Origen
El origen de este Cancionero se remonta al siglo XVI y recopila una serie de canciones que se compusieron para ser interpretadas en la Corte de doña Germana de Foix y Fernando de Aragón, duque de Calabria, durante su virreinato en Valencia. Incluye obras de los compositores que mantuvieron algún tipo de relación con la corte valenciana entre 1526 y 1554. Entre los músicos y poetas de la Corte figuraron nombres tan importantes como Juan del Enzina, Mateo Flecha, Juan Vázquez, Juan Aldomar, Cristóbal de Morales y posiblemente Boscán. Los duques conservaron tanto la música y los textos y en 1556, el maestro impresor Jerónimo Scoto publica en Venecia un volumen que contiene 54 canciones y villancicos procedentes de esta Corte. Algunos ejemplares de este libro serían enviados a Viena y de allí algunos debieron llegar a Praga, de donde se dice que procede la única copia que ha quedado del mismo. Durante la Guerra de los Treinta Años, el ejército de Gustavo Adolfo II de Suecia saqueó la ciudad de Praga el 15 de noviembre de 1631 llevándose un portentoso botín, entre el que se hallaría el Cancionero de Uppsala. Esto explicaría el hecho de que el Cancionero se hallase en Suecia, ya que es aproximadamente en el año 1909 cuando un diplomático español, Rafael Mitjana, que además era músico y compositor, se lo encuentra por casualidad en la Biblioteca Real de Uppsala. En ese año manda imprimir el Cancionero de Uppsala (denominado así por el propio Mitjana) en una imprenta sueca y hace un depósito para España en la librería Enrique Rivas, en Málaga. Imprime sólo el texto, no la música, y en el libro figuraba una pequeña introducción, un facsímil de la portada del cancionero, una primera parte con el texto del Cancionero en caracteres modernos de las 54 canciones y una segunda parte con notas y comentarios de cada una de ellas. También realizó una transcripción del Cancionero que no llegó a ver publicada en vida y sería publicada póstumamente por Leopoldo Querol Rosso.
El origen de este Cancionero se remonta al siglo XVI y recopila una serie de canciones que se compusieron para ser interpretadas en la Corte de doña Germana de Foix y Fernando de Aragón, duque de Calabria, durante su virreinato en Valencia. Incluye obras de los compositores que mantuvieron algún tipo de relación con la corte valenciana entre 1526 y 1554. Entre los músicos y poetas de la Corte figuraron nombres tan importantes como Juan del Enzina, Mateo Flecha, Juan Vázquez, Juan Aldomar, Cristóbal de Morales y posiblemente Boscán. Los duques conservaron tanto la música y los textos y en 1556, el maestro impresor Jerónimo Scoto publica en Venecia un volumen que contiene 54 canciones y villancicos procedentes de esta Corte. Algunos ejemplares de este libro serían enviados a Viena y de allí algunos debieron llegar a Praga, de donde se dice que procede la única copia que ha quedado del mismo. Durante la Guerra de los Treinta Años, el ejército de Gustavo Adolfo II de Suecia saqueó la ciudad de Praga el 15 de noviembre de 1631 llevándose un portentoso botín, entre el que se hallaría el Cancionero de Uppsala. Esto explicaría el hecho de que el Cancionero se hallase en Suecia, ya que es aproximadamente en el año 1909 cuando un diplomático español, Rafael Mitjana, que además era músico y compositor, se lo encuentra por casualidad en la Biblioteca Real de Uppsala. En ese año manda imprimir el Cancionero de Uppsala (denominado así por el propio Mitjana) en una imprenta sueca y hace un depósito para España en la librería Enrique Rivas, en Málaga. Imprime sólo el texto, no la música, y en el libro figuraba una pequeña introducción, un facsímil de la portada del cancionero, una primera parte con el texto del Cancionero en caracteres modernos de las 54 canciones y una segunda parte con notas y comentarios de cada una de ellas. También realizó una transcripción del Cancionero que no llegó a ver publicada en vida y sería publicada póstumamente por Leopoldo Querol Rosso.
