-
¿Qué es un relato?
1.1 Un relato tiene un
inicio y un final
Todos los relatos están clausurados. El relato se opone al
mundo real porque forma un todo (un todo, según Aristóteles, es aquello que
tiene un principio, una mitad y un final), que coincide con el texto fílmico
concebido como una unidad del discurso actualizada, efectiva. Aunque, Evidentemente, hay películas que sugieren
prolongaciones. Un ejemplo de esto lo tenemos en La
guerra de las galaxias que no
responde todas las preguntas que se plantean al espectador para así poder dejar
un final abierto con el que continuar haciendo películas. Otras películas, sin
embargo, nos devuelven al punto de partida (como es el caso de Límmortelle)
cuya última imagen es exactamente igual que la primera.
1.2 El relato es una secuencia doblemente temporal
Todo relato pone en juego dos
temporalidades: por una parte, la de la cosa narrada, por otra parte, la que
deriva del acto narrativo en sí. Según Metz, conviene pues, distinguir la
sucesión más o menos cronológica de los acontecimientos y la secuencia de
significantes que el usuario tarda cierto tiempo en recorrer: tiempo de
lectura, para un relato literario; tiempo de visión, para un relato
cinematográfico.
Dentro de esta perspectiva, en la
que una de las funciones del relato consiste en transformar un tiempo en otro
tiempo, el relato se distingue de la descripción (que transforma un espacio en
un tiempo), así como de la imagen (que transforma un espacio en otro espacio).
Metz recurre al relato cinematográfico para ilustrar estas tres posibilidades:
-
El plano
aislado e inmóvil de una extensión desértica es una imagen
(Significado-espacio->
significante-espacio).
-
Varios
planos parciales y sucesivos de esta extensión desértica constituyen una
descripción (significado-espacio->
significante-tiempo).
-
Varios
planos sucesivos de una caravana en movimiento
en una extensión desértica forman una narración (significado-tiempo->
significante-tiempo).
Estos ejemplos arrojan las siguientes conclusiones:
A)
El
relato, en el sentido amplio, como texto, puede contener enclaves o
descripciones que no son narraciones, puesto que no satisfacen el criterio de
doble temporalidad. En el relato hay, pues, Narración y descripción.
B)
La
temporalización del significante, que reúne narración y descripción en una categoría común, las opone a la
imagen, que es instantánea.
1.3 Diferencias
entre la representación fílmica y la representación escénica
A)
El actor
teatral realiza su prestación en simultaneidad fenomenológica con la actividad
de recepción del espectador, es decir, ambos comparten el tiempo presente. Por
el contrario, en una película se comunica una acción completamente concluida al
espectador y le presenta ahora lo que sucedió antes.
B)
La
cámara que filma la interpretación del actor cinematográfico puede, gracias a
la posición que ocupa, o, aún más, por simples movimientos, intervenir y
modificar la percepción que tiene el espectador de la prestación de los
actores. Puede incluso forzar la mirada del espectador y dirigirla.
En las películas los actores no son
los únicos que emiten señales. Estas otras señales que llegan a través de la
cámara son emitidas por una instancia situada en alguna parte por encima de
esas instancias de primer nivel que son los actores, por una instancia
superior, que sería el equivalente cinematográfico del narrador literario.
Laffay se refiere a él como “el gran imaginador”. Encontramos diversos nombres
para referirnos a él según los autores. También se llama narrador invisible,
enunciador. Narrador implícito o meganarrador. En teatro esta instancia estaría
representada por todo lo que concierne a la puesta en escena y, por supuesto, a
cada una de las representaciones de la obra.
El relato cinematográfico se opone al teatral por su intangibilidad, ya
que este último hace cada vez un espectáculo distinto.
Aparte de estas dos características
principales, hay otros elementos que los diferencian como son: la dimensión
sonora y otros elementos narrativos de menor importancia.
Si cierto cine moderno ha podido acentuar las huellas de la
enunciación fílmica, el cine clásico se ha esforzado en borrarlas para destacar
lo que les sucede a los personajes o lo que relatan narradores explícitos y
actorializados. Del mismo modo, por norma general, los documentales están
realizados de manera que estemos más
atentos a lo que dice un entrevistado que al modo en se le filma.
Sin embargo, en ambos casos, la presencia del gran
imaginador puede ser más o menos sensible.
Hola!! muy buen blog! me re sirve!! gracias!
ResponderEliminar