The farewell song
Oh Erin! to thy harp divine I bid adieau:
Yet let me now its sounds resign with homage due.
Thy gen'rous sons, that know not fear, their feelings, genious, fire
Oh blest you all! But, Erin dear, be blest yor lyre.
Oh where the hearth that would not bound with answering beat,
To hear thy Planxty's dancing sound, and numbers sweet.
And where the heart that sinks not low, and musing melts away,
To hear thy harp's Deep lonely flow, when mourns the lay.
No toil can e'er such sweets supply, no chymic power,
As brings the bee, with honied thigh, from wild heath flower:
And science, that could wake the strings to chords of rapture high,
May envy, while she smiling sings thy minstrelsy.
Canción de despedida
¡Oh, Erin! Me despido de tu arpa divina:
Deja que renuncie a sus sonidos con el debido respeto.
Tus generosos hijos, que no conocen el miedo, sus sentimientos arden:
¡Oh, benditos sean todos! Pero, querida Erin, bendita sea tu lira.
Oh, donde el corazón no latiría con latidos de respuesta
Para escuchar el sonido danzarín de tu Planxty y dulces canciones.
Y el corazón, que no se hunde profundamente, y los pensamientos se diluyen,
Al oír el fluir solitario y profundo de tu arpa, cuando la canción se lamenta.
Ninguna labor podría aportar semejante dulzura, ningún poder de la naturaleza
Como el que trae la abeja, en sus patitas pringadas de miel, de la salvaje flor del brezal:
Y la ciencia, que pudo convertir las cuerdas en acordes del éxtasis,
Para envidiarte, mientras canta con una sonrisa tus canciones trovadorescas.
When far from the home of your youth
When far from the home of your youth we have rang'd
How fondly we think of the days that are past;
Their image through changes is ever unchang'd
Wherever our lot may be cast.
I muse on the features of those whom I loved;
The farewell of friendship I yet seem to hear:
The scenes I remember where oft I have rov'd
The songs that delighted my ear.
In slumbers their music some visions recalls;
And oft I implore it a momento to stay;
But, ah! son the measure in soft cadence falls,
I wake, and the saound diez away.
How sad the reverse, once I wept but in dreams,
The down, then awoke me to hope and delight;
Now hope never comes with the morning's gay beams,
And joy is a phantom of night.
Oh! sleep, how enchanting the power of thy wand,
More Swift are thy pinions tan fancy e'er spread;
For backs o'er the ocean of time they expand,
And bring us to scenes that are fled.
Tho' hope never comes with the morning's gay beams,
Tho' long o'er the desert of life I may roam,
Oh! let thy soft magic still waft me in dreams
To all the lov'd scenes of my home.
Cuando vagamos lejos de la casa natal
Cuando vagamos lejos de la casa natal,
Qué tiernamente pensamos en los días del pasado;
Su imagen a través de los cambios permanece intacta
Donde quiera que nuestra suerte nos lleve.
Recuerdo los rasgos de aquellos a los que amé,
Aún puedo oír a mis amigos despidiéndose:
Recuerdo los lugares que a menudo recorrí,
Las canciones que deleitaron mis oídos.
En sueños, su música me recuerda unas visiones,
Y a menudo le imploro que se quede un momento;
Pero, ¡ay!, el tiempo pasa con dulce pesar,
Me despierto, y el sonido se desvanece.
Qué triste es la realidad: hubo un tiempo en que sólo lloraba en sueños,
El alba, entonces, me despertaba a la esperanza y el deleite;
Ahora la esperanza nunca llega con los alegres rayos de la mañana,
Y la alegría es un fantasma de la noche.
¡Oh, sueño! Qué encantador es el poder de tu varita mágica,
Son más rápidas tus alas que el tiempo que tarda la fantasía en extenderse;
A lomos del océano del tiempo se expanden,
Y nos traen imágenes que han huido.
Aunque la esperanza nunca llegue con los alegres rayos de la mañana,
Aunque vague largo tiempo por el desierto de la vida,
¡Oh!, deja que tu dulce magia me haga flotar en sueños
de todas las queridas imágenes de mi hogar.
I'll praise the Saints
I'll praise the Saints with early song,
For now the wars are ended;
I'll praise our Lady late and long,
That has my loved defended.
Yes, home is come my Patrick dear,
From me no more to sever;
And in his looks, I see it clear:
He loves me more tan ever.
He sits our evening fire beside,
The cabin round surveying,
And looks with all a father's pride,
While near the child is playing.
Even me he turns to gaze upon,
As in my Maiden beauty,
Before my Bloom was worn and gone
By many a toilsome duty.
"My love, he cries, thou canst not guess,
"Tho' kind and tender hearted,
"What I have know of sad distress,
"Since last from thee I parted.
"And Little canst thou now suppose
"How my por heart is swelling,
"To find myself at evening's close
"In this my peaceful dwelling."
And, true - his cheek is sallow now
That once was bright and ruddy;
A fearful scar is on his brow,
The mark of battle bloody.
And oft in sleep disturb'd he seems,
While o'er him I am bending;
He makes the cross while in his dreams,
As if for life contending.
But happier hours are coming fast,
Sir Phelim - angels bless him -
Says Patrick Toole shall rest at last,
And nothing more distress him.
He grants a farm, with turf-ground near,
He grants a lease for ever;
And heaven will bless, I need not fear,
The honest heart's endeavour.
Honraré a los santos
Honraré a los santos con canciones tempranas,
Ahora que las guerras han acabado;
Honraré a Nuestra Señora por mucho tiempo,
Eso es lo que ha defendido mi amado.
Sí, mi querido Patrick vuelve a casa,
Para no separarse más de mí;
Y en su mirada lo veo claro:
Me ama más que nunca.
Se sienta junto al fuego de la tarde,
Está pendiente de nuestra cabaña de madera
Y contempla con todo el orgullo de un padre,
Mientras los niños juegan cerca.
Incluso se vuelve para mirarme a mí,
Con los ojos con los que me miraba de joven,
Antes de que el deber del trabajo
Se llevase mi juventud.
"Amor mío - me dice -, no te puedes imaginar,
Aunque con tierno corazón,
Cuánta tristeza he conocido,
Desde que me alejé de ti.
Y poco te puedes imaginar
Cómo se llena de alegría mi humilde corazón
Al encontrarme al final del día
En esta mi pacífica morada."
Y, cierto es: sus mejillas son ahora de color cetrino,
Aquellas que una vez brillaban y eran rosadas;
Una temible cicatriz asoma e su frente,
Es la marca de la sangrienta batalla.
Y a menudo parece inquieto en sueños,
Mientras estoy inclinada sobre él;
Se santigua en sus sueños,
Como si luchara por su vida.
Pero las horas felices ya están llegando,
El señor Phelim, que el cielo le proteja,
dice que Patrick Toole descansará al fin,
Y que nada más le molestará.
Es dueño de una granja, con terreno de turba cerca,
Tiene una pensión vitalicia;
Y el cielo bendecirá, no me queda ninguna duda,
la dedicación del más honesto corazón.
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