El siguiente texto es una traducción de un artículo
escrito por Kenneth Levy titulado On the Origin of Neumes, fundamental
para comprender la aparición de los neumas. He intentado respetar la esencia de
los términos en inglés, pero no es un texto fácil de leer ni de traducir. Para
los ávidos conocedores de la lengua del bardo inglés, podéis leer el original aquí. Antes de empezar a leerlo, se
deberán tener en cuenta algunas cuestiones con respecto a la traducción. Al
tratarse de un texto tan especializado, muchos términos musicales no tienen un
equivalente en español (o por lo menos yo no los conozco). De tal forma que:
- la palabras neumation o neuming se traducirá por
"neumas", "neumación" o por "notación en
neumas", según me haya dado en su momento y dependiendo del contexto de la
frase. Ya que no creo que exista el término neumación o
neumización en español. Indicaré entre paréntesis en qué momentos se están usando esta palabras en el artículo original de Levy. Si me acuerdo...
- ductus separado = disjunct ductus/ ductus
continuo = conjuct ductus: cuando en el texto se habla del ductus,
se está refiriendo a la inclinación de la pluma a la hora de escribir. Cuando
Levy habla de un disjunct ductus se refiere a que los escribas levantaban
la pluma cuando escribían los neumas y cuando habla de conjunct ductus
se refiere a que los escribas escribían los neumas del tirón, sin levantar la
pluma. Aunque los términos disjunto y conjunto se aplican también a los
intervalos musicales de forma análoga, he preferido optar por una traducción
más libre.
Sobre el origen de los neumas
¿Cuál es el origen de los neumas? ¿Cuál fue el
desarrollo acaecido entre sus comienzos y los
primeros documentos que utilizan neumas de forma sistemática
y que datan alrededor del año 900? Son muchas las especulaciones que
han fracasado a la hora de dar una respuesta convincente a estas preguntas.[1]
La Imagen 1 muestra un árbol genealógico de Joseph Froger que puede
servirnos para orientarnos acerca del problema. [2]
Esta imagen no indica un origen legítimo. Su "original" hace
referencia a un arquetipo de neumas utilizados en los propios de
las misas franco-gregorianas, una compilación perdida poco antes de los
primeros neumas. Esta tradición tendría su continuación en las variantes
regionales del año 900, todas ellas constituirían aparentemente brotes de este
arquetipo: Ept (Alemania); Cla (norte de Italia); Clu (Cluny); Dij (Burgundio);
Den (San Denis); Lan (Lorena o Metz); Mur 3 (San Galo); Cha (Breton); Alb (Aquitania);
Ben (sur de Italia/ Beneventano). Entre este "original" desconocido y
las múltiples clases de neumas de ca. 900 existe una evolución oscura.
Hay, en palabras del propio Froger, "une sorte de nuée opaque... [une]
zone brumeuse."
Las fechas y los lugares de desarrollo también son
oscuros. El Sextuplex de R.-J. Hesbert de 1935 aportó una forma
aproximada del arquetipo carolingio del canto Gregoriano (de las palabras sin música) que circuló en las regiones francas durante el pasado siglo VIII.[3]
No se ha encontrado un arquetipo musical (los textos junto con los
neumas) que se corresponda con el anterior. A los eruditos españoles les
gusta decir que los neumas se retrotraen a la época de Gregorio Magno.[4]
Imagen 1. El árbol genealógico de Joseph Froger (1962)
|
Hoy en día, la opinión predominante es la de Solange
Corbin, que vio los neumas como una invención de principios del siglo IX para
grabar música auxiliar y nueva como lecciones, cantos del celebrante, tropos,
secuencias y polifonía, en tanto que el repertorio principal de los propios
gregorianos quedó consignado a la transmisión oral hasta alrededor del año 900.[5]
Eugène Cardine aceptó que este era el uso de los neumas en el corpus gregoriano
y situó el origen de la colección "entre el Rin y el Sena."[6]
La propuesta de Corbin también ha sido adoptada por Helmut Hucke y Leo
Treitler, cuyas afirmaciones sobre que las técnicas de improvisación
orales ayudaron a formar las transmisiones de las melodías gregorianas del
siglo IX en adelante ayuda a apoyar la teoría.[7]
Sin embargo, la propuesta Corbin-Hucke-Treitler ha
encontrado resistencia. Michel Huglo se ha aventurado a decir, considerando las
conexiones cercanas entre los brotes francos del este y el oeste de la
tradición notada, que existió un arquetipo carolingio con neumas antes de la
división del imperio carolingio a mediados del siglo IX. Esto echa por
tierra algunas de las fechas de Corbin y de los argumentos que dependen de
ellas.[8]
Huglo suscribe que el origen de los neumas se retrotrae al año 800. [9]Yo
mismo he hablado sobre el tema de la cronología en un reciente artículo llamado
"Charlemagne's Archetype of Gregorian Chant." Lo que ahí se propone
es la existencia de un manuscrito con neumas de, por lo menos, un siglo antes
de lo que se piensa. Populariza el uso de los neumas mediante copias de un
arquetipo con notación musical de los propios franco-gregorianos que circularon
aproximadamente a finales del siglo VIII.[10]
Un corolario de esta fecha tan temprana para el arquetipo con neumas se debe a
una revisión de la temprana transmisión escrita: las melodías de los propios de
las misas gregorianas fueron realizadas durante el reinado de Carlomagno en una
recensión con neumas que no dejaban pie para la improvisación oral.
En el presente artículo, el foco se centra en la
cronología de los propios neumas: en su naturaleza y forma de transmitir las
melodías gregorianas. Propondré escenarios nuevos para los tres estados
primarios de la práctica de la notación con neumas: 1. orígenes legítimos; 2.
"el arquetipo de Carlomagno"; 3. las especies de neumas alrededor del
900. Los escenarios 1 y 2 son "prehistóricos" en el sentido que no
han sobrevivido los neumas hasta nuestros días. Sólo disponemos de los
neumas del escenario 3. Las pruebas son escasas y mis resultados no
pretenden ser más que conjeturas.
