El tiempo
-Orden temporal
En la historia, los hechos suceden de forma simultánea ( el
acontecimiento 1 sucede mientras está ocurriendo el acontecimiento 2), o
sucesivamente ( el acontecimiento 2 sucede después del acontecimiento 1).
Podemos distinguir cuatro posibilidades
HISTORIA
ARGUMENTO
A)
Acontecimientos simultáneos Presentación
simultánea
B)
Acontecimientos sucesivos
Presentación simultánea
C)
Acontecimientos simultáneos Presentación sucesiva
D)
Acontecimientos sucesivos
Presentación sucesiva
El tipo A se refiere cuando presumimos que acontecimientos
simultáneos en el argumento se presentan de manera simultánea en la historia.
El tipo A puede presentarse por división de pantalla, sonido en off u otros
recursos estilísticos.
El tipo B presenta simultaneidad en el argumento, pero
sucesión en la historia. Es poco frecuente, pero lo podemos encontrar en
aquellos casos en que los personajes ven una película o un programa televisivo
que describe acontecimientos previos a la historia. La narración puede
presentar, también, acontecimientos
sucesivos como simultáneos, empleando la división de pantalla o “sonido
solapado”.
El tipo C es más común.
El montaje paralelo es el principal recurso cuando los acontecimientos
simultáneos de la historia se extienden sucesivamente en el argumento.
Habitualmente la sucesión de la historia se presenta como
sucesión en el argumento (tipo D), pero incluso aquí el argumento puede tomarse
algunas libertades. La historia está formada por una serie de acciones
cronológicas, el argumento puede seguir esa cronología (1-2-3) o mezclar los
acontecimientos (1-3-2, 2-3-1, etc.). Los acontecimientos que han ocurrido
antes se nos presentan a través de breves flashbacks y los acontecimientos
posteriores son flash forward. La imagen y el sonido pueden divergir con
respeto al orden de la historia: la imagen puede estar en presente y el sonido
en pasado, tanto imagen y sonido estar en pasado, etc.
Cuando la historia presenta acontecimientos previos como si
estuvieran ocurriendo en el momento, en representación directa, tenemos una
escenificación.
Las manipulaciones del orden de la historia ofrecen
posibilidades narrativas obvias. Seguir fielmente el orden de la historia
centra la atención del público en los acontecimientos futuros, creando el
efecto de suspense que es característico de la mayoría de las películas
narrativas.
Los flashbacks están motivados psicológicamente como
recuerdo de un personaje. Cuando se emplea de esta forma, el flashback puede
crear una narración relativamente
comunicativa, con un pequeño grado de autoconciencia. La narración
motiva la presentación del flashback de una manera realista, dejándonos
escuchar a hurtadillas los recuerdos del personaje.
El flash forward, sin embargo, crea otros problemas. Será
imposible encontrar flash forwards externos ya que el último suceso de la
historia pone necesariamente un límite a la duración temporal del argumento.
Además, el flash forward es muy difícil de motivar de una manera realista. El
flash forward es comunicativo, peor en muchas ocasiones de una manera incomoda,
nos permite echar un ojo al resultado antes de que hayamos captado toda la
cadena causal que conduce hasta él.
-Frecuencia temporal
Los acontecimientos son sucesos únicos, pero cada uno puede
representarse en el argumento un indefinido número de veces. El acontecimiento
puede presentarse en la historia una vez, más de una vez, o ninguna. Utilizando
la distinción relato/representación llegamos a 9 posibilidades de
representación:
Número de veces que el acontecimiento de la historia es:
A B C
D E F
G H I
Relatado 0 0 0
1 1
1 +1 +1
+1
Representado 0 1 +1
0 1 +1
0 1 +1
-Duración
Dentro de la duración tenemos tres variables:
1)
Duración
de la historia-> Es el tiempo que
el observador presume que requiere la acción: un día, una hora, etc.
2)
Duración
del argumento-> Consiste en los espacios de tiempo que la película
dramatiza, representa, etc. De los diez años que transcurren, el argumento sólo
dramatiza unos meses o unos días.
3)
Duración
de pantalla o tiempo de proyección-> La acción de la historia puede
durar diez años, el argumento puede ir desde marzo a mayo, peor la película
puede representar estas duraciones en un intervalo de tiempo de dos horas.
Puesto que la duración de pantalla es el ingrediente principal del medio
cinematográfico, todas las técnicas fílmicas contribuyen a su creación.
La duración también actúa de manera importante en un nivel
más local 8partes del argumento como son escenas, acciones, etc.) y segmentos
del tiempo de pantalla. La necesidad de reconocer esto queda clara si
consideramos las asunciones básicas del espectador respecto a un filme
“ordinario”. En el nivel del conjunto, la duración de la historia se espera que
sea mayor que la duración del argumento y la duración del argumento se asume
que será mayor que el tiempo de proyección. Esto es así porque muy pocas
narraciones representan la totalidad de cada acción. En el nivel de las
diversas partes la situación cambia.
