ábaco es curvo y más fino; y el entablamento sigue el modelo jónico.

Elementos de orden dórico
El tamaño de las columnas responde a un proporción o canon, tomando como unidad de medida o módulo, el diámetro del fuste en su base, de la misma manera que en la escultura se toma como módulo el tamaño de la cabeza para la representación ideal del cuerpo humano.

Los tres órdenes de las columnas griegas: dórico, jónico y corintio
Como ejemplo predilecto de la arquitectura griega de orden dórico tenemos el Parthenón, como ejemplo de arquitectura griega de orden jónico tenemos el Erecteión y como ejemplo de arquitectura de orden corintio tenemos la Linterna de Lisícrates. El nombre de Parthenón procede de una de las advocaciones de Atenea, diosa para la que se construyó el templo; Atenea era guerrera (prómajos), inteligente y virginal (párthenos). La planta del Parthenón es longitudinal, su fachada está conformada por la columnata, el entablamento cubierto a dos aguas y el frontón triangular (este conjunto se denominará "pórtico clásico").

El Parthenon griego, obra de orden dórico
La escultura griega
En la escultura griega se le da primacía absoluta a la representación del cuerpo humano. La belleza se alcanzaba mediante la perfección formal y la armonía de sus proporciones. La función de la escultura griega era la de ser exvotos (ofrendas) a los dioses mediante representaciones de los mismos, de estatuas públicas, funerarias o de ornato doméstico. Existe un canon, cuyo módulo suele ser la cabeza. Mediante la actitud, la mirada o el movimiento, el escultor expresa el mundo espiritual. Nosotros nos centraremos en la escultura griega de los períodos clásico y helenístico. A mediados del siglo V, en tiempos de Pericles, se concreta el clasicismo griego con escultores de la talla de Mirón, Policleto y Fidias. En la escultura del período clásico triunfa el estudio de la anatomía en acción y en la que el esfuerzo físico no afecta a la expresión serena del rostro y como ejemplo de esto tenemos el Discóbolo de Mirón, en el que su cara permanece inmutable pese al esfuerzo que conlleva lanzar el disco.

Discóbolo de Mirón de Eléuteras. Copia romana
Con Policleto, que era tanto escultor como teórico, encontramos por primera vez el concepto de belleza basada en el idealismo de las proporciones del cuerpo humano, según podemos ver en sus dos obras maestras: el Doríforo y el Diadúmenos. La palabra "dori" significa lanza, por lo tanto doríforo significa "portador de la lanza"; en esta escultura podemos ver también el contraposto: el peso cargado en una pierna, liberándose la otra, acrecentando la sensación de ligereza y dinamismo.

Doríforo de Policleto de Arbos. Se trata de una copia romana. Falta la lanza.
Los protagonistas de la segunda fase de la escultura del período clásico son Scopas, Praxíteles y Lisipo. Praxíteles es el escultor de la belleza sensual, caracterizado por acentuar las curvas mediante la actitud de apoyar el cuerpo en una pierna, creando lo que se denomina la "curva praxitélica" como se puede ver en Hermes con el niño Dioniso o el desnudo de la Afrodita de Cnido, con la que se inicia la exaltación del desnudo femenino.

Hermes con el niño Dioniso, en su origen, la escultura tenía una mano con uvas.
En cuanto a la Afrodita de Cnido, también llamada Afrodita púdica, Praxíteles la ilustra saliendo del baño, tapándose al verse sorprendida. Su perfección divina se representa con una perfección anatómica.

Afrodita de Cnido de Praxíteles
En el período helenístico, aunque se continúan haciendo esculturas que siguen los postulados del clasicismo, una de las características que aparece en las esculturas es la orientalización, haciéndose notar en la pérdida de las proporciones y de la serenidad clásicas. De este período es característico el Laocoonte. Junto a estas esculturas se prodigan los retratos y los temas pintorescos, anecdóticos y sensuales.

Laocoonte
El helenismo da paso al patetismo y la melancolía dentro de unas formas que abundan en el movimiento y el dinamismo, superando la contención clásica. Laocoonte era un sacerdote troyano que adivinó las intenciones del caballo de Troya. Atenea, a favor de los griegos, les mandó a él y a sus hijos una serpiente. Utilizaban ejes compositivos diagonales para transmitir movimiento.

EL ARTE ROMANO
El arte romano representa la culminación del proceso evolutivo de las culturas mediterráneas. Es heredero directo del arte griego, aunque incorporando múltiples elementos de las más diversas culturas mediterráneas, con un sincretismo característico. Este aspecto de fusión del arte de las culturas anteriores es lo que constituirá el fundamento para la homogeneidad de la cultura occidental. El arte romano también estuvo en íntima conexión con el arte etrusco y, combinado con el arte griego se va desarrollando a partir del siglo III a. C. hasta el V d. C., a través de las etapas que van señalando su evolución política.

La arquitectura romana
La arquitectura romana hace gala de un espíritu práctico; es decir, es utilitaria y funcional. En ella se funden los sistemas arquitrabados griegos con las soluciones en arco y bóveda y siguiendo los principios de Vitrubio, lo que contribuye a la uniformidad de los modelos arquitectónicos en cualquier lugar romanizado. El modelo ornamental que toman es el de los órdenes griegos, pero el orden toscano sustituirá al dórico. Se utilizarán con mayor libertad, introduciendo variantes, y se emplean simultáneamente en edificios de varios pisos. Pese a la uniformidad de la que se presumía al principio, dada la amplitud del Imperio no existe un desarrollo simultáneo, ya que en zonas donde el arte helenístico está más desarrollado es indudable que sus formas son más avanzadas que en las no helenizadas.

Por tanto, dado que el arte romano es de carácter funcional y que en él es esencial la ciudad, su estudio ha tendido a la tipología de los edificios. En la ciudad tenemos el foro, que es un gran espacio donde confluyen las vías principales y donde se sitúan los edificios más importantes, entre ellos la basílica, donde se realizaban las transacciones mercantiles y litigios, por lo que hacían falta espacios diáfanos y bien iluminados.

Basílica de Majencio (siglo IV)
El edificio tiene planta rectangular, elevada sobre una plataforma rectangular de hormigón. Está dividida en tres naves, siendo la nave central más alta y más larga que las laterales. Su forma y su planta fueron copiadas en la era cristiana para construir las primeras iglesias, que se construyeron con planta rectangular de tres naves. Estaba cubierta por tres enormes bóvedas de arista o de crucería en opus caementicium, apoyadas sobre cuatro grandes pilares de mármol. La entrada principal del proyecto de Majencio se encontraba en el lado este. Justo al extremo opuesto, a la testera de la nave central, se abría un ábside precedido por dos columnas. Allí se colocó una estatua colosal, acrolito construido parte en mármol y parte en madera y bronce dorado, de 12 m de alto. La estatua representaba en origen al mismo Majencio.

Planta de la basílica
El Panteón de Roma (118-125 d. C.) se trata de un templo y está dedicado a todos los dioses (pan/ theo= todos los dioses). La construcción de una amplia sala redonda con un pórtico rectangular, conformado como un templo clásico, es una innovación en la arquitectura romana. El modelo de espacio circular cubierto por una bóveda se había utilizado por la misma época en las grandes salas termales, pero era una novedad usarlo en un templo. El efecto de sorpresa al cruzar el umbral de la puerta debía de ser notable.

Bóvedas de arista
La construcción de una cúpula semiesférica sobre un tambor circular era típico de la arquitectura de la época. Esta cúpula simboliza la bóveda celeste, sostenida por los dioses que se encontraban en los ábsides. Lo construyó Adriano en sustitución de un templo anterior hecho por Agripa.

Panteón de Roma (118-125 d. C.)
Tras la Paz de la Iglesia en el año 313, la construcción más característica en todo el mundo cristiano será la basílica paleocristiana. Los cristianos aprovecharon la forma basilical de la arquitectura romana para construir sus primeras basílicas, pero reutilizándolas para el culto cristiano. Tenemos que recordar que, hasta que Constantino no proclamó el Edicto de Milán en el año 313 (documento que puso fin a la prohibición del cristianismo en el Imperio romano), los cristianos eran perseguidos por desobediencia al emperador y por no respetar a los dioses de los romanos. En el 391 el cristianismo se convierte en la religión oficial y la liturgia, planteada para realizarse en interior, necesitaba de un edificio donde oficiarla y donde reunir a un público cada vez más numeroso. La basílica civil romana, dadas sus condiciones favorables, fue el modelo sobre el que se construyeron las primeras basílicas paleocristianas. El término iglesia procede de la palabra griega ekklēsía, que era la usada para referirse a la asamblea cristiana, y sería la que más tarde acabaría designando al edificio de reunión.

La basílica paleocristiana en general constaba de tres partes: el atrio, el narthex y el presbiterio. El atrio de acceso con una fuente en el centro a la que se accede por un vestíbulo y da paso al cuerpo de la iglesia; el cuerpo de la basílica longitudinal (llamado narthex), dividido en tres o cinco naves separadas por columnas, la nave central siempre solía tener más altura, mientras sobre las naves laterales a veces tenían unas galerías o tribunas llamadas matroneo especialmente realizadas para las mujeres. En el presbiterio, se situaba el altar y quedaba separado del narthex a través del septum. La cabecera estaba ocupada por un ábside cubierto con una cúpula de un cuarto de esfera. Los no bautizados ocupaban un lugar ante la puerta de la basílica llamado atrio o nártex donde solía haber una gran pila de agua para las abluciones. El edificio se carga de un simbolismo relacionado con la nueva creencia cristiana: utiliza una planta longitudinal que simboliza el camino de la salvación que lleva al ábside, representación arquitectónica del cuerpo de cristo, luz y ornamento interior como espacio "místico"

Planta de una basílica paleocristiana
En el paleocristiano oriental se acusa la marcada preferencia por grandes construcciones de planta centralizada, en forma de cruz griega como la de San Simeón el Estilita y otros modelos de muy diversa tipología.