I. ORÍGENES. LOS DOS MÉTODOS DE NEUMACIÓN (NEUMATION)
Son varias las explicaciones que circulan hoy en día
sobre el origen de los neumas.
a. Acentos. Podemos encontrarnos a menudo con la teoría de que los "acentos" de la Antigüedad Clásica (los diez signos prosódicos alejandrinos: agudo, grave, circunflejo, etc.) fueron los principales factores en el origen de los neumas.[11] Generalmente hablando, un acento agudo prestaría un servicio musical al indicar una nota más aguda que aquella a la que precede; un acento grave, indicaría una nota más grave; un acento circunflejo, una sucesión de notas agudas y notas graves. El sistema se completaría con algunos signos como el quilisma, el oriscus y las licuescencias.[12] Los defensores de esta "teoría de los acentos" tienden a recurrir a una cita del sur de Alemania de c. 1000 (Ciudad del Vaticano, Biblioteca Apostolica Vaticana, ms. Pal. lat. 235) que dice que "de los acentos proceden las notas que llamamos neumas."[13]
b. Modelos greco-bizantinos. Algunas explicaciones hablan de
que los neumas latinos derivan de las prácticas notacionales bizantinas.[14]
Los signos bizantinos oxeia y bareia reproducen los acentos agudo
y grave alejandrinos, por lo que podemos considerarla como una variante de la
teoría de los acentos. Esta teoría no está del todo aceptada, ya que el uso de
los signos notacionales bizantinos difiere en parte de los usos de Occidente
y, además, todavía no se ha esclarecido el origen del sistema bizantino.
c. Quironimia. La explicación difundida por André Mocquereau
considera que los neumas musicales eran la contrapartida escrita de los gestos
hechos con la mano de los directores de coro, que trazaban trayectorias
melódicas durante la interpretación.[15]
Huglo tiene su criterio para abstenerse a creer en esta teoría.[16]
d. Signos de puntuación y uso del lenguaje. La teoría de que los neumas eran
signos que habían sido usados antes como signos de puntuación en los textos
procede de Bohn y Thibaut.[17]
Algunas formas estilizadas que se usaban como signos editoriales y signos
de puntuación (signos de interrogación, comas, los dos puntos) en los textos
literarios y en las recitaciones litúrgicas de determinada región carolingia
pudieron llegar a usarse en esa misma región como neumas para el quilisma, el
oriscus, etc. Las formas de los neumas difieren en muchos aspectos de una
región a otra, tanto, que las correspondencias locales apenas reflejan un
origen común. Sin embargo, la teoría es un punto de partida para Treitler, que
enlaza el fenómeno del origen de los neumas con el del uso carolingio del texto
y el lenguaje: "El desarrollo de la escritura musical está asociada con la
estandarización del latín y su escritura, con la difusión de la escritura y la
alfabetización y con la enseñanza del lenguaje... Los factores más importantes [con respecto al origen de los neumas] se
relacionan con el desarrollo del lenguaje hablado y escrito y con la teoría y
la pedagogía del lenguaje."[18]
e. Signos ekfonéticos. La teoría de que los neumas
latinos derivan de los signos ekfonéticos, usados en el Imperio Bizantino entre
los siglos IX y XV para regular la entonación de las lecturas y textos
ceremoniales, está en parte relacionada con la teoría del origen bizantino de
los neumas y con la de los signos de puntuación. Esta teoría, impulsada también
por Thibaut, ha recibido poco apoyo por parte de los estudiosos
científicos.[19]
d. Teorías eclécticas. Dado que ninguna de las teorías
existentes explica por sí sola los orígenes de la notación, ha habido
fusiones de dos o tres de ellas. Una reciente formulación de Dom Cardine
combina elementos de la teoría de los acentos, de la puntuación y de los signos
quironímicos:
El origen de los neumas. Los primeros escribas de las melodías
gregorianas emplearon signos que ya habían sido usados como signos literarios,
manteniendo la esencia de su significado original o modificándolo buscando un
significado análogo. [Teoría de los acentos:] Los acentos agudo y grave
de los gramáticos eran ideales, por su naturaleza, para distinguir las notas
agudas y graves: la virga y el tractulus. [Signos de
puntuación:] Algunos signos de puntuación se usaron, por la fineza de
su diseño, para representar sonidos que se repetían ligeramente: como la stropha
y el trigon. Los signos de contracción se usaron para sonidos
particularmente ligados entre ellos: como el oriscus. El signo de
interrogación se eligió como la figura para un fenómeno vocal, una elevación
melódica muy similar a una frase interrogativa: el quilisma.
[Quironimia:] La intención principal del sistema fue traducir la melodía
al gesto y convertir el gesto en un signo escrito. Un neuma es un gesto puesto
en tinta sobre el pergamino.[20]
Viniendo como viene de parte de uno de los mejores
gregorianistas musicales (justo al principio de Sémiologie grégorienne, la
obra maestra de Cardine) hay que respetarlo y de hecho hay mucho de verdad en
ello. Pero incluso si las simples sugerencias que voy a presentar ahora ni siquiera estuvieran próximas a la realidad, las explicaciones que se han dado hasta el momento sobre el origen de los neumas deberían dejarse a un lado. Ni los acentos, ni los signos de
puntuación, ni los neumas ekfonéticos serían relevantes. La teoría bizantina,
una variante de la teoría de los acentos, evita el tema. Solo la quironimia
jugaría un rol en el desarrollo de los primeros neumas, pero no está implicada
en los orígenes legítimos de los neumas.
¿Cómo empezaron los neumas? Mi primera intención
es prescindir de una idea que ha gozado de un enorme apoyo
tácito. Se trata de la idea de que todos los neumas proceden de un
mismo desarrollo "original". Yo propongo otra idea en su lugar:
dos desarrollos distintos que representan dos métodos diferentes o
aproximaciones al proceso de neumación (neumation). De momento, cada uno de ellos se
designan como el Tipo 1 y el Tipo 2. El Tipo 1 es anterior al Tipo 2, que es
más tardío, y tan sólo el Tipo 1 estaría más cerca de los orígenes de los
neumas. Permitidme que desvele algo acerca de esto. Los documentos son bien
conocidos y las observaciones fundamentales han sido llevadas a cabo hace mucho
tiempo en un polémico estudio hecho por Handschin. El Tipo 1 está representado
por una ingente cantidad de especímenes que han sobrevivido y que han sido
clasificados como notación Paleofranca o de San Amand. El Tipo 2 comprende el
resto de las especies de neumas latinos.
