miércoles, 3 de octubre de 2018

La vida breve

INTRODUCCIÓN

Cuando Manuel de Falla (Cádiz, 23 de noviembre de 1876 - Alta Gracia, Argentina, 14 de noviembre de 1946) llega a Madrid a finales de noviembre de 1899 con el objeto de consagrarse como compositor, busca la manera de hacerse notar como autor de zarzuelas, que por aquel entonces, era el entretenimiento más popular en la ciudad castiza. Falla llegó a componer, que se sepa, seis zarzuelas para los teatros madrileños (entre ellas Los amores de la Inés, una zarzuela de carácter costumbrista), más por una cuestión alimenticia que por plena convicción (de hecho, en una entrevista, si bien no renegaba de ellas, tampoco las mencionaba con especial cariño). Aunque, según cuenta Elena Torres Clemente, "el detonante final que ocasionó el rechazo del género a Falla fue su encuentro con Felipe Pedrell."[1] Tenemos que recordar que es en este momento cuando algunos compositores españoles están intentando construir y definir la nueva ópera nacional española frente a la tradición de la ópera italiana, que desde el siglo pasado había invadido ya no sólo los teatros españoles, sino el lenguaje operístico de los compositores nativos. Por su parte, Pedrell consideraba que la zarzuela no era el género representativo de la ópera nacional e influyó decisivamente en Falla para que abandonara el género. Fruto de esta relación nace la ópera La vida breve, un drama lírico en dos actos y cuatro escenas de Manuel de Falla y libreto de Carlos Fernández Shaw, realizada para el concurso convocado por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid para revitalizar la ópera española y cuyo principal artífice fue el propio Pedrell. Entre las condiciones que se exigían estaba la de que fuera una ópera de un sólo acto y con un libreto en castellano. La obra se presenta el 31 de marzo de 1905, ganando el primer premio. Pese a los intentos fallidos de estrenarla en el Teatro Real, Falla acaba estrenándola en Francia el 1 de abril de 1913, en el Casino Municipal de Niza, y con el libreto traducido al francés por Paul Millet.

El libreto de Fernández Shaw fluctúa entre el drama emocional y una escena costumbrista de la vida en Granada; está inspirado en un poema del propio Shaw escrito en 1904 titulado La chavalilla.  Tanto Fernández Shaw como Falla buscaron la consecución de un mismo fin a través de distintos medios: uno a través del texto y otro a través de la música. Ambos pretendían "recrear el habla del pueblo y los tipos populares."[2] Hay que recordar que Falla no era ajeno a esto, ya que muchas de sus zarzuelas anteriores tenían una ambientación costumbrista.

Los personajes principales que conforman la ópera son Salud (soprano), la Abuela (mezzosoprano), Paco (tenor) y el tío Sarvaor (barítono). Otros personajes secundarios son Carmela (mezzosoprano), Manuel (barítono) y la voz de la forja (tenor). Además, como curiosidad la ópera necesita la voz de un cantaor flamenco para la primera escena del segundo acto.

ARGUMENTO

ACTO PRIMERO. Cuadro primero. La acción comienza en una casa de gitanos del barrio del Albaicín, en Granada. Al fondo se ve una fragua iluminada por los rojos resplandores del fuego. La ópera comienza con un pequeño preludio orquestal sobre la nota sol. En los tres primeros compases se dibuja brevemente la cadencia andaluza, pero le siguen un pasaje cromático que finaliza con la entrada del coro lejano de la fragua con giros melódicos alhambristas y arabescos. Cabe destacar el original uso del yunque para instrumento de percusión. Aparece la abuela de Salud llevando consigo una jaula con un pájaro moribundo y suspirando por el mal de amores que sufre su nieta Salud. En este cuadro primero podemos ver una mezcla de atmósferas musicales: por un lado tenemos los giros propios de la música folklórica andaluza (la voz lejana de la fragua canta en un do frigio) y por otro lado tenemos los colores propios del impresionismo francés (podemos escuchar la escala de tonos enteros en el coro de vendedoras). Además, el momento inmediatamente posterior a este, el del paso de las muchachas, demuestra claramente la asimilación de Falla de elementos de carácter colorista en la orquestación con sus glissandi de arpa, trinos en la madera y armónicos en trémolo en la cuerda.

