Lo que a continuación se presenta son las traducciones de dos artículos que aparecieron en el Journal of the society of arts. El primero de ellos, Musical instruments of the Javanese, apareció el 29 de septiembre de 1882 y el segundo, Javanese musical instruments, apareció el 3 de noviembre de 1882, ambos de W. S. Mitchell. Conviene tener en cuenta, antes de leerlos, que se trata de algunos de los primeros escritos sobre la música de Java que se han realizado; puede verse en la fascinación y el desconocimiento –a veces con un ligero tinte de inocencia– que se desprende de los textos por la música y la cultura de la isla de Java, de ahí que los nombres de muchos de los instrumentos puedan variar ligeramente con respecto a cómo aparecen hoy en día. Por ejemplo, el término kampang también se puede encontrar en otros sitios como gambang; el término soeling también puede aparecer en otros sitios como suling; el instrumento de cuerda rebab aparece escrito en uno de los artículos indistintamente como rebab o rhebab; el término demong puede aparecer como demung; etc. En todo caso, he respetado la escritura de estos términos tal y como se han escrito en los artículos originales. Al final podréis encontrar en el apartado «Enlaces de interés» una serie de enlaces: el primero dirige a una página del Grinell College especialmente interesante donde encontraréis información muy detallada sobre la música de Java –fotos de los instrumentos, explicaciones detalladas de la cultura musical de Java, etc.– que despejará cualquier duda que podáis tener sobre el tema; el segundo dirige a «Historia de Java» de Sir Stamford Raffles. También añado unos enlaces a los artículos originales en inglés, que podréis consultar fácilmente en la JSTOR.
LOS INSTRUMENTOS MUSICALES DE LOS JAVANESES
Se nos ha brindado la oportunidad de ampliar nuestros conocimientos sobre la música de Java. Un caballero holandés acaba de traer a Europa un grupo de músicos javaneses, acompañados de sus instrumentos. Han venido desde Batavia a Londres y sus primeros conciertos serán en el edificio anexo al Royal Aquarium. Hasta ahora todo lo que sabíamos, tanto de la música de Java como de sus instrumentos musicales, era por el libro «Historia de Java» de Sir Stamford Raffles, publicado en 1828. En medio de sus deberes políticos, encontró tiempo para examinar las antigüedades, la literatura y la lengua clásica (el kawi), y, por extensión, la música tradicional de Java. Humboldt estudió más profundamente la lengua y los resultados de su trabajo dieron como fruto tres tomos de las transacciones de la Academia de Berlín.
El doctor Caldwell, en sus estudios sobre
las lenguas drávidas, ha señalado una probable relación del kawi con otras
lenguas. Tan sólo una pequeña parte de los viejos poemas escritos en esta
lengua se han traducido a la lengua moderna, aunque sigue siendo el lenguaje
utilizado en las obras de teatro. Algunos viajeros han descrito algunas de las
antigüedades, pero en lo referente a la música de este pueblo, la producción es
más bien exigua, aunque los pocos detalles dados por Sir Stamford Raffles
demuestran que hay un enorme interés por el asunto.
Aunque los javaneses sobreviven hoy en día tan sólo
en las dos pequeñas provincias de Yogyakarta y Surakarta (o simplemente Solo),
y los príncipes herederos no son más que dirigentes nominales bajo el
protectorado holandés, los gamelanes imperiales se conservan fervientemente
como parte de la Corte, y la gente sigue mostrando un firme interés por los
espectáculos musicales.
No se sabe con certeza cuál es el uso correcto de la
palabra gamelán. Algunos de los viajeros más modernos hablan de los gamelanes
como un conjunto agradable de tres instrumentos, aunque los gamelanes de la
Corte cuentan con una platilla de alrededor de cien músicos. Algunos la
utilizan únicamente para referirse a los instrumentos y otros también incluyen
en la definición a los intérpretes. La palabra que se utiliza en Occidente,
orquesta (usada para referirnos tanto a los instrumentistas como al coro), sería,
tal vez, el término más parecido al de gamelán, ya que hay partes vocales que
cantan mujeres que permanecen sentadas, para distinguirlas de los actores. Sir
Stamford Raffles habla de los gamelanes como algo que se utiliza en procesiones
de festivales y en la música militar. Existen también gamelanes integrados
únicamente por instrumentos hechos con cañas de bambú y, por lo visto, algunas
veces sólo están integrados por tomtoms y flautas.
