Ahora
abordamos las figuras de recepción, estas se incluyen generalmente bajo la
etiqueta del narratario, que se puede definir como el “expediente” con que el
autor implícito informa al espectador real sobre cómo desempeñar el papel del
espectador implícito. El narratario es una figura guía que encarga el status y la función que el autor
implícito asigna a su interlocutor (el espectador implícito) que en cierto modo
ayuda al espectador real a recuperar ese lugar y ese rol que el texto a
previsto para él. Entre las figuras que se pueden inscribir bajo la etiqueta de
narratario nos encontramos:
a)
Los emblemas de la recepción, como por ejemplo
los prismáticos; que pueden representar
la capacidad de ver mejor o la incapacidad de observar y, por tanto,
comprender.
b)
Las presencias extradiegéticas: los ¡tú! Que
remiten a espectadores explícitamente imaginados o que son fruto de ciertas
soluciones estilísticas como la voz en
over o la mirada en cámara.
c)
Las figuras de los observadores, el detective,
el periodista, el viajero, etc., figuras que viven para observar, indagar,
descubrir, informar.
d)
El
llamado “espectador en el estudio”, está en la pantalla para ver lo mismo que
nosotros, espectadores, vemos en la sala.
El punto de vista
-
El origen y el destino
El ejercicio de una función comunicativa está
estrechamente relacionado con la asunción de un punto de vista: quien muestra
lo hace a partir de una perspectiva bien definida, y paralelamente quien recibe
debe, no situarse en el mismo punto de observación que el destinador, pero por
lo menos tener en cuenta esta parcialidad de su mirada.
Intuitivamente, en los textos fílmicos el punto
de vista es el punto en el que se coloca la cámara, y por ello el punto desde
el que se capta concretamente la realidad presentada en la pantalla. En este
sentido, el punto de vista coincide con el ojo del emisor, que en el escenario
encuadra las cosas desde una cierta posición, gracias a un cierto objetivo, con
una cierta amplitud visual, etc.
Paralelamente, el punto de vista es el punto en
el que se coloca el espectador para seguir el film, y por ello el punto
concreto que ocupa la sala. En este sentido, el punto de vista coincide con el
ojo del receptor.
El punto de vista es la marca de nacimiento de
la imagen: señala el paso de un mundo simplemente filmable a un mundo tal y
como ha sido filmado. La imagen “se hace” cuando existe un punto de vista que
la determina.
Es también la marca del destino de la imagen:
señala la prolongación de las líneas del cuadro más allá de sus bordes, o el
salto de la representación más allá de su superficie.
En punto de vista encarna por un lado la lógica
según la que se construye la imagen, y por otro la clave que hay que poseer
para recorrerla. El punto de vista se caracteriza también por el hecho de
referirse a tres situaciones distintas, tres significados: el literal (a través
de los ojos de alguien), el figurado ( en la mente de alguien) y el metafórico
( según la ideología o el provecho de alguien).
Podemos observar que:
-
El punto de vista del narrador y el narratario
coinciden
-
El punto de vista del narrador es “superior” al
del narratario
-
El punto de vista del narrador es “inferior” al
del narratario.
-
El punto de vista del autor implícito es
“superior” al del narrador o el narratario. Esto significa que quien guía el
texto ve mejor, sabe más y posee razones mayores: lee en la mente y corazón de
los personajes.
-
El punto de vista del autor implícito es
“equivalente” al del narrador y el narratario. El caso más común es el de la
narración en primera y tercera persona.
-
El punto de vista del autor implícito es
“inferior” al del narrador y el narratario.
La conformidad del punto
de vista
Los focalizadores son portadores de los puntos
de vista presentes en el interior del film, son figuras que establecen desde
que perspectiva se captan las cosas.
-
El punto de vista del narrador y el narratario
se corresponden perfectamente con el del autor y el espectador implícitos.
Aquellos personajes que con su visión del mundo expresan el sentido y la moral
del film.
-
El punto de vista del narrador y del narratario
son completamente disconformes con respecto al del autor y el espectador
implícitos. Es el caso de aquellos personajes que expresan una moral “distinta”
a la del film.
Formas de la mirada
Hay
cuatro tipos de actitudes comunicativas:
· La mirada objetiva:
La
imagen muestra una porción de realidad de modo directo y funcional, es decir,
presentando las cosas sin mediación alguna y presentando también todo aquello
que en un determinado momento es necesario tener a mano. Es el caso de los
planos generales que explicitan una situación en su integridad (los llamados master shot o establishing shot), De los
primeros planos se evidencias las expresiones de los actores, de los
campos7contracampos, de los encuadres frontales, etc.
Esta
configuración, llamada objetiva, posee así un punto de vista emisor y un punto
de vista receptor que la estructuran globalmente, pero no tienen ninguno que
proponga un punto de vista personal en su interior. Se manifiestan de este modo
un autor implícito y un espectador implícito, pero no un narrador y un
narratario. El resultado es que el destinador se neutraliza, actuando sin
mostrarse explícitamente, y el destinatario se sitúa en una posición oculta,
como un simple testigo.
· La mirada objetiva
irreal:
La
imagen muestra una porción de realidad de modo anómalo o aparentemente
injustificado, como signo de una intencionalidad comunicativa que va más alta
de la simple representación. Es el caso de las tomas de lugares “imposibles”,
como los encuadres “verticales”, que impiden la inmediata reconocibilidad de
las situaciones, o los movimientos de cámara “vertiginosos” que trastornan el
modo habitual de acercarse a las cosas.
En
esta configuración opera un punto de vista emisor y otro receptor, pero aquí
acompañados de una especie de subrayado extremo que convierte las presencias en
explícitas. Aquí tenemos un autor implícito y un espectador implícito que se
encarnan en un narrador y un narratario un poco especiales.
· La interpelación:
La
imagen presenta un personaje, un objeto o una solución expresiva cuya función
principal es la de dirigirse al espectador llamándolo directamente, Es el caso
de la voz over, de la mirada a la cámara, etc., cuya función es la de hacer
explícitas las “instrucciones” relativas al proyecto comunicativo del film.
Pueden localizarse aquí por tanto, un autor implícito, un narrador que en
cierto modo lo encarna y un espectador implícito que, sin embargo, no encuentra
un verdadero narratario que lo represente.
· La mirada subjetiva
Todo
cuanto aparece en la pantalla coincide con lo que un personaje ve, siente,
aprende, imagina, etc. Los espectadores debemos pasar por sus ojos, mente,
creencias, etc. La imagen pues presenta una instancia de emisión, nos
encontramos a un autor implícito, pero sobre todo a un espectador implícito y
un narratario que lo representa. Esta configuración se denomina subjetiva por
la importancia que tiene la subjetividad en el personaje. Gracias a él, el
espectador asume una posición activa entrando a través de sus ojos, mente, etc.
no te da la olla de todo lo que te estoy queriendo
ResponderEliminarme salvas la vida
ResponderEliminarME SALVASTE LA VIDAAAAA
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