Planta de San Simeón el Estilita

La escultura romana
En la escultura romana hay una clara influencia helénica, especialmente en las representaciones de carácter religioso. El idealismo helenístico evoluciona en hieratismo y rigidez: se representan las cosas tal y como son, no como deberían ser. Hay un mayor realismo en los rasgos del retratado. Pero cuando hablamos de escultura romana, tenemos que incidir en el arte del retrato, que parte de las caracterizaciones individualizadas de la República hasta alcanzar el idealismo de los retratos imperiales de los siglos I y II d. C. en tres tipos: la imagen togata (como un patricio), thoracata (con la indumentaria militar) o apoteósica (desnudo como una divinidad, coronados de laurel y con atributos relativos a los dioses, aunque sin perder el rasgo realista en su rostro).

Cabeza de Augusto
Muchos de los retratos conservados se caracterizan por la fidelidad en los rasgos y en los tocados, advirtiéndose en su evolución la tendencia hacia el hieratismo y al empleo del trépano en la talla, que produce efectos de claroscuro; a finales del siglo II, hubo tendencia a grabar las pupilas. Al final del Imperio, el modelado de las formas se simplifica, mientras los rasgos se acusan y se tiende al esquematismo: mayor expresividad en favor de la grandiosidad en la imagen del emperador divinizado. En este contexto surgirá la estatua ecuestre; todas las estatuas ecuestres desaparecieron a excepción del retrato ecuestre de Marco Aurelio (166), porque durante la Edad Media se pensó que era de Constantino, al que loaban por haber levantado la prohibición del cristianismo en el año 313.

Cabeza de Constantino. Siglo IV d. C.
En el relieve romano, la idealización en los temas religiosos se conjuga con el realismo en los de carácter histórico. Tienen este carácter tres obras: los relieves de Ara Pacis de Augusto en Roma, los relieves del Arco de Tito y los relieves de la Columna Trajana. En ellos se advierte la evolución hacia la abstracción, ya que se pasa del carácter pictórico con varios planos a ejemplos en los que las figuras se yuxtaponen (estilo cristalino) a finales del Imperio, que acabará pasando al arte cristiano.

Relieves de la Columna de Trajano. Siglo II d. C.
EL ARTE ROMÁNICO


Tras la caída del Imperio Romano de Occidente (476) se sucede una etapa compleja en la que se funden formas clásicas y germanas, conforme a la estética y principios que han ido configurando el cristianismo. La fragmentación política determina la creación de formas particulares y la ruptura con la cultura antigua favorece la originalidad en la creación artística. Este período culmina en torno al año 800, cuando la cultura carolingia se va imponiendo y se va produciendo una unificación en toda Europa. En esta entrada, no nos vamos a centrar en estos años de transición y trataremos el arte desde el año 1000, cuando todas estas tendencias confluyen en el románico, unificando el estilo en Europa occidental. El arte románico (cuyo nombre se acuña a posteriori, en el siglo XIX, por estimarse erróneamente que sus formas derivaban del arte romano) como primer estilo internacional de la cultura occidental representa el concepto de la unidad espiritual de Europa, al margen de las divisiones políticas. Se desarrolla desde mediados del siglo XI y se mantiene hasta el siglo XII, donde coexistirá con el arte gótico y constituye la culminación de un largo proceso de ensayos que suponen los estilos prerrománicos, a los que se incorporan influencias bizantinas y orientales. A la creación de este estilo contribuye poderosamente la orden benedictina de Cluny.

Catedral de Módena (siglo XI), el pórtico avanzado descansa sobre las columnas y estas sobre dos leones. El rosetón es gótico (siglo XIII).
La arquitectura románica
La arquitectura románica es homogénea a lo largo de toda Europa. El muro, el arco y la cubierta son los tres aspectos más distintivos del estilo. El muro se hace de piedra labrada en sillares, que suele reducirse a las superficies exteriores. En los sillares (bloques de piedra cuadrados) se observan unos signos, que son las marcas de cantero, que corresponden a los diversos grupos o maestros que intervienen en la construcción. El arco característico es el de medio punto (semicircular). En ventanas y puertas, el grosor de los muros determina la creación de las arquivoltas con molduras que se van reduciendo el ancho de la abertura del vano. La cubierta más característica es la bóveda de cañón (semicircular) dividida en tramos mediante arcos fajones. La división en sectores facilita su sostenimiento. También son frecuentes las bóvedas de aristas y la de horno o de cuarto de esfera prolongado para los ábsides. Los templos suelen ser de una o tres naves, con crucero señalado y cabecera con capillas semicirculares o ábsides. En las iglesias denominadas de peregrinación aparece la girola o nave que da vuelta por detrás del altar mayor. La finalidad de la girola está determinada por la necesidad de facilitar la circulación de los fieles en torno a las reliquias que se veneran en el altar mayor.

Planta de una iglesia románica

Los arcos fajones apean (descansan) el peso de la bóveda y la dividen en tramos. Nacen de las columnas empotradas que se encuentran sobre el pilar compuesto. Entre los pilares compuestos hay un arco formero. Tenemos también una tribuna, que es un espacio practicable, amplio, situado entre la bóveda y la nave lateral (sobre la nave lateral). La tribuna ornamenta el interior de la iglesia, sostiene y aporta estabilidad al edificio.


La pintura románica
La pintura tuvo una importancia esencial en este período, tanto la mural, como la realizada sobre tabla y la miniatura. La pintura realzaba las formas arquitectónicas y colaboraba en la misión de adoctrinar a los fieles; estaba exclusivamente destinada al servicio de la religión. Los templos se decoran íntegramente con pinturas, en cuya iconografía se siguen los principios del arte bizantino. Al pintor románico le interesa la expresión de unas ideas, tiende a las abstracciones y a las estilizaciones de carácter simbólico. Se suele destinar el ábside para la representación del Pantocrátor, dentro de la mandorla o almendra mística (forma geométrica abstracta que rodea a la imagen de Cristo), con su nimbo crucífero y a los lados el Tetramorfos (cuatro formas: el toro=san Lucas; el águila=san Juan; el ángel=san Mateo; y el león=san Marcos). A un nivel inferior se sitúan la Virgen y los apóstoles y el muro de los pies para el Juicio Final.

Pantocrátor de san Clemente de Tahull (c1123). El pantocrátor, el creador de todo, es la imagen habitual del románico. Es el Cristo del Juicio Final.
La pintura románica se caracteriza por sus formas antinaturales, con imágenes no realistas. ¿Cómo es posible que se pasara de un realismo exacerbado en el arte de Roma a un antinaturalismo en el arte románico? Porque en el arte románico lo importante no es representar lo que los ojos ven (la realidad), sino plasmar los conceptos, las ideas, las sensaciones del pensamiento cristiano. La técnica para la ejecución de las pinturas murales requiere la preparación del muro al que se le aplican varias capas de argamasa (enfoscado), sobre la que se dispone el enlucido o capa de yeso fino. Sobre esta superficie se aplica la pintura bien directamente al temple o al fresco. Los colores empleados son tierras, sirviendo de aglutinante el huevo o la cola.


Lapidación de San Esteban. Decoración mural de la iglesia de San Juan de Boí, Lérida. Siglo XII
Las figuras son frontales. No hay posturas. En las composiciones de varios personajes se busca la simetría. Los fondos son planos y nada realistas. Los colores son antinaturales (vacas rojas, pieles naranjas) y los rostros inexpresivos.

Pintura de la Virgen María en la Iglesia de Santa María de Tahull. Sigue el modelo bizantino de la Kiriotissa, en la que se muestra a la virgen rígida, entronizada y coronada, con el Niño sentado sobre ella y dándole la espalda.
El otro tipo de pintura practicada durante el románico es la pintura sobre la tabla. El modelo más frecuente es el frontal que comprende dos tipos de obras: el antependium, que se colocaba delante del ara, y el retablo, que se disponía sobre la mesa del altar.

Son también muy interesantes las pinturas murales de la ermita de Vera Cruz de Maderuelo (Segovia) del siglo XII, hoy en día conservadas en el Museo del Prado en una reconstrucción de la ermita debido al riesgo de deterioro que estaban corriendo. Como curiosidad, encontramos al Pantocrátor en la bóveda superior, en lugar de en el ábside, que no tiene fondo.


Cabe señalar que no toda la iconografía del románico es exclusivamente religiosa, existen casos en los que la iconografía es de carácter profano como la que encontramos en los frescos de la ermita de San Baudelio de Berlanga (Soria), hoy en día conservados en el Museo del Prado. En estos frescos podemos ver animales de todo tipo como osos, elefantes, etc. o cacerías.

Cacería del ciervo (hacia 1125), fresco de la Ermita de San Baudelio de Berlanga (Soria).
La escultura románica
La escultura románica, al igual que el resto de artes plásticas de esta época, tiene una función religiosa. En su inmensa mayoría, la escultura románica está tallada en piedra y es monumental; es decir, está inserta en el edificio y busca transmitir un mensaje vinculado al contexto religioso. Existe también producción madera y en marfil, pero de forma minoritaria.

Capitel de San Julián y Santa Basilisa de Rebolledo (Palencia)
Todos los elementos escultóricos se pintaban, aunque hoy en día se haya perdido la policromía.

Pórtico del Paraíso de la catedral de Orense. Policromía del siglo XVIII
El arte medieval tiene una total falta de realismo y naturalismo; no está para reproducir la realidad, sino para transmitir el mensaje religioso. Por ejemplo, si observamos las esculturas de la catedral de Autun, en Francia, veremos en la figura de Eva una posición dislocada. La deformación de las figuras es un principio escultórico que tiene que ver con el lugar en el que están y una cuestión del espacio disponible. 

Eva de la catedral de Autun
Tampoco hay un interés en reproducir las texturas (como el cabello, los trajes, etc.), como sí que ocurrirá en épocas posteriores, sino que las figuras utilizan líneas planas. Aunque también es cierto que depende mucho del autor, lo que conforma la figura se reduce a las figuras geométricas.

Apostolado del Pórtico de la Gloria de la catedral de Santiago de Compostela. Último tercio del siglo XIII

La escultura románica es expresiva a su manera y utiliza una serie de recursos para representar las emociones. Por ejemplo, si observamos el capitel de la cabecera de la iglesia de Santa Cecilia de Aguilar de Campóo, en Palencia, en el que se representa la matanza de los inocentes, el momento en el que Herodes manda matar a todos los niños, veremos a una madre desesperada. No es a través del rostro como se expresa esta desesperación; existe un hieratismo en el rostro de la mujer, pero tiene las manos sobre sus mejillas en símbolo de desesperación.