Después, hay que señalar que tenemos tres posibles
relaciones durativas (igualdad, expansión y contracción).Podemos generar un
conjunto de nueve posibles relaciones entre historia, argumento y estilo. Hay
equivalencia cuando la duración de la historia es igual al argumento y la
duración de la proyección. Tenemos reducción cuando la duración de la historia
se narra de forma abreviada o resumida.
Tenemos expansión cuando la duración de la historia se narra aumentada.
La narración fílmica puede también reducir el tiempo de la
historia. Es el procedimiento más común en el nivel global: el argumento
presenta diez años como diez días, mientras que la duración en pantalla
convierte diez días en dos horas. Algunas partes de la película pueden también
pueden reducir el tiempo de la historia, usualmente postulando una congruencia
de la duración del argumento y de la historia y representando este espacio en
una duración de proyección más abreviada. Puede indicarse contextualmente que
una escena dura cinco minutos en la historia y en el argumento, pero, mediante
cortes u otros recursos de montaje la acción se podría representar en tres
minutos en la pantalla. El movimiento rápido es otra técnica que acorta la duración
en pantalla sin indicar necesariamente al espectador que asuma la diferencia
entre la duración del argumento y de la historia.
Estos procedimientos e denominan elipsis. Hay dos formas de
reducir la duración de la historia, una forma que podemos llamar propiamente
elipsis se da cuando el argumento omite segmentos discretos del tiempo de la
historia. Es un proceso operativo normal. Pasando a la escena B, la narración
(habitualmente) elimina un intervalo de acción de la historia que sigue a la
escena A. La duración en pantalla es aquí idéntica a la duración del argumento,
y los rasgos estilísticos abarcan indicios convencionales de la elipsis.
El tiempo de la historia se puede reducir también sin
necesidad de ninguna elipsis. La duración tanto del argumento como de la
historia pueden ser mayores que el tiempo de pantalla, peor el tiempo de
pantalla presenta unas acciones de forma que no puede detectarse tiempo perdido
alguno. Puesto que aquí el tiempo no se elide sino que se condensa, llamaré a
este proceso compresión. Las elipsis dejan lagunas que pueden ser temporales o
permanentes, enfocadas o difusas, destacadas o suprimidas.
En el nivel global de la película, o en el parcial, la
narración también puede expandir la duración de la historia. Puede suponerse
que un acontecimiento dura un minuto en la historia, peor su composición
argumental o su manifestación en el tiempo
de rodaje pueden consumir dos minutos. Podemos distinguir dos tipos de
expansión: por inserción, que es análoga a la elipsis. El tiempo de la historia
se expande “rellenando”: el argumento y el estilo se introducen en estilos
ajenos.
El segundo tipo de expansión es la dilación. De alguna forma paralela a la compresión,
esta táctica extiende una acción representada de forma continua. Aquí la
duración de la historia y el argumento son congruentes (lógicas) y sólo la
duración de pantalla expande el tiempo. El ejemplo más común es la filmación a
cámara lenta.
Resumen:
-
Equivalencia:
La duración de la historia es igual a la duración del argumento y a la duración
de proyección.
-
Reducción:
la duración de la historia se reduce.
A)
Elipsis:
La duración de la historia es mayor que la del argumento, que a su vez es igual
a la duración de la proyección. Una discontinuidad en el argumento marca una parte
de la duración de la historia omitida.
B)
Compresión. La duración de la historia es igual
a la del argumento, y ambas son mayores que la duración de proyección. No hay
discontinuidad en el argumento, pero la duración de pantalla condensa la
duración del argumento e historia.
-
Expansión:
La duración de la historia se expande.
A)
Inserción->
La duración de la historia es menor que la del argumento, que a su vez es
igual a la duración de proyección. Una discontinuidad en el argumento marca el
material añadido.
B)
Dilación->
La duración de la historia es igual a la del argumento, y ambas son menores
que la duración de proyección. No hay discontinuidad en el argumento, pero la
duración de pantalla extiende la duración tanto de la historia como del
argumento.
Estas manipulaciones pueden conseguirse por medio de
diversas técnicas fílmicas.
El montaje alternado es un vehículo estilístico de
manipulación temporal. La narración entrecorta dos o más líneas distintas de
acción y esto origina cuestiones de orden. El entrecruzado produce elipsis en
algunas líneas de acción y expansión en otras.
Un caso canónico de manipulación temporal en cine es el
montaje superpuesto: montar juntos planos de la misma acción de tal forma que
se expanda la duración de proyección. Esto se emplea habitualmente para
enfatizar algo.
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