El estudio de la notación Paleofranca comienza en 1950
cuando Handschin y Jammers se centraron en una especie arcaica de neumas
hallada en un grupo reducido de ejemplos en el noreste de Francia y noroeste de
Alemania.[21] A
partir de entonces, Hourlier y Huglo ampliaron el tema de estudio y
contribuyeron con un listado exhaustivo de fuentes.[22]
Han aparecido recientes discusiones acerca de los enigmas planteados
por las notaciones del Tipo 1/ Paleofranca, pero el estado de la cuestión
ha visto pocos avances más allá de los planteamientos de los años 50 del siglo
XX.[23]
Imagen 2. El árbol genealógico de Jean Hourlier y
Michel Huglo (1957)
|
Los puntos de vista de Hourlier y Huglo se resumieron
en un árbol genealógico que (como en el de Froger de la Imagen
1), nos lleva a una proyección de los orígenes de los neumas. Está reproducido
en la Imagen 2.[24]
Todas las familias regionales descienden de un mismo arquetipo nunca
hallado: el Hourlier-Huglo "X", el
que se ha llamado el original de Froger. Pero la Imagen 2, que tiene en cuenta la
rama Paleofranca, mejora el árbol genealógico de Froger, para
quien los documentos Paleofrancos constituían un obstáculo en el camino de una
edición crítica del Gradual Gregoriano y fueron ignorados. En la Imagen 2, la
rama paleofranca se encuentra antes que los neumas mixtos (notaciones
mixtas), entre los neumas de acentos (notaciones de acentos) de las especies
del centro de Francia y Alemania, por un lado, y los neumas de puntos
(notaciones de puntos) de las especies aquitanas por otro. También encontramos
agrupadas en estas notaciones mixtas (aunque posteriores a la paleofranca y,
posiblemente, descendientes directas de esta), las especies de neumas de
Bretaña y Lorena (notación mesina). Las notaciones italianas se han omitido por
cuestiones de espacio, "dont la carte est extrêment complexe", pero están muy próximas a las notaciones de acentos y derivan del mismo arquetipo X.
En la Imagen 3 ofrezco una representación totalmente
diferente de los inicios de los neumas. En lugar de un único original escrito
del que descienden todos los neumas latinos, propongo un árbol genealógico de
tres ramas que coexisten durante un período de algunos siglos. La rama más
antigua no está escrita en ninguna parte. Se trata de la memoria: una tradición
melódica de los propios gregorianos que estaba en las memorias profesionales al
mismo tiempo que el procedimiento de la escritura comenzaba. Esta tradición
melódica, almacenada en la memoria, nutrió las dos ramas escritas durante los
primeros siglos de transmisión a través de neumas.
Serán varias las cuestiones que mi árbol genealógico
suscitará y que serán consideradas según avance mi discurso. Para
comenzar, una de ellas es la posición que ocupan las especies
paleofrancas, ya que no aparece como el brote de un único desarrollo neumático,
sino como una tradición escrita original que usaba un método diferente y
pertenece a una genealogía distinta al del resto de las especies de neumas. Un
indicador de esta independencia del Tipo 1/ Paleofranco se puede tomar de la
geografía de las fuentes. Handschin señaló que los documentos de la notación
paleofranca representan, en general, las mismas regiones en las que la especie
de neumas de Metz dominó durante finales del siglo IX y principios del X. El
arcaísmo de las especies paleofrancas le llevaron a suponer una sucesión
cronológica en la que las especies de Metz (se puede hablar, como Corbin, de
las especies lorenas) suplataron a la paleofranca en esta región central del
Imperio Carolingio. Handschin sugirió el nombre alternativo de la notación
"pre-Metz" para la paleofranca.[25]
Las consideraciones litúrgicas y del repertorio nos
llevan a una conclusión. Los filtro previos de los materiales paleofrancos dan la
impresión de que lo que ha llegado hasta nuestros días asciende a meros
fragmentos de música que permanece ajena a la tradición gregoriana. Sin
embargo, un examen detallado sugiere que una completa recensión de los
propios de la misa gregoriana existieron una vez con neumas del Tipo 1/
Paleofranca. La Tabla 1 reproduce el inventario de fuentes compiladas por
Hourlier y Huglo. Hay veinte ítems, datados entre mediados del siglo IX y
los siglos XI y XII.[26]
En la columna titulada "Foliation" no hay una colección del Tipo 1/
Paleofranca completa, sólo fragmentos y marginalia. En la columna titulada
"Description", los fragmentos con neumas están constituidos por una miscelánea
de los textos clásicos (Horacio: nº 6, 9), Lecturas del Antiguo Testamento
(Lamentaciones: nº 14), teoría musical carolingia (Aurelian: nº 16;
Tonario-Noaeane: nº 19), ceremonial carolingio y música litúrgica (missa
graeca, Laudes regiae, letanía: nº 4, 15, 8), tropo y secuencia (nº 2, 13, 18),
propios del oficio gregoriano (el de difuntos y el Réquiem: nº 1 y 20), y los
propios de la misa gregoriana (nº 3, 5, 11). De los veinte, sólo cinco están
dedicados al repertorio gregoriano principal , y de estos, los cantos del
oficio permanecen parcialmente alejados del corpus tradicional ya que la
fórmula para Todos los Santos (nº 1) era una adición carolingia.[27]
Volviendo a los cantos de la misa, la neumación (neumation) parece estar limitada a la
marginalia en dos sacramentarios (nº 3 y 5) además de algunas adiciones a
algunos folios del misal de París (nº 11). Sin embargo, si miramos con lupa,
estas tres fuentes sugieren una imagen mucho más rica de las neumaciones (neumations) de
las misas paleofrancas.
Imagen 3. Propios gregorianos: árbol genealógico de
tres ramas
|
Los dos sacramentarios, ahora en Düsseldorf, fueron
escritos en el norte de Francia. Son libros de oraciones, que en un principio
no estaban pensados para tener anotaciones musicales. Pero, como a menudo ocurre
con los ejemplares de gran tamaño del sacramentario y el leccionario, se
hacían adiciones en los amplios márgenes.[28]
Entre ellos hay cerca de cuatro docenas de cantos del propio de la misa con
neumas paleofrancos del Tipo 1/ neumas paleofrancos, bien notados o simplemente
como íncipits.[29]
Entre los cantos hay entradas del calendario para la primera, segunda y cuarta
semana de Adviento, para los tres últimos tres días de Semana Santa y para las
fiestas de San Miguel, la Santa Cruz y otros repartidos a lo largo del Año
litúrgico. La selección puede parecer aleatoria en un principio, pero la
presencia de los domingos de Adviento, el Primer domingo entre ellos, y la
enorme selección de fiestas sugiere la posibilidad de un ciclo neumado
comprensible.