Capitel de la iglesia de Santa Cecilia de Aguilar de Campóo, Palencia
Son figuras absolutamente rígidas y el movimiento es antinatural. No tienen necesidad de utilizar la perspectiva siempre que se plasme el mensaje de manera eficiente. Si observamos el tímpano de la portada del juicio final, comprobaremos que existe una analogía entre la virtud (lado inferior izquierdo), donde predominan las líneas rectas, la armonía y el orden y la no virtud (lado inferior derecho), donde predomina el caos y el desorden.

Tímpano de la portada del juicio final de Santa Fe de Conques, en Francia. Siglo XI.
EL ARTE GÓTICO
La arquitectura gótica
El gótico aparece en Île-de-France de manera muy temprana: a mediados del siglo XII, en pleno románico. El gótico sustituirá poco a poco al arte románico y se extenderá por toda Europa, siendo el estilo imperante durante los siglos XIII y XIV. No obstante, no es un estilo que muera en estos siglos, sino que podemos verlo en siglos muchos posteriores, perdurando hasta el XVI. El arte gótico seguirá siendo un arte religioso, como lo fue el románico; sí que es cierto que estará vinculado con otro tipo de edificios, como ayuntamientos y lonjas, pero de forma minoritaria. Dado que el gótico es un estilo que perduró durante bastante tiempo, se hace muy difícil hablar de un único gótico, ya que pasó por diversas fases (protogótico, gótico clásico, gótico manierista, gótico flamígero) y llegó a desarrollarse incluso con particularidades propias de cada región como es el caso de Italia o Inglaterra. En España, por ejemplo, podemos encontrar distintas corrientes de gótico a lo largo de la península: desde las catedrales de influencia clásica francesa hasta las catedrales del gótico mediterráneo.

La catedral de Sigüenza, uno de los ejemplos del protogótico en España. Su construcción se inicia hacia 1124 y se finaliza en el siglo XVI.
En cualquier caso y pese a las particularidades, el gótico, al igual que el románico, es un estilo internacional y no existía ciudad de Europa que no contase con su correspondiente catedral, símbolo del vínculo espiritual de sus ciudadanos, ya que la catedral había sido el producto del común esfuerzo de todos. En Francia, tienen gran importancia los ejemplos cistercienses, entre ellos tenemos la abadía de Saint Denis, iniciada en 1132 y uno de los primeros edificios que representan el triunfo de este estilo.

La basílica de Saint Denis inicia su construcción en el año 1140.
A la segunda mitad del siglo XII corresponden las catedrales de Sens, Noyon, Laon, Senlis y, la más conocida por el público, la de París, que van señalando diversas etapas en la evolución del estilo gótico en esta etapa inicial. La catedral de Laon es especialmente particular porque no sólo cuenta con dos torres en su fachada, sino otras dos más en cada extremo de su transepto.

La catedral de Laon inicia su construcción en el año 1155 (Notre Dame de París inicia su construcción en el año 1163).
En España se introducen las formas góticas en el tercer cuarto del siglo XII; es decir, entre 1150 y 1175, en una fase que se ha denominado protogótico. En el segundo cuarto del siglo XIII (1225-1250) se reciben en el reino de Castilla (en virtud de las estrechas relaciones del rey Fernando III con la cultura francesa), las formas del clasicismo francés, que representan la ruptura respecto a las diversas tendencias que habían florecido en la etapa anterior. Se inicia con la reforma de la catedral de Burgos, iniciada en el 1221


Catedral de Burgos. La fachada es del siglo XIII y el remate final de las dos torres, siguiendo el modelo germánico, es del siglo XV.
El edificio gótico es muy distinto al románico: es más alto, más luminoso, más espaciado y colosal, aunque sigue manteniendo elementos del románico, como puede ser la base en cruz de las iglesias. Esta aparición de enormes edificios fue posible gracias a la aparición de una serie de elementos innovadores. ¿Cuáles fueron? Las dos grandes aportaciones del gótico que permitieron iglesias de gran altura fueron el arco apuntado u ojival y la bóveda de crucería. ¿Qué diferencia hay entre el arco ojival y el arco de medio punto? El arco de medio punto tiene un perfil semicircular, esto le permite aguantar mucho menos peso que el arco ojival, al tener una luz (anchura del arco) muy grande corre más riesgo de que el arco se derrumbe; no ocurre así con el arco ojival, que por su propia naturaleza, es capaz de soportar más peso. Gracias a esto era posible construir espacios más anchos y más espaciados. La bóveda de crucería está formada por dos arcos que se cruzan, llamados nervios, y que son los elementos sustentantes de la plementeria.

Nervios de la bóveda de Sainte Chapelle de París. Siglo XIII
El arbotante es otro de los elementos de la catedral gótica: apoya a la bóveda. Los pináculos son refuerzos del contrafuerte. Con todo esto no se necesitaba el muro grueso del románico, el muro no sostiene ni aporta estabilidad al edificio, entonces, ¿qué es lo que sustituye al muro en el arte gótico?  Las vidrieras, a través de las cuales entra la luz, muy acorde con el pensamiento religioso de la época.

Características formales de la arquitectura gótica
- El gótico tiende a una mayor altura y anchura gracias al arco apuntado.
- Aparece un elemento nuevo: el triforio, que sustituye a la tribuna romana (un espacio practicable que se construía sobre la nave lateral y que tenía una doble función: además de servir de ornamento, hacía de contrarrestro). En el gótico no se necesita la tribuna como espacio practicable, pero muchos arquitectos no quieren renunciar al elemento decorativo de la tribuna, esto es el triforio. No se debe confundir el término tribuna con el del triforio, no son lo mismo. No obstante, sí que es cierto que existen iglesias góticas que tienen tribuna, como por ejemplo la catedral de León o la catedral de Saint Denis.
Interior de la catedral de Saint Denis
- Otro elemento: el claristorio. Son las ventanas de la iglesia, también se le puede llamar cuerpo de luces. Según vaya evolucionando la arquitectura gótica, el claristorio irá cobrando mayor importancia, especialmente a medida que los arquitectos se vayan sintiendo más seguros eliminando muros. Conforme van pasando los años, ellos mismos se dan cuenta de que pueden "rasgar" el muro y sustituirlo por el claristorio, hasta llegar a la desmaterialización total del muro como en el caso de la Sainte Chapelle.

Vista de la Sainte Chapelle. Siglo XIII. Se ve cómo el muro ha desaparecido prácticamente por completo dando paso al claristorio.
- La vidriera: es la decoración figurativa propia de los ventanales góticos. Son muy pocas las que se conservan originales de la Edad Media, la mayoría son modernas. Los muros de las catedrales también se pintaban, eran policromados. El románico del Rin, por ejemplo, se conserva policromado (se trata de una policromía moderna) y en España, la catedral de Pamplona está pintada de arriba a abajo.

Policromía de la catedral de Pamplona
- Los rosetones: son vidrieras de perfil circular. Aunque es cierto que los rosetones no los inventa el gótico (Santo Domingo de Soria es una iglesia románica y cuenta con uno), sí que es cierto que se ponen de moda durante el gótico. La ubicación de los rosetones suele ser o bien en la fachada principal o en los extremos del transepto, como en el caso de la catedral de León.

Rosetón de la iglesia de Santo Domingo de Soria. Siglo XII
- Elementos del exterior: toda arquitectura religiosa, desde Stonehenge hasta la actualidad, tiene ese sentido ascensional, de acercarse a Dios. Si el románico no lo hizo fue por sus limitaciones técnicas, cosa que se superó en el gótico. El arte nunca es inocente. La catedral de Chartres tiene dos torres distintas porque una de ellas se construyó más tarde. Era muy habitual en la época: podían darse muchos casos, bien porque el proyecto se quedó sin financiación o bien porque estalló una guerra que paró la construcción. Algunas torres quedaron inconclusas y otras, como en el caso de Chartres, reemprendieron su construcción más tarde siguiendo los postulados arquitectónicos de la época que podían coincidir o no.

Alzado exterior de la catedral de Chartres. Principios del siglo XIII
En Italia, la arquitectura gótica adquiere unas peculiaridades que, en líneas generales no coinciden con la estética del gótico francés. En lugar de decantarse por la colosal altura de las catedrales francesas, las catedrales italianas tienden a la horizontalidad y, dado la luminosidad con la que cuentan los cielos italianos, no existe la tendencia francesa de abrir grandes ventanales para que entre la luz. Un ejemplo de esto es la catedral de Siena.

La catedral de Siena, iniciada a finales del siglo XII y construida a lo lago del siglo XIII.

La pintura gótica
Dada la propia naturaleza de la arquitectura gótica, la de reducir el muro y sustituirlo por amplios ventanales, el espacio reservado para la pintura mural se redujo notablemente, salvo en Italia, dada su tendencia a la horizontalidad. En el resto de Europa se impondrá la pintura sobre tabla, generalmente de retablos, que se disponen sobre los altares. Todo arte tiene su proceso y la pintura no es menos. Los historiadores del arte han establecido cuatro fases de la pintura gótica: el gótico-lineal, el italo-gótico o trecentista, el gótico internacional y el gótico flamenco.

- El gótico-lineal: se inicia en el siglo XIII y persistirá hasta bien entrado el siglo XIV. El gótico-lineal se caracteriza, como su propio nombre indica, por constituir el dibujo a través de líneas bien definidas en las que se utilizan colores planos, pero de vivo cromatismo. La pintura del gótico-lineal todavía no utilizará la gradación de color que aparecerá algo más tarde con el gótico internacional. Asimismo, los temas se tratan con sencillez. Un ejemplo de este tipo de pintura lo constituye el Frontal de Aviá (Museo del Arte de Cataluña).

Frontal de Aviá (Museo del Arte de Cataluña), del siglo XIII.
- El estilo italo-gótico: este estilo se desarrolla al mismo tiempo que el gótico-lineal, en el siglo XIII (lo que los italianos llaman el Duecento). A lo largo de este siglo se definirán varias escuelas (la sienesa, la florentina, la toscana...) que empezarán a mostrar interés por representar la profundidad, por el estudio anatómico de los gestos y las actitudes (como un antecedente de lo que vendría posteriormente con autores del Renacimiento como Leonardo o Rafael)  y la valoración de la luz. Conviene mencionar las pinturas de Giotto, de la escuela florentina, aunque es muy injusto condensar esta etapa en un único autor. En Giotto, al que algunos consideran el iniciador de la pintura moderna, ya podemos ver definidas muchas de estas características que ayudarían a prosperar el arte posterior.