Los instrumentos que estos músicos javaneses han
traído son solamente aquellos que se
usan para acompañar representaciones teatrales y son sólo estos los que nos
molestamos en describir en este artículo. Aunque los carteles publicitarios
hablan del gamelán javanés, está claro que existen dos tipos muy diferentes de
conjuntos instrumentales, que, además, representan diferentes sistemas
musicales. Esto último puede no parecer tan evidente, ya que muchos gamelanes
están mezclados entre sí y tienen una apariencia similar, pero, tras comparar
las notas que emiten los instrumentos por separado, se hace evidente que uno de
los sistemas es pentatónico (al igual que la vieja escala escocesa), mientras
que el otro utiliza intervalos difíciles de ubicar con precisión en nuestro
sistema occidental. Excepto algunos instrumentos, como el rebab y el soeling, el
resto de instrumentos son de percusión y, esa poca precisión a la hora de definir
claramente la altura del sonido se debe, en parte y sin lugar a dudas, a la falta
de una técnica solvente cuando se percuten, algo que es necesario para producir
la altura del sonido de una manera más definida y clara para el oído. Sin
embargo, muchos de los instrumentos de los gamelanes están por duplicado y la
misma nota emitida por una pareja de un mismo instrumento no está afinada por
igual, y tampoco un cambio en la manera de percutirlos parece solucionar el
problema. Evidentemente, hay que ser permisivos con estos instrumentos
imperfectamente afinados. El sistema pentatónico es inconfundible y, aunque las
notas no están completamente afinadas, es fácil reconocerlo. El otro de los dos
sistemas es algo más complicado. Si asumimos que las notas son reales, nos
encontramos, en algunos casos, con cinco intervalos en lugar de uno, como
sucede en nuestro sistema occidental; en otros casos, el intervalo es el mismo,
mientras que en otros, algunas de nuestras intervalos brillan totalmente por su
ausencia en su sistema. Los nativos utilizan el nombre de gamelán salindro para referirse a
los gamelanes compuestos por aquellos instrumentos que utilizan la escala
pentatónica. El otro recibe el nombre de gamelán pelog. Los únicos instrumentos
comunes a ambos gamelanes son el rhebab de tres cuerdas, los tambores y los
gongs. Existen otros instrumentos similares en cuanto a la construcción en
ambos gamelanes; la única diferencia radica en la escala que utilizan. Los
instrumentos de percusión se pueden agrupar en diferentes tipos: harmonicon,
campanas, gongs, tambores, ketzer (?). Todos ellos se tocan con los topoos, un
objeto similar a nuestras mazas, aunque existe una enorme variedad en cuanto a
la forma y al material usado en las puntas con las que se percute.
LOS
DEL TIPO HARMONICON (LÁMINAS DE MADERA)
El kambang. Las láminas son de madera (parece que de
algún tipo de peral) y descansan sobre una caja tallada y pintada, de alrededor
de unos veinticinco centímetros de altura. Las láminas se mantienen fijas en su
sitio gracias a una serie de clavijas metálicas colocadas en la caja. Aunque
las láminas no están fijas, en uno de sus extremos hay un agujero por donde se
puede introducir fácilmente una clavija, mientras que el otro extremo yace
entre dos clavijas. Además, se puede cambiar fácilmente su posición. Los tapoos
utilizados para percutir el instrumento son muy similares a los utilizados en
las bandas de música de la caballería británica, con su punta cubierta de
algodón.
Gambang kayu. Fuente: Grinell College |
El kambang salindro utiliza veinte notas dentro de
un rango de cuatro octavas. La nota más grave es la de la lámina de sesenta
centímetros de largo y la más aguda la de la lámina de treinta centímetros. La
longitud de la caja es de ciento veinticinco centímetros.
El kambang pelog tiene diecinueve notas. La más
grave es la de la lámina que mide sesenta centímetros de longitud y la más
aguda la de la lámina de treinta y un centímetros de largo. La longitud de la
caja es de ciento treinta y dos centímetros.
LOS
DEL TIPO HARMONICON (LÁMINAS DE METAL)
El saron. Las láminas son de metal, fabricadas a partir
de algún tipo de aleación de cobre y plata; no utilizan estaño en la aleación. Las
láminas de las notas más graves son tan finas en comparación con su tamaño, que
el término que mejor las define es el de láminas, pero a medida que ascendemos
en la escala, van adquiriendo forma de barra de manera gradual, hasta llegar a
las láminas de las notas más agudas, que se van curvando transversalmente por
los lados y que tienen una profundidad más o menos igual a la de su anchura en
la base. En los sarones del gamelán salindro, cada uno de estos instrumentos
cuenta con un grupo de seis notas dentro de una octava, mientras que los grupos
de varios sarones colocados a modo de secuencia abarcan un rango de tres
octavas, utilizando escalas pentatónicas. El saron más agudo se llama saron
peking salindro, el siguiente más gave se llama saron allete salindro y el más
grave de todos recibe el nombre de saron demong salindro.