El manuscrito Paris lat. 17305 (Tabla 1,
nº11) apoya esto, un misal entero del siglo X (o del siglo IX), copiado
en el noreste de Francia.[30]
Aquí los textos musicales fueron parte del plan original, aunque no se pensó
que fueran a albergar ningún neuma, ya que no se dejó espacio horizontal para
los melismas. Sin embargo, en al menos los íncipits de cuatro docenas de cantos
del propio gregoriano se han escrito neumas del Tipo 1/ Paleofranca; estos
neumas se han escrito apretados en los estrechos espacios interlineares que
quedan entre el texto. El misal con neumas de París complementa el de los
sacramentarios de Düsseldorf. Completando el calendario de Adviento de
invierno tenemos la vigilia y tres misas para el Día de Navidad así como los
días de los santos de la semana de Navidad (Esteban, Juan, los Santos
Inocentes, Silvestre). Más adelante, las anotaciones de notas del Tipo 1 se
hacen cada vez más raras, haciendo pensar que la idea inicial de neumar todo el
ciclo se desechó. Pero existen notaciones para los cantos del propio de la misa
del segundo domingo después de Navidad, del martes para la cuarta semana de
Cuaresma, Jueves de Pascua, Pentecostés, el segundo domingo después de
Pentecostés, y las fiestas de abril de Tiburtius y Valeriano. Los repertorios
combinados de los manuscritos de París y Düsseldorf suman alrededor de ocho
docenas de propios de la misa con neumas del Tipo 1/ Paleofranca.
Contienen tanto fiestas menores como mayores que se distribuyen a lo largo de
todo el año litúrgico del temporal y el santoral. Todo esto sugiere una neumación
total del Tipo 1/ Paleofranca. Esta notación del Tipo 1/ Paleofranca se
desarrollaría dentro del mismo territorio del noreste de Francia que era el
dominio de las notaciones lorenas durante
finales del siglo IX.[31]
Además, tenemos dos regiones con dos notaciones
neumáticas: una más temprana que la otra. ¿Por qué había dos neumaciones
sucesivas de los propios de la misa gregoriana en pleno corazón del imperio
carolingio? Para responder, me remito a las mismas notaciones, sobre la que
tengo que sustentar mi afirmación de que son dos tipos diferentes o métodos de
neumar los implicados.
Imagen 4. Tipo 1/ Notación paleofranca: principio
del introito Dum medium silentium del Misal de París, Bibliothèque Nationale,
Ms. lat. 17305
|
La Imagen 4 muestra los incisos del principio del
introito Dum medium silentium para el segundo domingo después de
Navidad. La notación es del Tipo 1/ Paleofranca encontrada en el Misal de París
(ver también la Imagen 5).[32]
Esta clase de puntos, líneas y curvas apenas se diferencian de aquellas
encontradas en otras especies de neumas. Un ascenso de dos notas se puede notar
aquí, como en la mayoría de las especies del Tipo 2, con dos puntos, el segundo
de ellos situado más alto y a la derecha del primero, como en las dos notas
finales de silen-ti-um.
Imagen 5. Principio del introito Dum medium
silentium (según Corbin) (véase Imagen 4)
|
El grupo de dos notas ascendentes del Tipo 1/
Paleofranca también puede adoptar la forma de una diagonal que combina los dos
puntos en un único trazo anguloso ascendente, como podemos ver en las dos
últimas notas de me-dium, en te-nerent o en et nox.
Podemos encontrar una situación similar en la sucesión de tres alturas,
grave-agudo-grave, que en el Tipo 1/ Paleofranco puede tomar la forma poco
corriente de medio círculo abierto por abajo, como en si-len-tium.
Podemos encontrar más ejemplos de semejantes formas
inusuales en la Imagen 6a (véase también la Imagen 7), que muestra el introito Ad
te levavi para el primer domingo de Navidad en la notación del Sacramentario
de Düsseldorf D. 1.[33]
El ductus neumático de Düsseldorf es distinto del que encontramos en el Misal
de París, pero de nuevo están presentes las anomalías del Tipo 1: el podatus de
un sólo trazo en el le-vavi, a-ni-mam y con-fi-do; el
torculus semicircular en ne-que y ir-ri-deant. Los nombres
conocidos para los neumas del Tipo 2 (clivis, torculus, etc.) tienen pocas
oportunidades de ser "originales" o de aplicarse al Tipo 1. Son
aparentemente, de origen alemán y parece que lograron difusión a partir del
siglo XI, y probablemente no existía conexión con los primeros estados de
neumación (neuming).[34]
Para desentrañar las anomalías en la notación, uno
tiene que aproximarse a ellas desde otra perspectiva. ¿En qué se diferencian
los neumas del Tipo 2 de los del Tipo 1? La Imagen 6b muestra una típica
notación del Tipo 2 para el mismo pasaje del introito Ad te levavi.
Mientras que en el Tipo 1 encontramos un secuencia de nota grave, aguda y grave
en las palabras neque y irriderant, en la que se utiliza
el semicírculo mirando hacia abajo, el torculus del Tipo 2 utiliza un
arco con un adorno inicial: primero una línea descendente, después ascendente y
después un arco hacia abajo de nuevo; en el Tipo 1 la línea descendente inicial
no está.
Imagen 6. El introito Ad te levavi y la
comparación de las dos notaciones: la del Tipo 1/ notación paleofranca
que aparece en el sacramentario de Düsseldorf, Landes- und Stadtbibliothek,
Ms. D.1 que se corresponde con (a); y la del Tipo 2/ notación alemana, que se
corresponde con (b)
|
Lo mismo ocurre con la sucesión de dos alturas
ascendentes o podatus: en el Tipo 1 se usa una diagonal ascendente (como en
le-vavi) mientras que en el Tipo 2 se añade de nuevo un adorno inicial: una
línea descendente para la nota grave del principio, ascendiendo para la nota final.