Llanto sobre el cuerpo de Cristo (siglo XIII) de Giotto, en la capilla Scrovegni (Padua). Mediante los gestos y las actitudes de las figuras, se expresa el sentimiento y el dolor. Doscientos años después, Leonardo utilizaría estos mismo recursos en su pintura.
- El gótico internacional: últimos decenios del siglo XIV. Todo el gótico internacional tiene una marcada tendencia al realismo, aspira a representar la naturaleza con realismo. El punto de partida no será la estética greco-latina; no es el modelo clásico. Por eso el resultado es realista, pero los resultados son distintos a los que podamos tener partiendo del arte clásico. Si vemos las figuras del Díptico de Wilton, no tienen nada que ver con las formas del arte griego. La pintura de los primitivos flamencos es una evolución de este gótico internacional. En 1390 el Díptico de Wilton es un ejemplo típico del gótico internacional. Un díptico, que es como un retablo pero en el ámbito privado, consta de dos tablas de madera pintadas al temple. Muchas de estas obras tenían un sentido militar: se llevaban a la guerra y se utilizaban para rezar antes de una batalla. En el caso del Díptico de Wilton, nos encontramos con Ricardo II en el centro. Los dos paneles nos dejan ver a la Virgen María rodeada de ángeles. Comparémosla con la Virgen de Tahull del románico. Observamos que en el Díptico, el contorno de las figuras no es tan marcado, no es tan grueso como en las pinturas románicas. Sigue habiendo contorno, pero más fino.


Díptico de Wilton. 1390/1395
Cualquier pintura que pretenda ser realista necesita usar las gradaciones del color. Estas gradaciones del color son las que nos permiten ver las cosas de manera realista; en cambio, en las pinturas del románico no existe esta gradación, los colores son planos. Si vemos los ropajes de María del Díptico de Wilton, veremos varias gradaciones cromáticas del azul. En la naturaleza hay un contraste de luces y sombras que se va a trasladar a la pintura, generando una mayor corporeidad y texturas más definidas. Hay una intención de representar la profundidad, la tercera dimensión. La disposición de las figuras sugiere la profundidad.

Folio de Las muy ricas horas del duque de Berry donde se puede apreciar la calidad de las miniaturas de Jacquemart de Hesdin.
La obra del gótico internacional tiene un componente de lujo, más allá de su intención religiosa. Eso implica que se utilicen materiales tan caros como el pan de oro o los azules de lapislázuli, que se traía (y se sigue trayendo) de Irán. Era un objeto de lujo: síntoma de que quien había financiado esta obra no era cualquiera. "Las muy ricas horas del duque de Berry" sería otro ejemplo de esto. En este libro aparecen escenas religiosas, pero también escenas cortesanas. Se trata de un libro de horas donde había rezos.

- El gótico flamenco: se inicia durante a finales del primer cuarto del siglo XV a partir de las formas planteadas por los artistas del gótico internacional. La principal aportación técnica de los pintores flamencos fue el uso de aceite como aglutinante de colores, creando un cromatismo mucho más brillante y vivo. Asimismo, es una pintura que muestra un gran interés por representar con detalle y minuciosidad el mundo que le rodea; hay un predominio del realismo, pero se trata de un realismo con carácter simbólico. De esta fase son los hermanos Hubert y Jan van Eyck, a quienes se les considera como los creadores de la escuela flamenca. Jerónimo Van Aeken, más conocido con el sobrenombre de "el Bosco", también se encuadraría en esta fase de la pintura gótica.

Santa Bárbara (1438) del Maestro de Flémalle (identificado por algunos con el pintor Robert Campin). Se aprecian en este cuadro las características propias de la escuela flamenca, como son la pincelada minuciosa o la introducción de elementos con una clara intención simbólica, como la flor simbolizando la virginidad de la muchacha.
La escultura gótica
Frente al hieratismo del románico, la escultura gótica es realista. El realismo va a llegar para quedarse en las artes plásticas europeas. La aplicación de este realismo en las artes plásticas tiene que ver con un cambio cultural en la sociedad y el arte no es independiente del mundo que le rodea. ¿Dónde está el cambio cultural y filosófico? El pensamiento cristiano del románico estaba condicionado por las teorías de Platón: para él, la realidad tiene que ver con la idea, llegando a despreciar el mundo físico. Este pensamiento en el que se le da más importancia a lo trascendental influye en las artes plásticas a la hora de originar un arte hierático, solemne, en el que no importa tanto el aspecto, sino la idea que transmite. ¿Qué sucede en el gótico? Se toma como modelo a Aristóteles; el sistema filosófico y el pensamiento de Aristóteles están más interesados en el mundo físico, a conocer a través de la experiencia. A partir de este momento, el ser humano se sitúa en el centro de todas las cosas: es el despertar del humanismo.
Virgen blanca de la catedral de Toledo. Siglo XIII
Si comparásemos una virgen del románico con una del gótico (como por ejemplo la Virgen blanca de la catedral de Toledo), veremos que la del románico toma una postura distante, irreal, mientras que la virgen del gótico es humana, cercana, se la muestra sonriendo... La escultura del gótico utiliza formas de representación naturales para humanizar la figura.

Anunciación de la portada occidental de la catedral de Reims. Siglo XIII
Se rompe también con el bloque y las figuras adquieren movimiento, hay vida, hay realismo. Si vemos la imagen de la anunciación de la catedral de Reims, veremos que los pliegues de la túnica del ángel están perfectamente representados. Asimismo, los modelos de los que parten no son los modelos del arte romano o griego, sino de la escultura flamenca. Las artes plásticas van a marcar un acusado realismo. En la pintura va a ocurrir lo mismo; se acuñará el gótico internacional para referirse al estilo pictórico común en toda Europa que se desarrolla desde finales del siglo XIV hasta principios del XV. La estética artística del Renacimiento barrerá posteriormente con la estética del gótico.

EL RENACIMIENTO
El Renacimiento va a suponer una novedad radical y total con respecto a las tradiciones anteriores y que es absolutamente notoria en el arte. Es una ruptura que acabará convirtiéndose en la norma: lo que en un principio nació como cambio y revolución se convierte en una referencia a lo largo de los siglos.

Estudio para la cabeza de Leda. Da Vinci. 1505
¿Cuál es el contexto del Renacimiento? Aparece en Italia a principios del siglo XV y concluye en el año 1600. Desde Italia, como una ola, saltará las fronteras de Italia y llega hasta el último rincón de Europa en términos de arte. Nosotros nos centraremos en Italia. ¿Cuál es el contexto social y cultural que vio nacer el Renacimiento? El arte nunca va aislado, es un producto cultural. Está condicionado por la mentalidad de los seres humanos. Tras la economía de subsistencia de la Edad Media aparecen las grandes ciudades de finales de la Edad Media. Los denominados burgos están formados por artesanos y comerciantes que hacen fluir el dinero. Todo este desarrollo hace que toda una serie de ciudades-estado aparezcan en Italia. Son centros urbanos que han sabido desarrollar un sistema político propio. Aquí el dinero fluye, hay una prosperidad económica que lleva a su vez a una prosperidad social que favorece el mecenazgo de las artes.

La idea del arte y del artista va a cambiar radicalmente en esta nueva cultura del humanismo. Si viajamos atrás en el tiempo, durante la Antigüedad y la Edad Media, las artes plásticas se consideraban artes mecánicas. No existía el concepto de artista, o no como lo entenderán durante el Renacimiento. En Grecia se establecía una dicotomía entre una serie de actividades creativas (como la escultura, la pinturas, etc.) que se consideraban cualidades aprendidas y otras actividades que no se asociaban a la habilidad manual, sino al trabajo intelectual, como eran la música, la astronomía..., estas disciplinas, a diferencia de las anteriores, se consideraban cualidades innatas; son lo que se denominaron las artes liberales. Este pensamiento estaba profundamente arraigado en la época, hasta el punto de que Platón despreciaba cualquier arte imitativo como la escultura. No obstante, esto no significaba que no se pudiera disfrutar de una obra escultórica, pero de la misma manera que se podría disfrutar de una tarta cocinada. Hoy en día nadie pone en duda que el escultor, el pintor... son artistas, pero tenemos que recordar que en la sociedad griega hay un rechazo al trabajo manual que nos explica este contexto. A modo de resumen, las artes mecánicas tenían un nivel de consideración menor.

Sibila Délfica. Pintura de la Capilla Sixtina
Pero, ¿qué sucedía en el Renacimiento? Los pintores, los escultores... van a encontrar una justificación intelectual en su trabajo. Plantean que su obra se concibe mentalmente, está en la imaginación..., sólo que luego tienen que ejecutarla manualmente. En este momento es cuando nace la diferencia entre artesanía y Bellas Artes. Los artistas asumen en esta época que son personas especiales. La gran consideración social que adquieren los artistas hace que desaparezca el anonimato del gremio medieval. Al artista, que firma orgulloso sus obras, se le reviste de un aura especial y de él se espera una actitud y un comportamiento particular. De hecho, el artista se elige a sí mismo como objeto artístico: es el nacimiento del autorretrato.

Autorretrato de Giorgione. 1500
El autorretrato aparece como un género en sí mismo. En el retrato de Giorgione podemos ver claramente cómo cambia la concepción del artista: el propio Giorgione se muestra con una mirada altiva, desafiante, adquiere una apostura muy próxima a la de un noble. Se eleva la categoría del artista.