Sección de sarones de un gamelán sekati, de izquierda a derecha: saron peking, saron barung, saron demung y saron barung. Fuente: Grinnell College |
Existen tres tipos de sarones muy similares en el
gamelán pelog, pero cada saron cuenta con un grupo de siete notas. Los
intervalos son, por supuesto, diferentes de los utilizados en los sarones de
salindro; la segunda lámina y la sexta están a distancia de octava. También se
utilizan indistintamente los adjetivos peking, allete y demong para referirse a
ellos.
Los sarones se percuten con tapoos; los utilizados
para los demongs tienen puntas almohadillas, y los utilizados para los alletes
y los pekings tienen forma de mazo.
El slentem salindro. Los slentem salindro son unos instrumentos que se disponen en secuencia a partir de la octava siguiente por debajo del saron demong salindro. La única diferencia sustancial es que cada lámina tiene un nervio hueco.
Slenthem. Fuente: Grinnell College |
LAS CAMPANAS
El término campana se utiliza aquí para referirse a los instrumentos de metal que tienen una forma similar a la de una tetera del revés con un pitorrito hueco encima. Los nativos no le han dado un nombre concreto a estos instrumentos y parece que ningún escritor europeo los ha descrito (hasta donde puede deducirse de las investigaciones realizadas por el museo británico). Las campanas, en la acepción principal de la palabra, están suspendidas y se percuten un poco más arriba del canto; estas campanas de las que hablamos no están suspendidas, pero descansan sobre dos cuerdas y se percuten golpeando el pitorrito. Las diferentes formas en las que están sujetas, de tal manera que vibran en respuesta a un golpe, no parece justificar la creación de un nuevo nombre. La presencia del pitorrito hueco es muy característica y tal vez convendría acuñar un término más adecuado para referirse a él, como, por ejemplo, «guía de la campana» (bell-boss en inglés), ya que su efecto en los armónicos está más estudiado. Sin embargo, en esta descripción que hacemos se les llama simplemente campanas.
Ejemplo de las campanas que utilizan los músicos de Java. Cinco kempules del gamelán slendro. |
Existe un rango muy amplio en lo referente a las
dimensiones de las campanas. El diámetro de la boca de la campana varía desde
aproximadamente los dieciocho centímetros hasta aproximadamente los cuarenta y
seis, los lados van desde los aproximadamente siete centímetros y medio hasta
aproximadamente los veinte centímetros. El pitorrito va desde los siete
centímetros y medio a los aproximadamente trece centímetros de ancho y desde
los aproximadamente cuatro centímetros hasta los aproximadamente siete
centímetros y medio de largo.
Todas estas campanas están suspendidas y separadas entre sí. Las campanas que emiten notas más agudas se organizan en grupos y cada grupo cuenta con un resistente travesaño de madera. Sólo aquellas que están solas y separadas de un grupo tienen nombre propio. Los grupos se consideran como un único instrumento. El slentem pelog consta de un grupo de siete campanas, el bonang pelog de catorce campanas y el deneros (que también se usa en el gamelan pelog anteriormente mencionado) consta de catorce campanas. Los dos grupos tienen pitorritos en el centro, al igual que algunos gongs chinos. No hay mucho que señalar de los tambores, tomtoms, flautas o rhebab, ya que son los instrumentos de metal los que resultan más interesantes. Muchas de las láminas y las barras de metal son especialmente interesantes por la belleza de su sonido, pero cabe señalar muchos más aspectos de las campanas.
Estos instrumentos, totalmente desconocidos,
constituyen un importante objeto de estudio que tal vez puedan proporcionar
algunas pistas prácticas a los fabricantes de campanas. ¿Qué relación existe
entre el pitorrito y el resto de la campana? Esta es una pregunta que, huelga
decirlo, es bastante difícil de responder. El modo de manufactura es el
siguiente: primero, el metal se vierte en un molde; después se le da forma con
un martillo y, por último, se consigue la nota que se desea que emita la
campana mediante una ulterior etapa de limado. Evidentemente, una cosa es lo
que el artesano quiera lograr y otra muy distinta lo que realmente se consiga, salvo
que se llegue a una solución aproximada que sea satisfactoria. Los pitorritos
están, en algunos casos, lejos del centro y puede haber una diferencia de hasta
cuatro centímetros en la medida de los diámetros de algunas de las campanas.