Aparece Salud, preocupada porque su Paco no viene. Su abuela la tranquiliza diciéndole que tiene un novio bueno y que la quiere. Este diálogo entre Salud y su abuela se construye sobre una polaridad de fa. La abuela se marcha mientras se vuelven a escuchar los giros arabescos del coro en la fragua y dando paso al aria de Salud "Vivan los que ríen". En ella, el color de la orquesta impresionista sostiene un canto que recuerda al cante jondo de los gitanos, donde encontramos giros y ritmos propios de la música andaluza. Paco regresa y junto a Salud expresan un ferviente amor el uno por el otro. Entra el tío Sarvaor y le descubre a su hermana que Paco está prometido realmente con otra mujer.

Cuadro segundo. Se trata de un intermedio; es un cuadro paisajístico de Granada acompañado musicalmente por el coro. De nuevo encontramos una mezcla de dos mundos sonoros: la música popular y el impresionismo francés. El coro se inicia cantando al unísono una melodía en do frigio e iniciando posteriormente u pequeño fugato entre las sopranos y los tenores. Tras un breve interludio orquestal, vuelve el coro con las sopranos cantando una melodía que recuerda a la de una jota.

ACTO SEGUNDO. Cuadro primero. El acto se abre en la casa de Carmela y su hermano Manuel, donde se está celebrando su boda con Paco. El coro y la orquesta comienzan en un mi frigio; irrumpe un cantaor acompañado por una guitarra cantando una soleá, también en mi frigio. Al finalizar se inicia una danza. Llega Salud, que descubre el engaño de Paco y se siente morir cuando le ve con Carmela. Aparecen la abuela y el tío Sarvaor para consolarla. Salud, dolorida, le canto a Paco a través de una ventana. Paco, al escucharla, se turba. El tío Sarvaor, la abuela y Salud deciden entrar en la casa.

Cuadro segundo. Patio de la casa de Carmela, donde se celebra la fiesta y donde los invitados bailan. Paco sigue turbado, mientras Manuel, el hermano de Carmela, se alegra por los novios y les felicita, hasta que de repente irrumpen dentro Sarvaor, la abuela y Salud. Salud le recrimina a Paco su engaño delante de todos, hasta que finalmente se le acaban las fuerzas y muere. Sarvaor y la abuela, doloridos, increpan a Paco con un "¡Judas!"

ANÁLISIS

Para nuestro análisis hemos elegido las tres primeras escenas del acto II, durante las cuales transcurre la boda de Carmela y Paco. La escena se inicia con un motivo eminentemente rítmico de una corchea y varias semicorcheas en compás de 3/8. Este motivo inicial es la base sobre la cual Falla elaborará la danza posterior. La melodía está construida sobre un si frigio y está tomada de sus anteriores experiencias en el ámbito de la zarzuela, donde predomina este tipo de música que, según el propio García Matos dice, se inspira "en los ayes de entonación o temples del cante flamenco"[3] (notas si-do-re-do-si). Y es que, pese a que Falla renegara de su faceta como compositor de zarzuela, lo cierto es que La vida breve está imbuida musicalmente de melodías que podríamos considerar de zarzuela o del sainete lírico. Tras esta breve introducción, surge el coro jaleando un "¡Olé!" y la música acaba evolucionando a un mi frigio mientras se abre paso una guitarra con acompañamiento de soleá y un cantaor flamenco entonando los giros y melismas propios del canto flamenco. Resulta interesante de qué manera Falla traslada el canto flamenco, un estilo de canto esencialmente oral y ajeno a todo tipo de escritura, a la partitura, utilizando figuraciones irregulares como cinquillos o sietillos y con indicaciones como quasi glissando o ad libitum. La danza que viene a continuación está escrita en un mi frigio y acaba cadenciando en la mayor. No se puede decir que esta danza sea una danza concreta del folklore andaluz, ya que tiene rasgos fugaces pertenecientes a muchas danzas distintas, pero podemos decir con seguridad que empieza con un tiempo de seguidillas. Esta danza consta de dos temas: el primero de ellos consta de una melodía con mucha línea, bastante cantable y con arabescos. El segundo tema, bajo el título "pesante, ma con fuoco", es mucho más agresivo y con carácter. Prácticamente hasta el final de la danza, todo este fragmento bebe de la tradición oral y del folklore andaluz, encontrando fórmulas típicas de las melodías de los cancioneros populares.