Otra consecuencia de este cambio de mentalidad fue la aparición de biografías, autobiografías, hagiografías o vidas de los santos. En este instante, Vasari recopiló una serie de biografías de artistas. Otro de los elementos fundamentales propio de las novedades del arte del Renacimiento es que la referencia va a ser el arte griego: para los artistas, el punto de partida va a ser el arte de Grecia y Roma a través de la lectura y la interpretación del arte del pasado. Los arquitectos y los escultores tenían referencias a través de los monumentos y las obras de arte que se habían conservado, pero ¿qué sucedía con la pintura de Grecia? Los pintores del Renacimiento no conservaban pinturas de la Antigüedad y por lo tanto no tenían un referente al que imitar. Sí que es cierto que se conservaban las pinturas de las vasijas, pero la arqueología todavía no las había dado a luz. La conclusión a la que llegaron los pintores fue que su disciplina debía revestirse de realismo. Los pintores plantean la única certeza que tienen: no sabían como era la pintura griega a nivel técnica, pero sí sabían que era necesariamente realista. Como buenos empiristas que son van a estudiar la realidad para que la pintura la reproduzca con exactitud. El pintor se convierte en científico: extrae una pauta, una norma de representación. ¿Cómo percibe el ser humano la realidad? Con profundidad, con tridimensionalidad. Si esto es así, la pintura tiene que engañar al ojo humano y romper la unidimensionalidad del lienzo. Aparece, por tanto, la perspectiva monofocal gracias al punto de fuga, que, no por casualidad, coincide con el punto de vista del receptor, aportando sentido a la obra, síntoma del antropocentrismo.

LEON BATTISTA ALBERTI
Más allá de su labor como arquitecto hay que destacar su perfil como teórico y tratadista. El arte va a ser ahora una disciplina que va a ser sometida a debate, a análisis..., el arte es una disciplina intelectual que va a ser objeto de reflexión y en el que aparecen una serie de tratadistas entre los cuales Alberti será tan sólo uno de muchos, siendo no sólo el padre de todos los tratadistas, sino el más influyente. Alberti fue compañero de Brunelleschi, que fue el inventor de la perspectiva monofocal. Lejos de la antigua idea del alquimista que guarda para sí sus secretos y su sabiduría, aparece en esta época la vertiente opuesta: la del científico que tiene la necesidad de difundir su saber. Es una manifestación de cómo las cosas están cambiando, planteando nuevas ideas para el arte posterior.

Iglesia de San Andrés. Mantua. Alberti
No habrá artista importante que no termine por adquirir un tratado de Alberti, recordemos que es el momento en que aparece la imprenta. Los tratados fueron una vía estupenda para difundir las ideas del arte italiano.

El hombre de Vitruvio

¿Cómo se relaciona Vitruvio con lo que estamos tratando aquí? Conviene recordar que Vitruvio era uno de los pocos textos romanos que se conservaban en esta época y que fue rescatado y reinterpretado por Alberti, siendo un referente en sus tratados. En ese resucitar a Vitruvio, Leonardo plantea un estudio de las proporciones humanas a la manera de Vitruvio. Por su parte, Alberti deja constancia en sus tratados de la idea de belleza en lo que para él debe ser el requisito de la obra de arte bella. Escribirá tres tratados: uno dedicado a la pintura, otro a la arquitectura y otro a la escultura. El propio Alberti definía en sus tratados el concepto de belleza: "una armonía de todas las partes en cualquiera que sea el objeto en que aparezca, ajustadas de tal manera y en proporción y conexión tales que nada pueda ser añadido, separado o modificado más que para empeorar."

Interior de la iglesia de San Andrés de Mantua.
Alberti tomará como referencia la arquitectura romana. Nos recuerda al arte romano, pero NO es arte romano. Están reasimilando el arte. Parte del modelo del arco del triunfo romano y lo combina con el frontón, como bien podemos ver en la iglesia de San Andrés de Mantua. Extrae una serie de referencias del mundo romano y las combina para hacer algo nuevo. La fachada de esta iglesia no se puede entender sin el arte romano. Todo para plantear un arte totalmente nuevo que se va a imponer como modelo durante muchos siglos. Se pueden ver los casetones del interior de la iglesia que remiten al panteón romano. También conviene apuntar que en este momento toda obra tiene una función religiosa. Las primeras manifestaciones de la pintura son imágenes religiosas para la Iglesia. El humanismo irá de la mano con la religión.

La escuela de Atenas. Estampa de la signatura del Vaticano. Rafael. 1508-11
La Iglesia utilizará el arte clásico como emblema de prestigio. Cualquier iglesia, senado, ayuntamiento que en términos artísticos quisiera mostrar su poderío utilizará el lenguaje clásico. Se recupera también en esta época la temática mitológica. Hay una revalorización de Grecia y de la Antigüedad, entre ellas su mitología, así como la historia de Roma y Grecia de Herodoto. Una de las consecuencias lógicas de este recuperar el pasado es utilizar como referencia los textos mitológicos.

El nacimiento de Venus. Botticelli. 1478
La temática mitológica va a permanecer como un verdadero motor del arte. Por supuesto, el arte religioso no va a retroceder, siendo la temática mitológica paralela a la religiosa. Si el sentido no es religioso o devocional, ¿cuál era la función del arte mitológico? Simplemente el deseo de recuperar el arte del pasado a través de un arte que lo promueva, que plasme estos valores elevados que plantea la época clásica. Asimismo, el poder político va a utilizar para su interés estas imágenes mitológicas. ¿De qué forma? Para legitimar el poder. En el salón del trono se podían ver imágenes de Julio César o de Alejandro Magno como una analogía simbólica. No es algo raro: detrás del arte siempre hay una instrumentalización.

En El nacimiento de Venus hay orden, armonía, perspectiva monofocal y la figura de Venus recuerda a una escultura del pasado clásico que hemos visto al principio de esta entrada: a la Venus de Cnido de Praxíteles. No es algo casual, se trata de una cita deliberada.

EL CINQUECENTO
La pintura del siglo XVI va a plantear una evolución con respecto a las etapas anteriores. Para la pintura del siglo XV, la perspectiva monofocal es un gran avance, pero para los pintores del siglo XVI, la técnica de la pintura del siglo XV era muy austera, hasta el punto de que utilizarán el término "alla maniera secca" para referirse a ella. Los propios pintores del siglo XVI serán conscientes de que están aportando una mayor expresividad, dan un poco más de vida y dinamismo ante una pintura (la del siglo XV) que está más contenida por la armonía.

¿Cuales fueron los artistas del cinquecento? Estos son sólo algunos de los nombres más importantes:
- Leonardo da Vinci. Da Vinci planteó una representación muy cuidada del movimiento y la anatomía humana para superar esa "maniera secca" del siglo XV. Sacará pautas de representación a través de gestos naturales y actitudes, que caracterizan individualmente al personaje. Es cierto que en este arte todavía hay algo de contención.

La última cena. Leonardo. 1497
En este fresco las figuras interactúan entre sí: cada personaje, en base a su expresión facial, está caracterizado, mandando un mensaje. Con su pintura, Leonardo está sentando un modelo, está implantando por primera vez un tipo de fórmulas que se mantendrán más adelante, aunque ya fuera algo que mencionaba Alberti en sus tratados: las figuras tienen que transmitir emociones (affetti) en sus gestos.

Capilla Sixtina
- Miguel Ángel. Él mismo se consideraba arquitecto y escultor antes que pintor, pero lo poco que pintó fue de una gran transcendencia, especialmente por su labor en la Capilla Sixtina: nos referimos, por supuesto, a la decoración al fresco de la bóveda. Sería el papa Julio II quien llamaría a Miguel Ángel para pintarla. El resultado fue una obra llena de novedades desde el punto de vista técnico y compositivo, dejando de lado la antigua "maniera secca" de los autores anteriores. ¿Cuál fueron estas novedades técnicas? En primer lugar, Miguel Ángel se dio cuenta de que no podía componer a la manera tradicional, ya que la bóveda de la capilla es casi lisa y Miguel Ángel pintó un conjunto de arquitecturas falsas. Esto le sirvió para ordenar la composición de los paneles narrativos de la Biblia. Este recurso va a ser un antes y un después a la hora de ejecutar pinturas al fresco, abriéndose un modelo. Aparte de esto, otro elemento fundamental es el mayor dinamismo y expresividad en las figuras.

Bóveda de la Capilla Sixtina
Miguel Ángel abarrota toda la composición de figuras humanas. Junto a los profetas están las mujeres, que son las sibilas (profetisas paganas griegas), y los ignudi (literalmente, los desnudos), que remiten al arte clásico, motivo predilecto en este tipo de arte. No hay ni una sola figura que repita un gesto; es un auténtico estudio del movimiento y la gestualidad humanas. Es una celebración y apoteosis al cuerpo humano. En "La borrachera de Noé", al igual que hace Leonardo en La última cena, Miguel Ángel utiliza el gesto como medio de expresión.

La borrachera de Noé. 1508-1512
- Rafael. Es un continuador de Leonardo, no es su discípulo, pero sí seguidor. Sigue investigando con los gestos y las miradas como lo hizo Leonardo. En el cuadro de la Sagrada Familia, los niños encajan perfectamente en el regazo de sus madres; la interacción está resuelta de forma natural. Todo es proporción, armonía y orden. Otra característica de la obra de Rafael es el paradigma de la "grazia": imprime una dulzura y una delizadeza a las figuras que no es más que un recurso para idealizar y sublimar a los personajes y promover la devoción.

Sagrada Familia Canigiani. 1507
Rafael fue el creador del retrato moderno; claro que el retrato ya existía en el mundo antiguo, pero será Rafael quien, a partir del camino iniciado por Leonardo, consolidará de alguna manera el retrato en el siglo XVI: el modelo que se impone es el de La Gioconda, con la proporción de los 3/4 y el personaje mirando al espectador. Rafael seguirá este modelo en retratos como El cardenal (1510), pero a diferencia de Leonardo, Rafael concentra la personalidad del individuo. En el caso de Leonardo había una tendencia a la idealización. Rafael va más allá del parecido físico, nos resulta más veraz. Ojo, vuelvo a repetir: ni Leonardo ni Rafael inventaron el retrato, pero sí que lo consolidan en el siglo XVI.

El cardenal (1510) de Rafael
LA MANIERA VENECIANA
Con Rafael terminamos el grupo de pintores que consolidan los nuevos modelos y técnicas del Renacimiento, habiendo planteado nuevos conceptos de expresividad y composición. Pero, ¿qué estaba sucediendo en Venecia? Venecia ha sido siempre un foco de creación cultural. Todas estas nuevas aportaciones pictóricas que hemos visto se conocieron en Florencia, extendiéndose por toda Italia y después por el resto de Europa. La manera de pintar, el procedimiento de pintar de los venecianos consistía, a partir de este instante, en una forma particular de hacer las cosas. Los pintores venecianos comparten todos los códigos del momento, pero con una expresión artística distinta. El pintor florentino entiende el dibujo como herramienta fundamental; sin embargo, los venecianos entienden que el color predomina sobre el dibujo. Son dos corrientes que van a convivir.

