Unidades de continuidad: son todos aquellos elementos que no
son programas. Son de diverso origen. La importancia de las cabeceras en la
continuidad es clave, puesto que identifican y explican la filosofía el
programa. Utilizan gráficas, formas abstractas, etc.
La autopromoción supone un corte en la continuidad televisiva
ante el espectador. Es como la publicidad: el espectador o se va o cambia de
canal. La autopromoción es muy antigua en TV y empezó con los presentadores de
continuidad que daban en voz alta las programaciones. Después fueron
sustituidos por voces que solían aparecer al final de la jornada. Este tipo de autopromos no solo eran
informativas, sino que creaban una identidad. En los 80, empezaron a
parecer pequeños resúmenes en los que al mismo tiempo que la voz se presentaban
imágenes del programa que viniera a continuación.
En un determinado momento la TV se da cuenta de que el mejor
sitio para anunciarse es la propia TV, así como el más barato. Los responsables
de marketing empezaron a usar las autopromos de manera más habitual, porque se dieron cuenta de que con la
autopromoción generaban una imagen de marca. Las autopromos son un híbrido
entre información y publicidad, pero empezaron poco a poco a tener identidad
propia. Se empezó a potenciar la narrativa en estas piezas y se alargaron.
Hay autopromos de
mantenimiento y autopromos de lanzamiento, estas últimas generan expectación a través de la
novedad, genera suspense y fidelidad en la programación.
Las autopromos no ofrecen programas, ofrecen identidad. Esto
lo hace mucho TVE con los informativos. Una autopromo “vende” dos cosas:
programas y la TV en sí misma (recordemos que la naturaleza de la TV
tradicional es la de ofertar contenidos en abierto, totalmente gratis). Las
autopromos sueles dirigirse al target natural del producto.
Las autopromos también son publicidad y el espectador tiende
a levantarse del asiento. Generalmente, las TV producen sus propias promos,
pero a veces se encargan a gencias. Hoy en días las autopromos son un 3% de la
programación.
Clases de autopromos:
-
Presentadores
de continuidad: una locución avisa de lo que viene a continuación.
-
Rótulos
recordatorios: del estilo “A continuación “Los Simpson” que aparecen al final
de los títulos de crédito de una película.
-
Cronómetros:
pueden ser perjudiciales, pero generan fidelidad en el espectador. Son del
estilo “volvemos en 7 minutos”.
-
Sneak
peek: utiliza la estrategia del teaser, genera expectación. Pequeñas piezas
introducidas en un momento álgido de la serie.
Algunas características
de las autopromos
-
Informa
sobre el contenido.
-
Potencia
el consumo y el horizonte de expectativas.
-
Potencia
el suspense y el relato.
-
La
autopromo a veces se convierte en un relato subsidiario.
-
Cumple
la misma función que el spot.
-
Se
colocan en huecos entre programas.
-
Las
autopromos comparten dos áreas: comercialización y marketing, y promoción y
contenidos.
-
El
elemento tecnológico también es muy importante. Las promos han dejado de ser
sólo informativas para convertirse en auténticas piezas audiovisuales que han
aumentado mucho su costo.
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