Lo mismo ocurre con la sucesión de dos notas descendentes o clivis: el Tipo 1
puede lograr esto con una diagonal descendente (como en me-us, confi-do,
e-rubescam, etc.), pero el Tipo 2 utiliza la línea descendente con un
pequeño adorno introductorio. Sin embargo, donde realmente son más claras las
diferencias fundamentales en el procedimiento de ambos tipos es en las notas
aisladas y únicas. La Imagen 8 compara las formas básicas del punctum y la
virga con las del torculus, podatus y clivis.
Imagen 7. El introito Ad te levavi (véase
Imagen 6)
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En el Tipo 2 hay dos opciones básicas para neumar una
nota aislada: para aquella que no es enfática o que permanece relativamente
grave, utiliza un punto plano o punctum; para aquella que enfatiza o permanece
relativamente aguda, utiliza la diagonal ascendente o virga. La notación del
Tipo 1 carece de esta opción: una diagonal ascendente (la forma de la virga en
el Tipo 2), significa en el Tipo 1 una nota ascendente de dos alturas o
podatus.
Imagen 8. Los neumas básicos, Tipos 1 y 2
|
La lista de los signos paleofrancos del Tipo 1, al
igual que todos los de otras especies de neumas, se compone de puntos y trazos,
aislados o combinados, expresando información sobre el perfil melódico y las
frases; existen formas redondeadas que indican licuescencias y matices
melódicos; y existen formas alteradas y especiales indicando diversas
longitudes.[35]
Incluso en las situaciones ya vistas, el Tipo 1/ Paleofranco es un caso aparte.
Utiliza la diagonal ascendente para dos notas ascendentes, una opción
paleofranca para el podatus, sin trazo inicial. Utiliza un torculus con
forma de cúpula sin trazo inicial. Y utiliza una diagonal descendente para la
clivis, de nuevo sin el trazo inicial. En cada situación, la paleofranca
utiliza menos trazos, sus escribas han sido más económicos a la hora de
transcribir la esencia melódica en el soporte. Cualquier estudioso de la
notación se ha percatado de estas peculiaridades, pero las explicaciones que se
han dado son inconcluyentes. El obstáculo puede residir en el hecho de suponer
que existía un único desarrollo detrás de todas las primeras neumaciones: en
suponer que la paleofranca representa la misma premisa metodológico-notacional
que el resto. Yo sugiero que el comportamiento económico del Tipo 1/
Paleofranca es síntoma de un proceso bastante diferente. Lo que ofrece el Tipo
1 es un cuadro de posiciones de altura en el que cada elemento del melos, tanto
si aparece en el folio como parte de una ligadura o como un signo independiente,
se trata como un punto con una posición concreta. Incluso la variedad de curvas
usadas para indicar los neumas ornamentales (quilisma, oriscus, apostrophus) y
las licuescencias se explican de esta forma: como una analogía escrita de los
matices de la voz. Si hay una palabra que describa esta relación entre sonido y
signo esa es "gráfico". Con respecto a lo que sigue, sostendré esta
razón fundamental sobre la notación del Tipo 1 para sustituir "paleofranco" por "gráfico". Esto explica el comportamiento de la notación del
Tipo 1: cada sonido, punto o matiz está ofreciendo una forma simplemente
descriptiva.
¿Qué pasa entonces con el método del Tipo 2? Que posee
esos trazos extra al principio de sus podatus, torculus, etc. Y, en algunas
especies del Tipo 2, la diferencia entre las alturas graves y agudas pueden
indicarse con la opción de puntos y trazos, que no son posibles en el Tipo 1.
Mi propuesta es que tales características marcan a la notación del Tipo 2
no como un cuadro de alturas inertes, de posiciones melódicas abstractas (como
en el método del Tipo 1), sino como un cuadro que muestra las analogías de
movimientos interválicos ascendentes y descendentes. Los neumas del Tipo 2
reflejan, en esencia, los contornos melódicos: muestran giros (gestures)
melódicos generales. Así como he descrito el Tipo 1 como gráfico por su trazado
de las alturas y matices, el método del Tipo 2 lo describiría como
"gestual", por su analogía con el fluir melódico. A esto cabría
añadir que aquí y sólo aquí, se podría aplicar una de las teorías de los
orígenes de los neumas: la teoría de la quironimia. Tal y como Cardine
escribió, "un neuma es un gesto puesto en tinta sobre el pergamino".[36]
Pero, en mi teoría, la quironimia de los gestos en tinta de Cardine no tiene
cabida en el Tipo 1, no existe un eslabón que enlace con orígenes legítimos de
los neumas. Sólo es aplicable a las notaciones del Tipo 2.
Si bien es verdad que la dicotomía de los métodos
"gráfico" y "gestual" se ha aceptado provisionalmente,
también es cierto que ha suscitado varias preguntas. ¿Por qué había dos
métodos de notación? ¿Por qué hay dos "ediciones" sucesivas de los
propios gregorianos, una primera edición que utiliza el método gráfico y una
revisión posterior que sustituye a esta con el método gestual? Mi respuesta
puede abrir un enorme ventanal acerca de los orígenes de los neumas. La
interpretación personal de la posición de las alturas y los matices del Tipo 1/
gráfico favorecería las condiciones para una transferencia inicial del canto
desde la tradición oral a la plasmación escrita. Uno puede imaginarse una
comisión responsable de producir la primera notación con neumas, virando hacia
el método del Tipo 1/ gráfico, para establecer una primera conversión a partir
de la interpretación oral con sus respectivas rondas de modificaciones
(constituidas tanto por simples retoques como por revisiones ambiciosas.) En lo
que respecta al Tipo 2/ método gestual, sus refinadas analogías del movimiento
interválico sugieren una naturaleza totalmente distinta. El Tipo 2 sería el más
útil para los directores del coro y los cantantes que interpretaban el
repertorio. Los diagramas gestuales eran ideales para representar el fluir
melódico, hacía más fácil la memorización de los cantos para los intérpretes al
aportar un estímulo visual que se podía traducir fácilmente en un gesto con la
mano o con el brazo para aquellos que dirigían a los cantantes. En resumen,
mientras que los neumas del Tipo 1/ gráfico constituían un libro de texto, los
neumas del Tipo 2/ gestual constituían una 'edición para ser interpretada'.