Bacanal (1520) de Tiziano
La influencia que ejercerá Tiziano sobre otros pintores como Rubens o Goya es evidente. Es una referencia fundamental para la historia del arte. La perspectiva monofocal es más difícil de reconocer. Tiziano establece una serie de planos sucesivos de luminosidad que sugieren la sensación de profundidad. Efectos de luz tan sofisticados como este sólo se pueden hacer con color. El paisaje también ocupa un lugar importante en los cuadros. Se basa en la factura suelta: los tejidos de algunas de las figuras (como las que vemos a la derecha del cuadro y que están bailando) utilizan manchas de color para representar el vuelo de las ropas.

LA ESCULTURA
El autor más importante será Miguel Ángel. El Renacimiento plantea una reinvención de la cultura clásica, ya lo hemos dicho. Renuevan el arte de su tiempo a través del estudio del arte del pasado; no lo copian, sino que aportan elementos nuevos. Todo esto lo vamos a encontrar también en la escultura y como ejemplo perfecto de esto que estamos hablando tenemos el David de Miguel Ángel.

David de Miguel Ángel
¿Dónde están las aportaciones nuevas en esta escultura? Podemos ver claramente los elementos del pasado (la curva de Praxíteles, el uso de mármol, el desnudo heroico...), de hecho, esta obra no se entiende sin la escultura del pasado clásico, pero ¿y los elementos nuevos? Vemos también una mayor expresividad en esta escultura con respecto a las tradiciones anteriores; al igual que sucede en la pintura, el gesto se utiliza como un nuevo procedimiento expresivo. Expresa con miradas y actitudes la situación, lo que está ocurriendo. Esa mirada, ese ceño fruncido, la boca fruncida..., todo es expresividad emocional para potenciar la obra: David mira a la izquierda, enriqueciendo la lectura de la obra.


La piedad de 1498 es una obra distinta en cuanto a lo que Miguel Ángel plantea. Esta obra fue un encargo


EL BARROCO
En el Barroco, la figura más importante es la de Caravaggio. La propuesta pictórica de Caravaggio es tan innovadora que tenemos que hablar inevitablemente de él. Su propuesta es tan marcada y potente que va a determinar el arte posterior. Pocas veces la obra de un sólo pintor va a tener tanto eco, tanta influencia. Su pintura se caracterizó por muchas cosas, pero fue, ante todo, de un marcado naturalismo, concepto que inventa por primera vez Caravaggio. ¿Qué es esto del naturalismo? Será una corriente que se acabará extendiendo por toda Europa y que frente a la representación realista, pero idealizada de los autores anteriores, el naturalismo va a plantear una representación de la naturaleza sin idealizar. ¿Cómo se manifiesta esto en la obra de Caravaggio?

La vocación de San Mateo de Caravaggio. 1599. Capilla Contarelli
Observemos el cuadro La vocación de San Mateo; este cuadro narra el episodio en que Cristo aparece y ve una predisposición espiritual en San Mateo, que trabajaba como recaudador de impuestos. Fijaos con qué economía de gestos nos informa Caravaggio de la situación: Cristo señala a San Mateo, que está entretenido contando monedas mientras una luz lejana y distante le ilumina. Al mismo tiempo, otro de los personajes se señala a sí mismo como diciendo "¿acaso soy yo?" Fijémonos también en los rostros: hemos dejado atrás los rostros idealizados de los pintores del Renacimiento y tenemos ante nosotros rostros más cercanos. Se sabe que Caravaggio contrataba a personas humildes y las escogía como modelos para sus cuadros, retratando no sólo sus rostros sino también sus gestos, actitudes y su físico. Capta la gestualidad humana con una sutileza magnífica. El naturalismo, y esto conviene recordarlo, es algo que surge desde la pintura religiosa. Por tanto, todo esto hay que ponerlo en el contexto de la Contrarreforma católica. Recordemos que una de las críticas que hacían los luteranos a la iglesia católica es el uso que hacían de la imagen. ¿Qué hará la iglesia católica como reacción ante la negación de las imágenes religiosas? Van a promover la devoción a través de la imagen, pero siempre velando porque fueran claras y hubiera una rotundidad de lectura de la imagen; es decir, el mensaje tiene que llegar de forma directa al fiel. ¿Cómo lo resuelve Caravaggio? A través de este ejercicio de claridad.

Otro de los mecanismos que inventa Caravaggio serán esos recursos luminosos, enfatizando los contrastes entre luces y sombras (el claroscuro); utiliza fuentes de luz laterales, otorgando a las figuras un contraste enorme, una tridimensionalidad tremenda. Ese componente físico aporta un mayor realismo. Fijaos de qué manera trata las figuras: esa iluminación tan particular, tenebrista..., aporta una intención dramática, absorbe nuestra atención de la misma forma que en un teatro se ilumina a un personaje para centrar nuestra atención en él. Hay una manipulación visual, hay efectismo, impacto..., son características propias del Barroco. Ese enorme dramatismo hace que el fiel se fije en un punto del cuadro y el mensaje llegue de forma directa. Esto es lo que buscaba la Contrarreforma. Es cierto que otras propuestas pictóricas estarán pendientes de otra forma.

La muerte de la Virgen (1606) de Caravaggio
Asimismo, Caravaggio también fue un autor polémico en su época y suscitó enormes críticas, más por su carácter y sus procedimientos que por su pintura. Por ejemplo, para este cuadro, La muerte de la Virgen, utilizó como modelo para pintar a la Virgen a una mujer que se había suicidado en el Tíber, ahogándose; y por aquel entonces el suicidio estaba mal visto por la Iglesia, ya que era pecado.

El segundo gran nombre del Barroco es Rubens, el pintor flamenco que es la antítesis de Caravaggio: sigue entendiendo que la pintura tiene que ser idealizada, pero en términos de novedad es tan importante como Caravaggio: su pintura está dotada de movimiento. Su estilo participa del dinamismo, pero cuidado, se trata de un dinamismo controlado.

La adoración de los magos (1608) de Rubens
¿Qué podemos decir de la pintura de Rubens con respecto a la de Caravaggio? Salta a la vista que está especialmente recargada frente a la austeridad de Caravaggio. En sus texturas trata de acariciar la vista. En La adoración de los magos comprobamos que utiliza una diagonal, que aporta este dinamismo, hay agitación, un enlace constante de las figuras. Otro elemento característico de Rubens son sus anatomías: son puro helenismo, parte del desnudo heroico.

Lucha de San Jorge y el dragón (1577) de Rubens
El juicio de Paris (1638) de Rubens

Las tres gracias (1630-1635) de Rubens
Otro de los grandes nombres que hay que mencionar es el de Rembrandt. Cada uno de estos pintores son barrocos, pero tienen su propia personalidad. En el caso de Rembrandt, su pintura tiene un marcado naturalismo; de hecho, su profesor estudió en Roma el caravaggismo. No obstante, Rembrandt no aplicará el naturalismo en la pintura religiosa. Por supuesto que pintaría cuadros religiosos, pero no para su uso devocional como era habitual en los países de la Contrarreforma. Rembrandt es un pintor que se aleja de cualquier voluntad devocional. Su pintura es brutalmente humana (¡ojo!, no humanística): le fascina la cotidianidad de la vida humana, hasta el punto de que tiene bocetos de un mendigo meando; siente tal pasión por lo humano hasta el punto de elevarlo al nivel de arte. Adquieren un componente de verdad como nunca antes en el arte y va a destacar desde el primer momento la idea de la libertad artística.

La ronda de noche de Rembrandt
Si observamos uno de sus grabados, Mujer desnuda, el modelo de representación es el mismo que el de Las tres gracias de Rubens: el desnudo femenino. Pero, ¿qué es lo que diferencia el cuadro de Rubens del grabado de Rembrandt? Simplemente el hecho de que la mujer del grabado de Rubens no es una diosa. Está haciendo algo que está por encima de los criterios estéticos. El caso de su cuadro más famoso, La ronda de noche, constituye una de las obras clave del Barroco. Es también un ejemplo de la particularidad de la pintura holandesa. ¿Qué está sucediendo en Holanda en estos momentos? Se ha independizado de España y el nuevo poder político queda en manos de los burgueses, que utilizarán la pintura para legitimarse. Frente a las imágenes de reyes, la pintura holandesa dedicará sus cuadros a estos gobernantes. ¿Quiénes aparecen entonces en este cuadro? El gremio de los arcabuceros, que era la policía local de Ámsterdam. Rembrandt les representa en un momento cotidiano. Aquí empieza el carácter barroco de Rembrandt: escoge un momento de bullicio, pero que está ordenado por la composición de las líneas. Es barroco por su dinamismo, por su movimiento; utiliza una composición muy oclusiva, no coloca aire ni por delante ni por detrás, pero está conducido y ordenado por las líneas diagonales que confluyen en la mano del capitán Cocq, proyectándose hacia afuera tridimensionalmente.

Mujer desnuda sentada en un montículo (1631), grabado de Rembrandt
Al final de su vida caerá en la desgracia, dejará de pintar por encargo, pero no dejará de pintar. Se trata de una visión muy moderna del pintor: no pinta por dinero, pinta para sí mismo. Las pinturas de su última etapa se caracterizan por un marcado intimismo, son cuadros que muestran mucha intimidad, especialmente para la época, como es el caso de Mujer bañándose. En Autorretrato riéndose se sabe que llegó a pintar con sus propias manos, sin utilizar el pincel, modelando el pigmento como si fuera arcilla.