El Cancionero de Uppsala (cuya signatura en la Biblioteca de Uppsala es Vol. mus. i. Tr. 6 II) es una pequeña muestra de la canción polifónica profana de finales de siglo XV y principios del siglo XVI. Contiene canciones y villancicos a dos, tres, cuatro y cinco voces además de ocho tonos de canto llano y ocho de canto de órgano. (¡CUIDADO!: el término villancico no se debe confundir con el de hoy en día. Explica Querol: "llegamos al villancico, que en la lírica castellana posee su mayor título de autenticidad. Su definición se encierra en la misma palabra denominadora: es una canción a lo villano, que quiere decir tanto como canción popular, pudiendo ser muy variados los asuntos: así hay villancicos amorosos, picarescos, religiosos caballerescos, de Navidad, serios, etc. Cuando el villancico es de carácter rústico, campestre o pastoril, toma mejor la denominación de villanesca." Doce de los villancicos contenidos en el Cancionero de Uppsala son de Navidad, la festividad favorita del duque, según Josep María Gregori i Cifré).
¿Qué contiene?
El cancionero consta de 54 canciones o villancicos, de los cuales uno es de autor extranjero: el número 49 "Dezidle al caballero que non se quexe", que es de Nicolas Gombert. Algunas son de reconocida autoría de los compositores y otras son solo atribuciones, pues no se tiene la certeza de que fueran compuestas por ellos. En ninguna de las piezas contenidas figura el autor (salvo en la de Gombert); según Querol, porque todas eran piezas bien conocidas y no era necesario especificarlo. Si conocemos la autoría es a través de otras fuentes. Es el caso de Teresica hermana o Que farem del pobre Joan?, ambas de Mateo Flecha, de las que Miguel de Fuenllana hizo una transcripción para vihuela en Orphenica Lyra y donde menciona que el autor es Flecha.
Querol establece 4 categorías atendiendo a su carácter poético:
- Villancicos de amor;
- Villancicos de carácter tradicional y popular;
- Villancicos navideños;
- Villancicos pastoriles.
Contiene algunas canciones de serranillas (Y dezid Serranicas, hè; Soy serranica; Tan mala noche me distes.)
Arabismo
Querol establece 4 categorías atendiendo a su carácter poético:
- Villancicos de amor;
- Villancicos de carácter tradicional y popular;
- Villancicos navideños;
- Villancicos pastoriles.
Arabismo
Sobre el Cancionero se ha dicho que tiene "un origen árabe en cuanto a la métrica y a la composición" de sus textos. Contiene, al menos, 11 zéjeles: "Y dezid serranicas, hè", "No me los amuestres más", "Que todos se passan en flores", "Desdeñado soy de amor", "Alça la niña los ojos", "Ay luna que reluzes", "Verbum caro factum est" (que significa, por cierto, "el Verbo se hizo carne" o "la palabra se hizo carne". El sustantivo caro significa carne. Todo es una paráfrasis del comienzo del Evangelio de San Juan, que comienza diciendo: In principio erat verbum; en el principio era la palabra), "Yo me soy la morenica", "E la don don Verges Maria", "Si amores me han de matar", "Hartaos ojos de llorar". Un zéjel, según la RAE, es una composición estrófica de la métrica española, de origen árabe, que se compone de una estrofa inicial temática, o estribillo, y de un número variable de estrofas compuestas de tres versos monorrimos seguidos de otro verso de rima constante igual a la del estribillo. El esquema del zéjel es A/B/C C C/B y este texto contenido en el Cancionero de Uppsala sería un ejemplo perfecto de dicho esquema:
Y dezid Serranicas, hè
Deste mal si morirè.
Por qu' el remedio y mi mal
Nascen de una causa tal,
Que me hazen inmortal,
Por no dormir no podrè.