Estas identificaciones del método paleofranco como
gráfico y original se han discutido anteriormente; sin embargo, no se han
llegado a conocer todas sus implicaciones sistemáticas e históricas. En 1930,
Paolo Ferretti, el principal analista de la centonización gregoriana, centró su
atención sobre los orígenes de la notación y en unos pocos párrafos esbozó una
teoría de los orígenes de los neumas que se aproxima a los puntos de vista aquí
sugeridos. Para Ferretti, la lista completa de los signos de los neumas
brotaron de tan solo cinco radicaux (signos raíces). Los cinco fueron
bien elegidos: los acentos agudos y grave más los tres signos apostrophus,
oriscus y quilisma. Ferreti interpretó el resto de los signos como dérivés,
elaboraciones y combinaciones de los signos raíces, que fueron los génerateurs.[37]
El arraigo de la teoría de los acentos se mantiene de nuevo aquí, ya que es la suposición de
que un único sistema subyace a todos los neumas latinos. La teoría de Ferretti es
ecléctica y se refiere únicamente a los neumas del Tipo 2. Aun reduciendo el
campo a estas raíces particulares, Ferretti se aproximó a lo que puede verse
como la premisa gráfica básica de una notación original del Tipo 1.
Las discusiones de Handschin sobre los neumas paleofrancos
todavía se acercan más a la cuestión. "¿Podría ser ésta la notación que
usaban en Francia antes de la llegada de los maestros de canto romanos, antes
de la dinastía carolingia?" "El principio de esta notación está
claro: la altura del sonido se corresponde con la disposición más alta o más baja
sobre el pergamino." "Vamos a decir que ésta podría ser la notación
diastemática ideal, igual que la que resuelve todo mediante puntos."
"Para nuestros tipos de neumas apenas podemos concebir un punto de partida
que no sea el puramente musical, independiente en su base del hablado."[38]
Recientemente, David Hiley realizó un resumen de las
actuales teorías sobre el origen de los neumas mostrándose claramente
insatisfecho con todas ellas: "se podría argumentar que las exigencias
funcionales del sistema de notación eran lo suficientemente fuertes para
iniciar un desarrollo sin beneficio de ningún sistema pre-existente."[39]
Hiley no entró en detalles, pero es una explicación práctica del mismo tipo que la mía, y que ahora intentaré ubicar en el contexto histórico de mi
árbol genealógico de tres ramas (Imagen 3).
Ya he sugerido algo del trasfondo de mis dos métodos
de neumación (neumatic methods) al asignar al Tipo 1/ gráfico el
estatus de los neumas originales. La pre-historia del Tipo 1 es difícil de
evaluar. Sus procesos elementales pueden ser antiquísimos. Los supervivientes
del Tipo 1 del siglo X y XI, en tanto que el Tipo 2/ gestual se acabó
asentando, sugieren que el Tipo 1 estaba anteriormente bien arraigado. Dado que
los hechos importantes (entre los que se encuentra la invención de los
neumas) probablemente reflejen causas importantes antes que triviales, los
orígenes del Tipo 1 pueden llegar a remontarse a la época de Gregorio
el Grande, quien llegó a autorizar una revisión del Antifonal.[40]
La sentencia de Isidoro de Sevilla que dice que "los sonidos perecen...
porque no se pueden escribir" supuso un obstáculo a la hora de
utilizar neumas en la época de Gregorio. Una evaluación de la sentencia podría
defender la notación "gregoriana".[41]
Pero una razón más probable para la aparición de los primeros neumas
podría ser la revisión de la liturgia realizada por Pipino, el
Breve durante la visita a Francia en el año 753-4.[42]
La progresiva conversión de la música de la iglesia franca hacia la tradición
romana podría haber traído consigo el método del Tipo 1/gráfico durante
las décadas siguientes. Queda por conocer si los neumas eran en realidad una
invención franca o una invención cooperativa italo-franca o incluso una
invención italiana mucho más anterior.
En cuanto al cambio del método del Tipo 1/ gráfico
hacia el método del Tipo 2/ gestual con su consiguiente realce de la
memorización y la interpretación, la génesis del método gestual podría estar
ligado con la promulgación del antifonario neumado franco-gegoriano, el
antifonario al que yo llamo el "arquetipo de Carlomagno" y datado c.
800.[43]
Independientemente de la cronología, la conversión del método gráfico al
gestual no debió llevar mucho tiempo. Las diferencias musicales son muy
pequeñas entre ambos métodos y las modificaciones en la notación podrían haber
llevado sólo unas semanas en lugar de varios años.