Parece como si la intención fuese hacer que el pitorrito emitiese una nota a
distancia de octava con respecto a la nota que emite el cuerpo de la campana;
no obstante, en algunos casos, también se pueden encontrar notas a distancia de
quinta o duodécima (octava más la cuarta), que son las que predominan. Un
estudio bastante satisfactorio realizado sobre este asunto sólo podría llevarse
a cabo en algún sitio más silencioso y sería estupendo si se pudiera hacer
antes de que los músicos se marchen de Londres. En cuanto a la combinación de
instrumentos para formar un gamelán, podrá comprobarse que la mayoría de ellos
cuenta, prácticamente, con tres instrumentos: uno de ellos, sería el conjunto
de instrumentos de láminas y campanas emitiendo notas en diferentes octavas; el
segundo sería el kambang solo; y el tercero serían los tambores. El uso de los tambores
parece que no sólo es el habitual y propio de este instrumento, sino que
también se utiliza para crear un bordón que apoye a los instrumentos de cuerda,
especialmente cuando se percuten con una rápida sucesión de golpes.
Los que han escrito sobre la música oriental han
insistido mucho, probablemente, en la peculiaridad de las escalas que utilizan
y en el caso de estos instrumentos javaneses, parece que no se utilizan en
ningún momento notas por grados conjuntos.
LOS INSTRUMENTOS MUSICALES JAVANESES
En el número del 29 de septiembre se dieron algunos detalles sobre los instrumentos musicales de Java. Se explicó que, al contrario de lo que sucede con los sistemas pentatónicos del gamelán salindro, que son inconfundibles, los sistemas del gamelán pelok presentan mayores dificultades. Un estudio más profundo de estos instrumentos ha explicado cómo se desarrolló. En el slentem pelog y en el peneros, que, tal y como se ha descrito, constan cada uno de ellos de un grupo de catorce campanas, se cambia la posición de algunas de ellas en ciertas ocasiones según convenga, aparentemente para que aquellas que se hayan usado demasiado pueden estar juntas. Herr Walkert, que ha traído consigo a Europa a algunos javaneses, no es músico y, aunque está bastante predispuesto a resolver algunas cuestiones y plantear soluciones en relación a los javaneses, es evidente que algunas de ellas se han malinterpretado. La dificultad aumenta en el momento en que hablamos de un tipo de música en la que las notas no tienen nombre como en la música occidental. Sí, las láminas de los instrumentos tienen nombres y las campanas, también –tanto para las pequeñas como para las grandes–, pese a que hace unos días se dijo lo contrario. Los nombres de los instrumentos del gamelán pelok, de izquierda a derecha, son los siguientes: bem, pengulus (o pengoeleo), penoeloe, pelok, limo, nenem (gnum) y bavang, nombres que se utilizan tanto para las láminas de metal de los sarones, como para las láminas de madera del kambang y las campanas. En el gamelán salindro (el que utiliza el sistema pentatónico) no hay ni pelok ni barang. Sin embargo, la palabra barang se utiliza como adjetivo. De este modo, el bem más grave en cada saron recibe el nombre de bem bazzan y la octava aguda recibe el nombre de bem barang. Hasta aquí, todo es sencillo y el bem del gamelán pelok es la misma nota que el bem del gamelán salindro. Pero el limo del gamelán salindro se corresponde con el nenem del gamelán pelok y el penoeloe del salindro es la misma nota que la del pelok del gamelán pelok. De manera que, aunque no hay una lámina pelok en las secuencias del gamelán salindro son la misma nota, pese a que en un sistema se llama pelok y en otro penoeloe. Mediante la ayuda de una serie de diagramas, y escribiendo el nombre de las notas, todos están de acuerdo en estas cuestiones y resulta mucho más sencillo entender que se trata de la misma nota o del mismo sonido (buni) tanto en cuando hablamos del limo del gamelán salindro como cuando hablamos del nenem del gamelán pelok. En lo que respecta a utilizar sílabas para nombrar a las notas musicales, como hacemos en el sistema occidental (do, re, mi), parece que los javaneses no nombran a las notas musicales. Y es que, pese a que tienen un oído de lo más excepcional y preciso, pese a que tienen un preciso sentido del compás y pueden tocar una pieza estructuralmente compleja durante veinte minutos, pese a que llevan miles de años cultivando el arte de la música, no utilizan nombres para las notas ni tampoco utilizan ningún tipo de notación musical.
