La courte paille (literalmente "la paja corta" en referencia al juego infantil) es un ciclo de Francis Poulenc compuesto en 1960, casi al final de su carrera, y pone en música textos del poeta Maurice Carême. Consta de siete canciones y abajo podéis ver la traducción al español de los textos.
I. El sueño
(extraído de Jaula de grillos)
El sueño se ha ido de viaje,
¡Dios mío!, ¿adónde se ha ido?
Intento dormir a mi pequeño en vano,
llora en su cuna,
lleva llorando desde el mediodía.
¿Dónde ha puesto el sueño
sus polvos de los sueños?
Intento dormir a mi pequeño en vano,
está empapado en sudor,
solloza en su cama.
¡Ah, vuelve, vuelve sueño,
en tu bella carrera de caballos!
En el cielo negro, el Gran Oso
ha enterrado el sol
y reavivado a sus abejas.
Si el niño no duerme bien,
no dirá buenos días,
no dirá nada mañana
a sus dedos, a la leche, al pan
que le saludan cada día.
II. ¡Vaya aventura!
(extraído de Jaula de grillos)
Una pulga en su carruaje
tiraba de un pequeño elefante
mientras miraba los escaparates de las tiendas
donde brillaban los diamantes.
¡Dios mío, Dios mío! ¡Vaya aventura!
¿Quién me va a creer si me escucha?
El pequeño elefante, del todo ausente,
sorbía un tarro de mermelada.
Pero la pulga no se daba cuenta
y seguía tirando con una sonrisa.
¡Dios mío, Dios mío! ¡Vaya aventura!
Creerán que estoy loca.
De repente, a lo largo de una cerca,
la pulga desapareció con el viento
y vi al joven elefante
salvarse de estamparse contra los muros.
¡Dios mío, Dios mío! ¡Vaya aventura!
Es todo cierto
pero, ¿cómo se lo contaré a mamá?
III. La reina de corazones
(extraído de Voleur d'étincelles)
Apoyada suavemente
en sus vidrieras de luna
la reina os saluda
con una flor de almendro.
Es la reina de corazones.
Si le place,
puede guiaros secretamente
hacia extrañas moradas.
Donde ya no hay puertas,
ni torres, ni salas
y a donde las jóvenes muertas
van a hablar de amor.
La reina os saluda,
daos prisa en seguirla,
a su castillo de escarcha
y suaves vidrieras de luna.
IV. Ba, be, bi, bo, bu
(extraído de Jaula de grillos)
¡Ba, be, bi, bo, bu, be!
El gato se ha puesto sus botas,
va de puerta en puerta
jugando, bailando, bailando, cantando.
Piojo, col, rodilla, búho.
"Debes aprender a leer,
a contar, a escribir",
le gritan por todas partes.
Pero tralalalala,
el gato se parte de la risa
entrando en el castillo:
él es el gato con botas.
V. Los ángeles músicos
(extraído de Voleur d'étincelles)
Sobre los hilos de la lluvia,
los ángeles del jueves
tocan, por fin, las arpas.
Y bajo sus dedos, Mozart
tintinea deliciosamente
en gotas de azul alegría.
Por esto es por lo que repiten Mozart
incesantemente
los ángeles músicos.
Él es quien, a lo largo del jueves,
hace cantar la dulzura de la lluvia
en sus arpas.
VI. La garrafita
(extraído de Jaula de grillos)
"¿Por qué - se quejaba la garrafa-
no tengo yo una garrafita?
Acaso en el zoo, ¿la señora girafa
no ha tenido una girafita?"
Un mago que pasaba por allí
a caballo sobre un fonógrafo
grabó la bella voz de soprano de la garrafa
y se la hizo escuchar a Merlin.
"¡Muy bien - dijo este-, muy bien!"
Dio tres palmadas
y la señora de la casa
todavía se pregunta por qué
se encontró aquella mañana
una pequeña y bonita garrafita
apoyada contra la garafa
mientras que en el zoo
la girafita posa su cuello frágil y largo
sobre el flanco claro de la girafa.
VII. Luna de abril
(extraído de Voleur d'étincelles)
Luna,
bella luna de abril
déjame ver mientras duermo
el melocotonero con corazón de azafrán,
el pez que se burla del granizo,
el pájaro que, lejano como el corno,
dulcemente despierta a los muertos
y sobre todo, sobre todo, el país
donde todo es alegría, todo es claridad,
donde lleno de prímulas,
las armas han sido destruidas.
Bella luna, luna de abril.
Luna.
Mil gracias!!!
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