Que de uer la Serranica
Tan gratiosa y tan bonica
Que jamas no sanarè:
Deste mal si morire
Además de zéjeles también encontramos el único ejemplo de cuarteta persa del cancionero en la canción "Ojos garços a la niña".
También contiene textos que entroncan con la lírica galaico-portuguesa como "Mal se cura muyto mal" y "Falai meus olhos si me quereis beñy" y la lírica catalana, como "Soleta yo so açi", "Vella de uos son amoros", "Que farem del pobre Joan?" y "E la don don Verges Maria". Según Riosalido, "esto demuestra la permeabilidad de las cultura ibéricas en el período de que se trata, y la influencia que lírica árabe ejerció sobre las lenguas románicas del Golfo de León, el catalán y el provenzal."
Desde un punto de vista filológico, Riosalido considera el Cancionero de Uppsala como el eslabón perdido entre la lírica española y la lírica árabe y deja a la labor de los musicólogos la de averiguar si también existe una relación entre la música oriental con la occidental. Riosalido basa su afirmación en que las 54 canciones que contiene el Cancionero "reflejan el mundo psicológico, amoroso y hasta social de la España musulmana, si bien no de manera absoluta, sino entremezclado con el del Renacimiento."
Fragmento del Cancionero de Uppsala que contiene el villancico Verbum caro factum est |
Por otro lado y según cuenta Querol, Mitjana confiere a una de las piezas del Cancionero (A, Pelayo que desmayo) una importancia para la historia del teatro español, fundándose en la forma dialogada que ostenta. También se puede encontrar esta misma pieza en el Cancionero de Palacio pero con cuatro coplas más.
Temática de los textos
Entre los temas que tratan los textos del Cancionero encontramos el del amor despechado, de mujer perversa, amor por la vida, el suicidio, amor y muerte, de carácter erótico ("No me los amuestres más", en el que se sugiere una mujer enseñando los pechos), la futilidad del amor, desengaño amoroso, homosexualidad o impotencia sexual (como en "Vèsame y abràçame", según explica Riosalido: "la falta del apetito sexual, salvo la edad, tienen en nuestro siglo XVI unas connotaciones muy claras"), insomnio por amor, amor correspondido, encuentros nocturnos con la amada y canciones de Navidad (entre ellas el "Riu, riu, chiu", cuya repetición de sonidos onomatopéyicos puede sugerir el intento de llegar a un pueblo recién convertido que aún no dominaba la lengua española, o un bajo nivel cultural entre los oyentes, que sería lógico en las iglesias de conversos y moriscos. La comparación de la virgen a un animal bello, la cordera, engarza, por otro lado, con la habitual metáfora de la gacela, que existe desde la más antigua literatura semítica.)
Una de las razones por las que Riosalido justifica el arabismo del Cancionero de Palacio es por el origen musulmán de los temas de sus textos. Entre otras, la canción nº XXXI (Si te uas a bañar, Juanilla) habla de una cita en los baños de una pareja de amantes. Los baños, cuenta Riosalido, eran una institución pública musulmana, y no cristiana, porque los cristianos los consideraban indecentes. Además, añade que los baños eran los sitios preferidos para los encuentros amorosos. Resulta curioso cómo hay cosas que nunca cambian: han debido de pasar como 1300 años desde la conquista de la Península y todavía las parejas siguen usando los baños para sus encuentros amorosos. Por lo que es una tradición con siglos a sus espaldas, iniciada por los musulmanes.
Aspectos musicales
Querol, en su estudio sobre el cancionero, habla sobre la posibilidad de fechar las piezas según su técnica compositiva, menos "torpe" según avanzaban los años:
Querol, en su estudio sobre el cancionero, habla sobre la posibilidad de fechar las piezas según su técnica compositiva, menos "torpe" según avanzaban los años:
"La época de las composiciones de este cancionero se puede deducir del estudio de su técnica, pero hay que tener en cuenta que casi todas ellas pertenecen a la época de perfección de la polifonía y por lo tanto ya dentro de este período de unos treinta años es imposible determinar con exactitud el año de composición. Dividiremos el siglo en tres tercios, correspondientes respectivamente a la imperfección, perfección de la polifonía y transición de esta a la época de la armonía moderna (s. XVII). Estas canciones solo puede ser del silo XV (técnica imperfecta) o del primero o segundo tercio del XVI."