Con todo esto, mi propuesta general sobre el origen de
los neumas está completa, pero habría que considerar también algunos temas
relacionados. Uno de ellos es la importancia, reconocida por varias teorías
sobre el origen de los neumas, de distinguir entre los neumas-acentos, que
escriben la melodía del canto fundamentalmente con ligaduras (como en las
especies de neumas alemanas), y los neumas-puntos, que la escriben en su mayor
parte como puntos separados (como en las especies aquitanas y bretonas). Esta
dicotomía acentos/puntos está profundamente arraigada en las primeras teorías
sobre el origen de los neumas y su importancia reside en las teorías de Hourlier
y Huglo (ver Imagen 2).[44]
Ya que la notación paleofranca se debe clasificar como una notación de puntos,
se presenta un problema para los defensores de la teoría de los acentos, que se
ven obligados a explicar por qué una notación de puntos es más antigua que la
más temprana notación de acentos. Sin embargo, Handschin reconoció mucha
de la insuficiencia de los acentos/puntos: uno puede llegar a una distinción
más básica de los tipos de neumas, que va más allá de la típica "neumas de
trazo versus neumas por puntos": se trata de neumes-accents versus neumes
à points superposés. El criterio tal vez no sea el de un ductus conectado o
separado, sino más bien aquel en el que un sonido se expresa mediante una posición
en una escalera vertical mientras que en el otro se expresa como un trazo
ascendente.[45]
En mi esquema (Imagen 3), la dicotomía acentos-puntos
no tiene ninguna conexión con el origen de los neumas, con el método del Tipo
1/ gráfico, sino que concierne únicamente a las especies de neumas del Tipo 2/
gestual. Lo que hago yo es sustituir los términos "acentos" y
"puntos", que implica relacionarlo directamente con las teorías de
los acentos del origen de los neumas, por los términos "conjunto" y
"disjunto", ambos relacionados con el ductus, un término mucho
más neutral. El término "conjunto" representa las especies de neumas que hacen
un mayor uso de las ligaduras, y el término "disjunto" hace
referencia a aquellas que tienden a representar el movimiento melódico con signos
separados. Mis ilustraciones sobre la notación del Tipo 2 (Imágenes 6b y 8)
tienen la forma de un ductus conjunto y en la siguiente parte de este artículo
hablaré sobre la notación en neumas (neumation) del arquetipo de Carlomagno y daré razones
para suponer que este original del Tipo 2 utilizaba dicho ductus. Sin embargo,
la base gestual subyacería en todas las notaciones del Tipo 2 y formarían parte
tanto de las especies con ductus disjunto (las "notations à points
superposés" de Bretaña, Occitania, Lorena, Nonantola, etc.) como de las
especies con ductus conjunto de San Galo, Borgoña, Italia central, etc. Algunas
de las especies disjuntas, como las de Lorena, tienen claros indicios en los
que subyace una base de ductus conjunto, como se puede deducir de las tablas de las
notaciones en neumas de Laón y San Galo del Graduale Triplex.[46]
En otras especies disjuntas también subyacen rasgos del método gestual y
concepción del ductus conjunto en algunos documentos. Los primeros especímenes de la
notación aquitana muestran rasgos de un ductus conjunto más que los
especímenes posteriores.[47]
Las indicaciones en el ductus disjunto de las especies de Bretaña y
Nonantola son mucho más raras. Incluso aunque los impulsos gestuales se
resuelven hasta el punto en el que no se manifiestan en la página, la razón
fundamental permanecería: cada punto, tractulus, uncinus, apostropha, etc. en las
especies disjuntas del Tipo 2 representarían un punto de llegada o de partida,
un nudo o un objetivo, en la continuidad de un movimiento interválico
gestual, en lugar de un sistema de alturas fijo como en el Tipo 1/
gráfico.
Una segunda cuestión relativa al Tipo 1 es su
supervivencia a lo largo del siglo X en adelante.[48]
¿Por qué habría de persistir un método antiguo y gráfico después de que se
estableciera alrededor del 800 un método nuevo y gestual? Una respuesta a esta
pregunta puede ser que la mayoría de los ejemplos del Tipo 1 no están extraídos
de los antifonarios de la misa o del oficio, que eran los que tendían a imponer
los nuevos métodos notacionales. Los textos clásicos, los tropos, las
secuencias y los elementos de la missa graeca (Tabla 1, nº 2, 4, 6, 7,
9, 13, 18),[49] se
pueden considerar como apuntes ocasionales o privados que de buena gana
siguieron utilizando el antiguo sistema. Las entradas teóricas (nº 16 y 19)
fueron destinadas sólo para consulta, no para la interpretación, lo que habría
reducido el impulso de escribirlas utilizando los neumas del Tipo 2. En lo que
respecta a los propios de las misas y los oficios (nº 1, 3, 5, 11, 20), estos
son también añadidos varios, comprimidos dentro de los márgenes y entre líneas
de manuscritos que no estaban pensados para albergar neumas. Serían un reflejo
de la practicidad de los escribas, aprovechando al máximo el espacio del
Tipo 1.
Otro asunto importante del Tipo 1 es la variedad en el
ductus y los orígenes de los documentos conservados. Así como la notación
paleofranca se ha visto tan solo como un estilo regional entre un número más
amplio de estilos, las diferencias entre ellos plantea problemas. Pero si vemos
el Tipo 1 como un "método" que se aplicaba en diferentes épocas y
sitios, es razonable para los especímenes supervivientes mostrar la diversidad
paleográfica y geográfica que muestran.
Para acabar, hay que destacar la aparición ocasional
de elementos del Tipo 2 entre los neumas del Tipo 1: una "clivis
gestual" en lugar de una diagonal gráfica descendente, etc. Estas salidas
del rigor sistemático son, probablemente, lapsus de los escribas que eran
notadores habituales del Tipo 2.
II. EL ARQUETIPO DE CARLOMAGNO Y LA EVOLUCIÓN DE LOS
NEUMAS
Del primer escenario de los neumas latinos, paso ahora
al segundo y tercer escenario. El segundo se centra en el arquetipo
franco-gregoriano: el "original" perdido del árbol
genealógico de Froger (Imagen 1), el X del árbol genealógico de
Hourlier-Huglo (Imagen 2), la colección de los propios de la misa gregoriana
del Tipo 2/ neumas gestuales que yo fecharía hasta el final del siglo VIII y
que identifico como "el arquetipo de Carlomagno." El tercer escenario
tiene que ver con las transformaciones de la tradición escrita gregoriana desde
ese arquetipo a través la "zona brumosa" de Froger hasta el
punto donde nuestros primeros documentos con neumas aparecen (los neumas de c.
900). La cuestión fundamental es, ¿qué tipo de neumas utilizaba el arquetipo? Es en
esto donde Dom Cardine y su cohorte de semiologistas gregorianos son más
vulnerables. El fallo a la hora de definir los neumas de un arquetipo capaz de
generar una multiplicidad de especies de neumas ha oscurecido sus
descubrimientos. Bajo mi punto de vista, los semiologistas tienen razón al
suponer que había un arquetipo con neumas detrás de las especies de neumas del
900. Pero todavía es necesario redefinir un número de factores y
combinarlos de nuevo para aclarar el desarrollo. Hay seis puntos en mi
presentación. Los tres primeros hacen referencia a la razón fundamental del
arquetipo perdido: 1. una fecha temprana; 2. un arquetipo pobre en matices; 3.
una memoria residente. Los últimos tres hablan sobre la aparición de las
distintas especies de neumas: 4. una memoria en desuso y una
notación auxiliar; 5. copiar al dictado; y 6. un repertorio de gestos. Algunos de los puntos resultarán relativamente familiares,
otros sonarán totalmente a nuevo. Si los tomamos en cuenta en conjunto, podemos
explicar la hasta ahora oscura forma del arquetipo y del declive de las
especies de neumas.
