Modelos estáticos y
dinámicos
Modelos estáticos se refieren a las
relaciones entre los elementos de una película, captando las relaciones
recíprocas en una visión inmovilizada.
Modelos
dinámicos: ordenan los elementos significativos en torno al avanzar mismo del
texto. El esquema prevé el movimiento, la evolución, el devenir, etc. El
resultado es el de proporcionar un verdadero diagrama del objeto analizado.
Para
que un análisis pueda ser considerado válido debe tener al menos tres
características: ha de tener coherencia interna, es decir, no contradecirse en
modo alguno, fidelidad empírica, esto es, conservar un enlace efectivo con el
objeto investigado y finalmente debe poseer relevancia cognoscitiva, en otras
palabras, decir algo tendencialmente nuevo. Pero también existen criterios más
particulares que justifican el camino que se quiere tomar. Entre ellos podemos
resaltar cuatro:
La profundidad: según este criterio,
para que un análisis sea válido ha de ser también profundo. Debe ser capaz de
captar la esencia más oculta del texto.
La
extensión: según este criterio, un análisis para que sea válido debe tener también
en cuenta la mayor cantidad de elementos posibles.
La
economía: según este criterio, para que un análisis sea válido debe apuntar a
una síntesis extrema, así será más eficaz cuanto más restringido sea.
La
elegancia: en la base de este último criterio existe una idea del texto como
una especie de juego que reposa sobre el placer de la expresividad y en el que
el espectador y el analista están invitados a participar. De este criterio
depende el comprender el texto y el comprender como se comprende ese texto.
El análisis de los
componentes cinematográficos.
Las
películas expresan, significan y comunican. Las películas respecto a los demás
lenguajes parecen poseer dos características muy precisas:
Por
un lado presenta signos, fórmulas, procedimientos, etc., bastante distintos
entre sí. A menudo extraídos de otras áreas expresivas y que se entrelazan, se
alternan y se funden formando un flujo bastante complejo. Por ello, mas que un
lenguaje parece un concentrado de diversas soluciones. Por otro lado no posee
la compacticidad y sistematicidad que permiten la aparición de reglas
recurrentes y compartidas, por ello, más que un lenguaje parece un laboratorio
siempre abierto. En resumen, las películas se nos aparecen como demasiado ricas
y a la vez demasiado vagas para ser efectivamente asimilable a los lenguajes
naturales (el lenguaje humano).
En
el cine tenemos dos grandes significantes. Los significantes visuales y los
sonoros.
Los
significantes visuales se basan en un juego de luces y sombras, y a su vez
pueden dividirse en dos categorías, las imágenes en movimiento y los signos
escritos (relacionados con la visión y la lectura). Los segundos se refieren a
todo lo relativo al oído y, por tanto, se basa en un juego de ondas acústicas.
Se subdividen a su vez en tres
categorías respectivamente, las voces, los ruidos y la música.
Tenemos
pues en total, cinco tipos de significantes: imágenes, signos escritos, voces,
ruidos y música.
Signos:
Índice: es un signo que
testimonia la presencia de un objeto, con el que mantiene un íntimo nexo de
implicación sin llegar a describirlo.
Iconos: es un signo que
reproduce los contornos del objeto.
Símbolo: es un signo convencional
y que por ello se basa en una correspondencia codificada en una ley. No se dice
nada de cualidad del objeto, simplemente se lo designa sobre la base de una
norma.
El
cine posee la totalidad de estos tres tipos de signos.
Códigos: Podemos entenderlos
como un repertorio de señales dotados de sentido.
Dicho
de otro modo, un código es siempre:
A)
un sistema de equivalencias gracias al cual cada
uno de los elementos del mensaje tienen un dato correspondiente.
B)
Un stock de
posibilidades (las palabras pronunciadas reenvían a un vocabulario).
C)
Un conjunto de comportamientos ratificados,
gracias al cual remitente y destinatario tienen la seguridad de operar sobre un
terreno común (ambos usan la misma lengua, etc.).
- Códigos
cinematográficos y códigos fílmicos
El
cine es un lenguaje que combina diversos tipos de significantes y diversos
tipos de signos (índice, iconos y símbolos).