Asimismo, Julio Bas distingue tres géneros de polifonía dentro del Cancionero:
- Polifonía de desarrollo único: cuando varias melodías cantan a un tiempo, el desarrollo de sus frases y de sus períodos suele ser uno mismo. En tal caso se comporta en cuanto a ritmo como si fuese una melodía sola.
- Polifonía de desarrollo múltiple: la voluntad rítmica de las voces está siempre ligada a su voluntad melódica. De estas, una de ellas es "Ojos garços a la niña", que contiene un modelo de verdadera exposición de fuga.
- Desarrollo forzado: es el mismo desarrollo múltiple cuando se fuerza el ritmo de las voces a seguir un desarrollo que no es el suyo. Prácticamente escasa en el Cancionero.
Otros procedimientos y técnicas compositivas a destacar son: la técnica del trocado, que se usa en "No tienen vado mis males" y "Un dolor tengo en ell'alma"; notas pedales en el cantus y en el tenur primus en la canción "Hartaos ojos de llorar"; y hay una categoría de canciones que es exclusivamente homófona: de estas tenemos 10. En ellas la melodía suele estar siempre en la voz superior, aunque puede encontrarse en las voces interiores como en "Soleta yo so açi", que está en la contralto.
Sobre Rafael Mitjana
El Cancionero de Uppsala o del duque de Calabria fue descubierto por Rafael Mitjana (Málaga, 6 de diciembre de 1869 - Estocolmo, 15 de agosto de 1921), embajador, musicólogo y compositor. Sus quehaceres profesionales no le impidieron realizar investigaciones sobre música ni le impidieron componer obras. Algunos de sus manuscritos están en la Carolina Rediviva de Uppsala entre ellos hay una ópera, Lorelei, éxtasis y romance sobre un poema de Víctor Hugo, Les Orientales, Romanza para piano, Danzas Españolas, La buena guarda y un pretencioso Preludio sinfónico al Drama universal de Campoamor. Además del Cancionero de Uppsala, también escribió otras obras referentes a la música española como La musique en Espagne, art religieux et profane y Cristóbal de Morales, un estudio crítico biográfico, entre otros.
Bibliografía
RIOSALIDO, Jesús: El Cancionero de Uppsala. Facsímil, Instituto Hispano-árabe de Cultura, Madrid, 1983
QUEROL ROSSO, Leopoldo: Cancionero de Uppsala. Estudio introductorio sobre la poesía y la técnica musical, Instituto de Madrid, Madrid, 1980
GREGORI I CIFRÉ, J. Maria: La música en la Corte Valenciana del duque de Calabria
Bibliografía
RIOSALIDO, Jesús: El Cancionero de Uppsala. Facsímil, Instituto Hispano-árabe de Cultura, Madrid, 1983
QUEROL ROSSO, Leopoldo: Cancionero de Uppsala. Estudio introductorio sobre la poesía y la técnica musical, Instituto de Madrid, Madrid, 1980
GREGORI I CIFRÉ, J. Maria: La música en la Corte Valenciana del duque de Calabria
Excelente!
ResponderEliminarJusto hoy comencé los ensayos de un concierto dedicado íntegramente al cancionero de Upsala. He aprendido mucho leyendo tu publicación!
Gracias por tu generocidad!
Gracias por el.articulo
ResponderEliminarGracias por esta publicación tan hermosa. ¿saben dónde conseguir estas partituras? en especial busco "El Judici"
ResponderEliminarles agradecería mucho si tuviesen información.
Muchos saludos
Buenas, intenta echar un vistazo en IMSLP.
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