Mujer bañándose de Rembrandt
Autorretrato riéndose (1669) de Rembrandt
EL BARROCO ESPAÑOL
La pintura española de esta época es una de las más importantes de Europa, pero va a estar condicionada a la pintura religiosa. A partir de Felipe II, el arte vinculado a la sociedad española es de carácter religioso. Por razones obvias, la pintura española también será de un marcado carácter naturalista. Caravaggio será el padre espiritual de muchos pintores españoles, entre ellos Ribalta que, al igual que Caravaggio, saldrá a la calle para escoger sus modelos y hacer que llegue mejor el mensaje religioso a los fieles.
San Francisco confortado por un ángel (1620) de Francisco Ribalta
Por su parte, José de Ribera se marcharía a Nápoles. En el cuadro El martirio de San Felipe vemos de qué manera tan cruenta trata Ribera la piel, casi de forma apergaminada. Hay una referencia al desnudo heroico, pero sin idealizarlo.

El martirio de San Felipe de José de Ribera
VELÁZQUEZ
Lo vamos a asumir como el pintor más importante de la escuela barroca. Su propuesta pictórica nace del naturalismo e irá evolucionando, sirviendo como modelo para muchos pintores de la modernidad. Por ejemplo, su cuadro Vieja friendo huevos muestra una obra de un Velázquez muy joven, cuando contaba con 19 años. ¿Por qué es importante este cuadro? Pongámonos en contexto: estamos en Sevilla, a principios del siglo XVII. Sevilla es en esta época un importante puerto fluvial y foco de las principales rutas comerciales con América, por lo que acabará convirtiéndose en una ciudad próspera y de gran riqueza. Esta riqueza fomentará la creación artística en la ciudad y Velázquez será uno de sus protagonistas. Velázquez es un pintor que propone una pintura particular en cuanto al tema. Recordemos que la temática preponderante en la pintura española es religiosa. ¿Qué sucede, entonces, con Vieja friendo huevos? Trata un tema doméstico, muy del gusto de la burguesía sevillana. Como ya se ha dicho, la burguesía, que fue la principal mecenas del arte, impuso sus gustos y concretamente en Sevilla promovió un tipo de arte no religioso: son las denominadas escenas de género las predilectas de la burguesía sevillana, la escenas domésticas.

Vieja friendo huevos (1618) de Velázquez
Tenemos que distinguir, a propósito de esto, dos tipos de pintura: la pintura histórica, aquella que plasma una narración, que está consagrada a un tema histórica; y la pintura de género, aquella que no plantea una historia, como por ejemplo, un cuadro de un paisaje.

Velázquez, al igual que Caravaggio, es un pintor que no idealiza y de marcada factura naturalista. Comienza siendo un pintor naturalista y posteriormente evolucionaría y abriría su abanico de influencias. Si vemos los rostros de Vieja friendo huevos, veremos que son rostros tomados de la calle, como ya hiciera Caravaggio. Su suegro, Pacheco, gran pintor y teórico, cuenta en una biografía que escribió de Velázquez cómo tenía a su servicio a un chico, que es el que aparece en el cuadro, que utilizaba como modelo y al que veremos crecer en sus cuadros. A propósito de Pacheco, cabe mencionar que es una figura interesante dentro del panorama artístico español: no sólo fue pintor, sino también fue un gran tratadista a la altura de Alberti. Las texturas de los objetos que aparecen en el cuadro son marcadamente reales, utiliza una pincelada meticulosa y trazados muy lentos; aportando cualidades táctiles hasta el punto de que casi los podemos tocar y sentir su textura. Viendo su potencial y como parte de un proceso que llevó a cabo el Conde-duque de Olivares en el que contrató para trabajar en la Corte a numerosos artistas, Velázquez llegaría a Madrid en 1623 para trabajar como pintor de la Corte. Estando en la Corte entrará en contacto con las colecciones de pintura de los reyes, que le abrirá todo un campo de influencia: Tiziano, Rubens..., le servirán de modelo y harán que la pintura de Velázquez evolucione desde ese primer período naturalista hasta un tipo de pintura más clasicista. Se sabe que Rubens vino a España y aconsejó a Velázquez que si quería prosperar que viajase a Italia y se pusiera en contacto con el clasicismo. Tras un período de permanencia de un año en Italia se empapará de la pintura clásica italiana y fruto de esta estancia será el cuadro La fragua de Vulcano.

La fragua de Vulcano (1630) de Velázquez. Museo del Prado
¿Qué sucede con este cuadro? Sigue siendo naturalista, pero claramente se abre a la influencia clasicista. Capta con una sutileza magistral los rostros. Observemos las anatomías: son propias de Rafael, de Miguel Ángel... Incluso desde el punto de vista técnico empieza a soltar la pincelada y empieza a pintar con manchas de color, ya no utiliza la técnica apretada y detallista de Vieja friendo huevos. La temática es ahora mitológica: Apolo baja a la fragua del dios Hefesto para informarle de que su esposa, Venus, le está poniendo los cuernos con Ares. Velázquez, al igual que Caravaggio, condensa con gestos y con miradas el momento: Hefesto, con torva vista, mira fijamente a Apolo, que acaba de darle la noticia, mientras los trabajadores de la fragua contemplan con cara de circunstancia la situación.
Las meninas (1655) de Velázquez. Museo del Prado
Pero sin duda alguna, su obra maestra es Las meninas. Este cuadro es de una brutal modernidad. En él, Velázquez por fin entiende que pintar es mancha y color: la tridimensionalidad se representa no sólo mediante un punto de fuga, sino con manchas de color, tal y como hacían los pintores venecianos. ¿Cómo se consigue esa sensación de profundidad? Con la luz y la única manera con la que se puede representar es con color: las figuras están deshechas, abriendo la puerta a la pintura moderna. Es, además, el primer ejercicio de representación metalingüístico en el arte.

Detalle de Las meninas en el que se ve de qué manera Velázquez pinta las figuras deshechas.
LA ARQUITECTURA DE BORROMINI
En el caso de Borromini nos volvemos a encontrar lo que ya hemos visto en la pintura del Barroco: recoge los elementos y planteamientos del Renacimiento, pero añadiendo dinamismo. Se trata de un principio estético común. Si vemos las imágenes del convento de las trinitarias de San Carlo alle Quattro Fontane, en Roma, el primer elemento que nos llama la atención es la planta: no utiliza la tradicional planta en cruz, sino que utiliza una planta elíptica, a falta de otra definición, ya que no acaba de ser totalmente elíptica, sino una mezcla de varias líneas curvas. Constituye una forma geométrica pura, construida sobre el perfil de varios triángulos que generan un rombo, pero sometido a lo curvilíneo, a lo sinuoso. Recordemos que el Barroco es un juego de contrarios.
Planta del convento de las trinitarias de San Carlo alle Quattro Fontane
¿Qué es lo que se consigue con esto? Dinamismo. Por otro lado, las referencias ornamentales del interior del templo son bastante discretas, se reducen al adorno clásico con columnas de orden corintio. Es puro movimiento, pura luz. Observemos de qué manera Borromini coloca vanos (ventanas) de tal forma que la luz contribuye a generar esa sensación de movimiento.

Fachada de San Carlo alle Quattro Fontane

Cúpula de San Carlo alle Quattro Fontane

Interior de San Carlo alle Quattro Fontane
LA ESCULTURA DE BERNINI
Bernini va a ser el continuador de Miguel Ángel y uno de los mejores escultores de la historia. Pongamos como ejemplo su obra El rapto de Proserpina. ¿Qué es clásico en esta escultura? Mantiene el canon clásico de belleza, la temática es mitológica y hay un realismo idealizado. También hay una continuidad con el arte clásico en el material: el mármol labrado. Pero, ¿qué es lo nuevo? Hay una clara sensación de movimiento; no en vano Bernini escoge el momento narrativo de más acción del mito de Perséfone para crear su escultura. Antes del Barroco, la plasmación gestual y facial ha sido siempre más contenida. Observemos el rostro de Proserpina, en su cara de asco y de estar siendo violentada.

El rapto de Proserpina (1622) de Bernini
Pero ya no sólo hay que atender a los rostros; si hay algo por lo que se caracteriza Bernini es porque sabía imprimir vida al mármol. Desarrollará un genio técnico que es un absoluto prodigio para representar la textura en el mármol: se puede ver de qué manera Plutón moldea con sus dedos la carne de Proserpina. Ha dejado de ser mármol para convertirse en carne o en cabello. Se trata de un arte muy sensual hasta el punto de llegar a lo erótico.

Los dedos de Plutón hundiéndose en la carne de Proserpina y los cabellos la diosa
Pero sin lugar a dudas, su obra maestra es la capilla funeraria de la familia Cornaro. Es tan importante que puede llegar a ser objeto de examen con toda seguridad. Esta obra es un resumen de las cuestiones que venimos tratando anteriormente. Pongámonos en contexto: la familia Cornaro encargará a Bernini esta obra en la que aplicará el bel composto, un procedimiento que implica unir distintas disciplinas en un mismo proyecto con sentido orgánico en el que todo está interrelacionado.

Capilla funeraria de la familia Cornaro en Santa Maria della Victoria, Roma, (1645-1652) de Bernini
La obra escultórica integrante de este conjunto, El éxtasis de Santa Teresa, no se puede entender sin el resto del complejo. Volvemos a esa idea impactante de conmover al espectador. Hay un elemento de teatralidad, propia de la estética barroca; es una obra que está literalmente concebida como un teatro: coloca a cada uno de los lados palcos donde hay retratos de la familia Cornaro.

Uno de los palcos de la capilla Cornaro
Es una obra que encaja dentro del sentido que la Contrarreforma le va a pedir al arte. Alejándose de la estética naturalista se pone al servicio de los valores de la Contrarreforma. El Barroco buscará llegar al alma del fiel a través de las emociones. El arte se entiende como arma de difusión masiva; promueve una emocionalidad que lleva al adoctrinamiento. En cuanto a El éxtasis de Santa Teresa representa uno de los raptos místicos de Santa Teresa, un momento en que entra en contacto con Dios en vida. Capta la ambigüedad dolor-placer que expresaba la mística en sus poesías, que describía estos encuentros con Dios como algo doloroso a la vez que placentero. Esta ambigüedad queda expresada en su rostro, cercano al rostro del orgasmo. No hay un movimiento tan explícito como en El rapto de Proserpina, pero se pueden ver  los espasmos y la agitación física de Santa Teresa.