Los
códigos son parte típica e integrante del lenguaje cinematográfico y los
códigos que, aunque no están relacionados con el cine como tal, pueden
manifestarse en su exterior. Una película nace del entrecruzamiento entre unos
y otros.
-
Códigos tecnológicos de base
Probablemente
sólo algunos rasgos que caracterizan al cine como “máquina”, lo caracterizan
también inmediatamente como medio de expresión.
Las
principales áreas de intervención de estos códigos tecnológicos:
1)
El soporte. Una vez elegido el medio cinematográfico, nos encontramos ante
muchas alternativas. Por ejemplo, la sensibilidad de la película, que
permitiendo tomas en distintas condiciones de luz produce diferentes “granos”
de la imagen; o el formato de la película, que permitiendo una diferencia en
los costes produce diferentes rendimientos de la imagen y una relación
diferente con la realidad representada.
2)
El deslizamiento. Los tipos de deslizamiento tienen relación con los códigos
que regulan el registro y la restitución del movimiento, dado que gracias a una
serie de diferentes fotogramas podemos descomponer un gesto.
Estos
códigos determinan la cadencia del deslizamiento de la película (en los
primeros años del cine la cadencia era de 18 fotogramas por segundo), o la
dirección de la marcha de la película.
3)
La pantalla. Tenemos varias
alternativas referidas a la pantalla. La primera de esas es el hecho de
utilizar la pantalla como superficie
reflectante o como superficie transparente
-> es decir, que para crear fondos detrás de los personajes, se
proyectaba sobre un “transparente” imágenes prefilmadas.
La
segunda alternativa se refiere a la mayor o menor luminosidad de la pantalla: existen superficies fuertemente
reflectantes, pero también existen simples paredes blancas, que restituyen
bastante mal las imágenes que se proyectan sobre ellas.
La
tercera alternativa se refiere a la amplitud
de la pantalla. Existen superficies reducidas y amplias, que hacen posible
el máximo rendimiento de los componentes espectaculares del cine.
- Códigos de la serie
visual. Primer grupo: la iconicidad.
Hay
una serie de códigos compartidos por otros lenguajes como son la fotografía o
la pintura.
1)
Códigos de
la denominación y reconocimiento icónico. Se trata de aquellos
sistemas de correspondencia entre rasgos icónicos y rasgos semánticos de la
lengua que permiten a los espectadores del film identificar las figuras que hay
en la pantalla y definir aquello que representan.
2)
Códigos de
la transcripción icónica. Son aquellos códigos que aseguran una
correspondencia entre los rasgos semánticos (por ejemplo, la idea de “mano
arrugada”), y los artificios gráficos a través de los cuales se restituye el
objeto con sus características (en una imagen en blanco y negro, el contorno
que me sugiere la idea que tengo en una mano, y el claroscuro que me da la idea
de la rugosidad).
.
3)
Códigos de
la composición icónica. Son aquellos que organizan las relaciones
entre los diversos elementos en el interior de la imagen y que regulan la construcción
del espacio visual. Estos códigos se subdividen en varias familias. Los códigos
de la figuración trabajan sobre todo en la manera en la que se reagrupan los
elementos y se disponen sobre la superficie de la imagen, dando así lugar a una
cierta distribución de los componentes.
Los
códigos de la plasticidad de la imagen trabajan sobre la capacidad de ciertos
componentes para destacarse por encima de los demás e imponerse sobre el
conjunto, asumiendo una relevancia específica.
4)
Códigos
iconográficos. Son aquellos que regulan la construcción de las figuras
definidas, peor fuertemente convencionalizadas y con un significado fijo.
5)
Códigos
estilísticos. Son aquellos códigos que asocian los rasgos que permiten la
reconocibilidad de los objetos producidos con los que revelan la personalidad y
la idiosincrasia de quien ha operado la reproducción.
6)
El
encuadre. Los márgenes del cuadro. Otra serie de códigos que contribuyen a
definir la composición fotográfica está representada por los códigos del
encuadre. El primer dato sobre el que intervienen se refiere a los márgenes del
cuadro: filmar un objeto quiere decir ante todo delimitarlo en el interior de
bordes precisos.
7)
El encuadre: los modos de la filmación. Filmar
un objeto significa también decidir desde qué punto mirarlo y hacerlo mirar.
muy bueno, muchas gracias! ahora me falta lo de la composición fotográfica :(
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