Otra de las dificultades radica en la manera que hay
de entender el sistema del gamelán pelog. Tal y como se dijo en el anterior
artículo, el kambang pelog cuenta con diecinueve láminas de madera; pero se ha
advertido que había otras láminas que permanecían al lado del intérprete y se
dejaban en el suelo y que en algunas ocasiones se usaban. Herr Walkert dijo en
su momento que él creía que eran para impedir que algunas láminas que se usaban
demasiado se desgastasen. Pero más tarde se supo que las láminas sustitutas no
emitían las mismas notas que las de aquellas láminas que se sustituyen. Muchos
o no saben o no quieren explicar qué implican estos cambios. Se ha sugerido
que, como la música se transmite de manera oral, sus «secretos ocultos» sólo
están reservados a aquellos que tienen el privilegio de iniciarse en el arte.
Sea como fuere, a base de diagramas y haciendo oídos sordos, como quien dice,
esta cuestión se desveló tras muchos intentos. La quinta, la décima y la
decimoquinta láminas se quitan del kambang pelok y se ponen nuevas láminas en
sustitución de aquellas. En ese momento el kambang pelok pasa a llamarse
kambang sarok (que significa intercambiado) y la escala pasa a ser distinta. La
cuarta, la quinta, la decimocuarta y la decimonovena láminas siguen a distancia
de octava como antes del cambio. Después, se produce otro cambio: la tercera,
la octava y la decimotercera láminas se quitan y la cuarta, la novena y la
decimocuarta láminas se colocan en su lugar. En el sorok, la quinta, la décima
y la decimoquinta láminas pasan a la posición de la cuarta, la novena y
decimocuarta láminas y la quinta, la décima y la décimo quinta se ponen.
Obtenemos en este caso otra escala totalmente distinta y el kambang recibe el
nombre de kambang sorok barang. Y aún faltaría un cambio más con el que
tendríamos el kambang sorok danso. Una vez comprendido esto y habiendo admitido
que los diagramas son correctos, el cambio de las campanas se hace ahora más
comprensible. Las campanas barang se usan solamente cuando las láminas barang
están en el kambang y así sucesivamente. Realmente no se quitan de la caja,
sino que para cada pieza, las campanas que tienen que usarse se guardan, en la
medida de lo posible, en el centro, ya que las cajas son alrededor de 213
centímetros aproximadamente. Por lo tanto, lo que resulta de estos cambios es
el gamelán pelog, que cuenta con cuatro escalas; lo que en un principio se
atribuyó al capricho de los músicos se convierte en un acto que está en
perfecta concordancia con la sutileza de estos sistemas.
En el peneros las catorce campanas se disponen en
dos filas, una se llama wedok (la fila femenina) y la otra lanang (la fila
masculina). De manera similar, el bonang cuenta con dos filas. La fila wedok
del peneros utiliza campanas que emiten las mismas notas que la fila lanang del
bonang, pero las camapanas tienen una forma distinta y el timbre es diferente.
No existe la palabra para la octava, pero las camapanas que están a distancia
de octava reciben el nombre de koempoel (parejas). Los intervalos del gamelán
pelok se han determinado aproximadamente con un set estándar de diapasones, y
una flauta de afinación conocida; pero como no se corresponden con las
nuestras, no es más que una mera aproximación. El pengulus del gamelán pelog es
un do ligeramente alto; el penelu es un re algo bajo; el pelok se corresponde
con la nota fa; el limo con un fa sostenido algo bajo; el nenem se corresponde
con una nota que se encuentra entre el sol y el sol sostenido; el barang es un
la bemol y el bem es una nota entre un la especialmente alto y el si. Tal vez,
con una sirena, sería posible conseguirlas con exactitud, pero existen
dificultades con los instrumentos de percusión. Las escalas sn las siguientes:
PELOK…………. Pengulu pelok limo nenem bem
Sorok DANSO….. Pengulu penelu nenem barang bem
Sorok BEM……… Pengulu penelu limo nenem bem
Sorok BARANG…. pengulu limo nenem barang
Nada se ha escrito aún sobre los sistemas de Java y,
como las campanas son tan habituales en el país, sería una lástima no se diese
a conocer todo lo que sea digno de conocerse.
Enlaces
de interés
The Gamelans of the Kraton Yogyakarta – by Roger Vetter (grinnell.edu)
Internet
Archive Search: creator:"Thomas Stamford Raffles"
Vol. 30, No. 1558, SEPTEMBER 29, 1882 of The Journal of the Society of Arts on JSTOR
Vol. 30, No. 1563, NOVEMBER 3, 1882 of The Journal of the Society of Arts on JSTOR
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