Una vez terminada la danza en la mayor, Falla lo convierte en un la frigio, convirtiendo el si en si bemol e introduciendo en la orquesta un giro de segunda aumentada (sib-do#). Se escucha también al cantaor a lo lejos otra copla de soleá, esta vez en sib frigio, con una melodía silábica y sin tantos adornos como al principio del acto. El canto de Salud a Paco, constituido por cuatro frases musicales para cuatro versos que tiene la copla, utiliza al principio una melodía compuesta y armonizada sobre un do frigio para acabar modulando a un fa eolio. Una situación similar ocurre en el colofón final de este momento, en el que Salud está recitando sobre un la frigio, y acaba cadenciando en un re dórico (ni subas a su Albaicín). La orquesta acompaña la situación apuntando diseños ya oídos con las finas armonías y los originales desenvolvimientos que despliega, potenciando el colorido musical de carácter regionalista.

Por otro lado y como ya se ha dicho, la composición de zarzuelas también dejaron su huella en La vida breve. En esta escena podemos ser testigos del carácter absolutamente costumbrista del que está impregnada toda la obra y que son consustanciales a la zarzuela. El dominio de ciertos componentes de danza, giros melódicos populares y otras fórmulas estereotipadas de la tradición popular española son aspectos que muy probablemente Falla adoptó de la música de zarzuela.


El texto de Fernández Shaw está escrito en verso libre a la manera de un drama costumbrista en el que se introducen palabras propias de la jerga y el dialecto andaluz para dar más credibilidad a los personajes (pa en lugar de para o nacío en lugar de nacido). Sólo encontramos rima en la soleá cantada por el cantaor al principio del acto II. Esta soleá está constituida por dos estrofas de tres versos de arte menor octosílabos con rima en el primer y tercer verso:

¡Yo canto por soleares!
¡A Carmeliya y a Paco,
y al recuerdo de sus pares!
¡Vaya unos ojos serranos!
¡Entórnalos un poquito
pa que pueda yo mirarlos!

este momento, además, constituye un ejemplo de música diegética; es decir, de música que forma parte de la historia y que escuchan los propios personajes.

Por otro lado, además del mundo popular y del folklore andaluz, la partitura se ve influida por el impresionismo francés, especialmente en lo que se refiere a la orquesta. Tenemos que recordar que la ópera se escribió en 1905 en España, pero que se estrenó en 1913 en Francia. Son ocho años los que separan la primera versión de esta obra de su estreno en Niza, por lo que inevitablemente, sufriría alteraciones. Falla, que durante su estancia en Francia le daría tiempo a conocer e impregnarse de la vanguardia musical francesa y sus compositores, no dudaría en incorporar a su obra los nuevos elementos, especialmente en lo que se refiere a la orquestación. Se sabe que a lo largo de estos años, Falla realizó importante modificaciones en la partitura de La vida breve siguiendo los consejos de Dukas y Debussy. Tal y como nos cuenta Yvan Nommick, la plantilla de la orquesta no varió en esencia en estas revisiones (Falla tan sólo añadió una tuba, un tam-tam, una celesta y un glockenspiel con respecto a la versión de 1905), pero lo que sí varió fue la escritura orquestal e instrumental. De esta forma, si observamos la danza de la escena primera del acto dos, comprobaremos que la orquestación que utiliza Falla siguiendo los postulados franceses le hace obtener una textura más ligera y transparente. En definitiva, podemos decir que la música de La vida breve se caracteriza por su frescura, color, por ser sugerente y, hablando concretamente de la música de Salud (el único personaje que se dibuja con algo de profundidad), podemos decir que es conmovedora y llena de carácter.

Bibliografía

FALLA, Manuel de: La vie breve (La vida breve), Editions Max Eschig, París

GARCÍA MATOS, Manuel: El folklore en "La vida breve" de Manuel de Falla, Separata del Anuario Musical, vol. XXVI, Barcelona, 1972

NOMMICK, Yvan (et ali): Manuel de Falla: La vida breve, Archivo Manuel de Falla, Granada, 1997

TORRES CLEMENTE, Elena: Las óperas de Manuel de Falla: De La vida breve a El retablo de maese Pedro, Sociedad Española de Musicología, 2007




[1] TORRES CLEMENTE, Elena: Las óperas de Manuel de Falla: De La vida breve a El retablo de Maese Pedro, Sociedad Española de Musicología, 2007, pág. 38
[2] Ídem, págs. 50-51
[3] GARCÍA MATOS: El folklore en “La vida breve” de Manuel de Falla, Separata del Anuario Musical, Vol. XXVI, Barcelona, 1972, pág. 15


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