El éxtasis de Santa Teresa de Bernini



Rostro de Santa Teresa
EL NEOCLASICISMO
El neoclasicismo nace en la Francia de este momento y tendrá una fuerza que acabará dominando el resto del panorama europeo. También es el momento en que aparecen autores como Goya, precursor de técnicas que se explorarán después. Todo esto creará un panorama artístico complejo y rico. Podemos dividir este período histórico, a modo de resumen, en dos secciones: el arte neoclásico y la figura de Goya, que no es un pintor barroco, pero tampoco es clásico.

El siglo XVIII es un momento de diversas corrientes. Si hay un momento heterogéneo en el arte europeo es ahora, pero dado que esta entrada permite poca extensión, nos centraremos en el neoclasicismo. Esta corriente es un producto de origen francés y de un cambio ideológico y cultural promovido por la Ilustración. El arte, si hasta ahora se había cocinado en Italia, ahora se trasladará a Francia. Inevitablemente tenemos que hablar de la Ilustración como nueva base filosófica que plantea que la razón es el eje central. Los ilustrados franceses proponen regenerar la sociedad en la que viven, una sociedad marcada por el absolutismo del poder, de la realeza y de la nobleza. Criticaban el carácter corrupto de este sistema de valores, valores que quedan representados en un tipo de pintura de esta época, la pintura galante, que mostraba el gusto de la sociedad noble francesa. Son cuadros de escenas campestres en los que los nobles disfrutaban de los placeres de la vida mundana. Las obras de Watteau son un ejemplo perfecto de este gusto imperante.


Peregrinación a la isla de Citera de Watteau
En el cuadro Peregrinación a la isla de Citera vemos a un conjunto de nobles preparándose para su viaje a la isla de Citerea, la isla de Venus, del amor; se trata de un lugar de libertinaje donde se puede dar rienda suelta a las desbocadas pasiones. Los ilustrados reaccionarán contra estos valores, que consideraban corruptos. En 1789, el pueblo, alentado por la burguesía, se rebela contra este sistema. Esta idea de regeneración social y moral es esencial para entender la aparición del neoclasicismo; para los pintores hijos de la Ilustración, este cuadro simbolizaría la corrupción moral de la sociedad y, por lo tanto, es algo despreciable. Se debe volver a esa pureza, a esas normas y cánones propios del arte griego que el arte barroco ha abandonado. La sensualidad y la humanidad que ha imprimido el Barroco al arte clásico es despreciado por los neoclásicos. En definitiva, el neoclasicismo pretende una vuelta al arte del pasado clásico, pero ¿acaso no hemos visto ya que el modelo clásico ha estado presente también en las etapas anteriores? ¿Qué diferencia hay ahora con respecto a las etapas anteriores? En primer lugar, los neoclásicos tomarán como referencia exclusivamente el modelo griego, en lugar del romano. En esta época, Grecia abre sus puertas a Occidente, permitiendo a los artistas conocer el arte griego. En segundo lugar, los ilustrados y los artistas neoclásicos entienden el arte como un instrumento que contiene dimensiones éticas y estéticas. El arte debe ser un instrumento de valores éticos (nulla aesthetica sine ethica). Los ilustrados se darán cuenta de que el arte es el instrumento perfecto para regenerar la sociedad.

El juramento de los Horacios (1784) de David
Pero, ¿no ha ocurrido esto desde siempre? ¿Acaso las pinturas de Ribera, por poner un ejemplo, no están vinculadas a un sistema de valores cristianos? La diferencia estriba en que la Ilustración fue un movimiento de carácter laico y, por lo tanto, los valores del neoclasicismo son también laicos. De hecho, llegaron a hacerse tan radicales que dejaron de utilizar el calendario gregoriano y adoptaron el calendario jacobino. En este contexto aparece la figura del pintor Jacques Louis David, a quien podríamos considerar como el paradigma del neoclasicismo. Si bien es cierto que el neoclasicismo se forjó antes de la Revolución francesa, es aún más cierto que la Revolución lo va a consagrar como su arte. Es un arte cargado de valores políticos, aunque llegaría a otros países sin esta carga política. David marcaría el ejemplo de artista neoclásico. No fue sólo un pintor que ejemplifica el neoclasicismo, sino que fue revolucionario y estuvo comprometido con la Revolución.

Su cuadro El juramento de los Horacios se aleja de la estética barroca; en su búsqueda de esa estabilidad geométrica, rompe con lo que el Barroco había planteado; utiliza el triángulo para la composición en lugar de la diagonal del Barroco. Es una propuesta de profunda rotundidad compositiva. Hay referencias escultóricas: las figuras parecen relieves pintados, se vuelve a la pureza de Praxíteles y a la austeridad de los rostros. Hay, a su vez, cierto homoerotismo: los hombres, enaltecidos en un primer plano, juran ante las espadas (claro símbolo fálico), mientras las mujeres quedan relegadas a un segundo plano, pasivas. Desde el punto de vista técnico volvemos al dibujo, se toma como referencia a pintores como Rafael. Es una pintura retórica, intencionadamente artificial en el sentido de que abandona cualquier expresión natural. Este cuadro tiene que funcionar como un instrumento de propaganda de los nuevos valores morales del neoclasicismo. Pero, ¿hasta cuándo se podían seguir exprimiendo los cánones del clasicismo, explotados hasta la saciedad desde el Renacimiento? El neoclasicismo tuvo muy poco recorrido por esta razón, se agotó en seguida. En torno al año 1800 aparecería el Sturm und Drang, un movimiento alemán que anuncia la llegada del romanticismo. El pensamiento romántico llegará muy pronto a Europa y barrerá con el neoclasicismo. A pesar de ser un estilo breve tuvo la suficiente potencia como para difundirse por Europa.

FRANCISCO DE GOYA
En este momento van a aparecer un puñado de artistas que, fuera de los principios estéticos del momento; es decir, del neoclasicismo, van a proponer una ruptura que anticipa la modernidad. Entre ellos tenemos a Francisco de Goya, que será un artista que cierra una puerta y abre otra. Es un artista de transición que se coloca a medio camino entre la tradición clásica y el romanticismo. Sus innovaciones y su ruptura plantean los principios estéticos de lo que más tarde sería el romanticismo; es un verdadero anticipo de la modernidad, ¿de qué manera? En Goya, el punto de vista del artista se antepone a cualquier consideración. El arte es prolongación de la vida, de la forma de ver el mundo, de la forma de pensar..., no es algo que dependa de principios externos, no es algo que deba depender del encargo de un noble, de un rey o del papa, como venía siendo habitual. Ahora es el artista el que decide. En tiempos de Goya la Academia era la que planteaba una serie de principios estéticos, de cánones y de reglas que se tenían que cumplir, pero Goya se saltará estos principios académicos y neoclásicos.

Cuando llega a Madrid es requerido como pintor de cámara de la corte de Carlos IV. Aunque el retrato pueda parecer un género sin mayor importancia, lo cierto es que puede teñirse de subjetividad: Goya es un pintor que no sólo consigue retratar físicamente bien a sus modelos, sino que consigue al mismo tiempo imprimir una sensación de verdad, hasta el punto de mostrar la propia opinión que tiene del retratado.

La familia de Carlos IV (1800) de Goya
Si hemos dicho que en este momento el arte es algo que procede del mundo interior del artista, el hecho de que Goya se quedara sordo o que viviera sucesos como la Guerra de la Independencia acabarían siendo un influjo decisivo en sus obras. Si vemos Los fusilamientos del 3 de mayo comprobaremos que el tema que trata no es muy distinto de El juramento de los Horacios de David, pero a diferencia de David, Goya retrata con una crudeza áspera el momento. En este cuadro, además, utiliza una técnica pictórica antiacadémica, los ojos de las figuras están desencajados para transmitir la angustia y la irracionalidad. Goya fue lo que se llamó en su momento un afrancesado, fue partidario de las ideas de la Revolución francesa, aunque en 1808, con la invasión del ejército napoleónico, quedó francamente decepcionado. No dudó en retratar esta decepción y su visión crítica de la guerra en su serie de grabados Los desastres de la guerra. Con esta serie, el artista deja su taller y sale a la calle a retratar lo que se está viviendo, a la manera de un fotógrafo de guerra.

El 3 de mayo (1814) de Goya
En 1792, Goya había sufrido una enfermedad muy grave que casi le mata y acaba por dejarle sordo de por vida. Este hecho tan trascendente tiene consecuencias en su arte, ya que le aísla en cierta forma del mundo que le rodea. Su arte empieza a ser más introspectivo en dos sentidos: por un lado, su arte empieza a estar vinculado a los aspectos de la mente humana y por otro, se vuelve más intimista y retrospectivo. Su otra serie de grabados, Los caprichos, nos muestra dos temas: el amor y la brujería. Muchos de sus grabados han hecho que algunos le consideren el padre de la caricatura. Tenemos que tener en cuenta que Goya es un pintor ilustrado: se da cuenta que cuando la razón se relaja, la mente humana tiene dmensiones oscuras, de deseos reprimidos. Como anticipo del surrealismo, Goya se da cuenta de que el arte puede utilizar los elementos irracionales como inspiración.

El sueño de la razón produce monstruos (1797-1799) de Goya
A las afueras de Madrid, junto al río Manzanares, Goya adquirió una casa de campo llamada la Quinta del Sordo. Al morir, uno de sus descendientes se encontró una serie de pinturas pintadas en el yeso de la pared y que, dada su paleta oscura y su temática, acabaron por llamarse las Pinturas Negras de Goya. Hoy en día estas pinturas se encuentran en el Museo del Prado, trasladadas a un lienzo mediante las apropiadas técnicas. ¿Qué suponen estas pinturas dentro de la producción de Goya? Se trata de un puro ejercicio de libertad: pinta lo que le da la gana y como le da la gana, tanto a nivel temático como a nivel técnico. Modela las formas con una capa pictórica muy densa y sin mezclas. No hay el menor intento de representar la perspectiva, es pura mancha.

Judith y Holofernes (1820-1823) de Goya
Es expresionismo pictórico: el rostro, la anatomía, el carácter experimental, ese expresionismo deformador que plantea una imagen terrorífica..., todo constituye un atisbo de la modernidad posterior. Algunos incluso se han llegado a plantear si de verdad Goya llegó a pintar estas obras.

Duelo a garrotazos (1820-1823) de Goya




Bibliografía
AZCÁRATE, José María et al.: Historia del arte, Ediciones Anaya, Madrid, 1979

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