1. Una fecha más temprana. Al principio de este artículo,
expuse que muchas suposiciones recientes sobre el origen de los neumas se
basaban en la afirmación de Mlle Corbin de que las colecciones de neumas
franco-gregorianas más tempranas se realizaron c. 900, y que el distinto ductus
neumático de San Galo, Lorena, Aquitania, Bretaña, etc., que aparece por
primera vez en esa época, lo hace muy próximo al inicio de la tradición notada
gregoriana.[50] En
otro artículo, he hablado sobre la existencia de un arquetipo gregoriano con
neumas alrededor del 800, promulgado como el "arquetipo de
Carlomagno", como un factor fundamental en la estrategia para la
unificación litúrgico-musical.[51]
En el presente artículo he sugerido que esta ha sido la mayor aplicación de la
neumación (neumation) a través del gesto. Una ventaja de situar una
fecha más temprana para la neumación gregoriana es que nos da un margen
de un siglo entero para la evolución paleográfica de las especies de
neumas, muy difícil de explicar si consideramos que la neumación empieza tan
sólo alrededor del año 900.[52]
2. Un arquetipo de ductus conjunto y pobre de
matices. Todavía
quedan preguntas por resolver. ¿Qué clase de neumas (neumation) utilizaba
el arquetipo de Carlomagno? ¿Qué único modelo paleográfico puede explicar la
diversidad de formas y técnicas en torno al año 900? Permitidme empezar con dos
sugerencias. La primera de ellas, que los neumas (neumation) del
arquetipo utilizaban un ductus continuo en vez de un ductus separado: la
tendencia fue repartir la línea melódica en ligaduras, como en las especies
alemanas, en vez de utilizar puntos separados, como en las especies bretonas o
lorenas. A esto me gustaría aprobar la elección básica hecha por Dom Froger en
su edición del Graduel romain, cuyos cantos de ejemplo para la
primera misa de Adviento muestran un ductus sustancialmente alemán.[53]
Mi segunda sugerencia es que los neumas (neumation) del arquetipo no
eran ricos en matices (ampliamente provistos de especificaciones de los
detalles rítmicos y melódicos), sino pobres en matices (ausente de tales
detalles). Esto contradice los ejemplos de Froger o la línea de pensamiento
habitual. Desde los primeros argumentos sobre la relativa autoría de las
neumaciones (neumations)[54]
gregorianas arcaicas, la presunción que prevalecía es la de que las neumaciones
más tempranas tenían una mayor riqueza de especificaciones melódicas y detalles
rítmicos, mientras que las neumaciones posteriores, en este sentido, fueron
empobreciéndose progresivamente.[55]
Las especies de neumas ricas de matices, en particular las alemanas, han sido
favorecidas gracias a su riqueza en especificaciones de la altura e indicadores
de matices: líneas (episemata), formas modificadas (licuescencias, etc.),
letras romanas, y coupures (neumas que indican valores
rítmicos). Tal y como se han encontrado en algunos ejemplares del
cantatorium de San Galo, Stiftsbibliothek, Ms. 121 (c. 1000), estos
describen la esencia melódica gregoriana con impresionante detalle.[56]
Las tradiciones de Lotharingia, Bretaña, Ile-de-France, Aquitania e Italia han
recibido menos atención a causa de su menor detalle. Los resultados aparecen en
la Paléographie Musicale, que operaron durante medio siglo antes de que un
libro de misas italiano fuera reproducido en facsímil; en el Graduale de
Solesmes de 1908, que confió en los escritos alemanes la mayoría de sus
detalles rítmicos y melódicos; y en las reconstrucciones de Froger para su
"édition critique."
Aun dicho todo esto, estos puntos de interpretación
práctica pueden ser indicadores de otra evolución de las primeras notaciones.
Cantando el Graduale Triplex una y otra vez, uno mismo descubre que los
neumas alemanes describen una situación melódica particularmente
matizada con una colección particular de signos explicativos, mientras que
para el mismo caso los neumas (neumation) de la notación
Lorena poseen características diferentes y parcialmente conflictivas.[57]
Ya que la sustancia melódica que subyace es en esencia la misma, merece la pena
considerar una inversión de la secuencia histórica comúnmente aceptada: en
lugar de un arquetipo rico en matices cuya riqueza de detalles se fue perdiendo
progresivamente tendríamos un arquetipo pobre en matices cuyas especificaciones
básicas van siendo poco a poco ampliadas. La idea de un arquetipo pobre en matices no es nueva: ya había sido expuesta con anterioridad y ampliamente por
Handschin en sus discusiones sobre la notación paleofranca.[58]
Sus aportaciones incluirían las licuescencias, el quilisma, el oriscus y sus
derivados; así como la distinción entre sonidos largos y breves mediante
puntos, sus elongaciones y strophici. Todos se usan en las notaciones
del Tipo 1/ gráfico. Por esta misma razón, un arquetipo pobre en matices no
incluiría episemata o coupures y contaría tan sólo con unas pocas
letras auxiliares.[59]
Sobre mi anterior propuesta de que el arquetipo del
Tipo 2/ gestual usaba un ductus conjunto en vez de disjunto, añadiría además que tenía una neumación pobre en matices más que rica en matices. Una vez que la
perspectiva histórica ha sido ajustada, no resultaría sorprendente que
apareciesen indicaciones correctoras. He demostrado indicios de un arquetipo con ductus conjunto y pobre en matices entre los neumas (neumations)
arcaicos y pobres en matices de Prüm y Benevento que utilizan los ofertorios Factus
est repente y Angelus Domini.[60]
Más aún, un examen de las copias del antifonario de la misa de los siglos X y
principios del XI sugiere que la mayoría de las neumaciones tempranas que han
sobrevivido eran un reflejo cercano de un arquetipo de ductus conjunto y pobre en matices. En 1962, Dom Froger ofreció diez subfamilias como base de su
edición crítica del Gradual gregoriano (ver Imagen 1 del principio). La mayoría
de esas diez tenían una neumación pobre en matices. Sus orígenes alcanzan desde
Arras, Ile de France, Dijon y Epternach en el norte de Francia hasta Ravena,
Abruzzi, Umbria y la zona beneventana del sur de Italia.[61]
No se trata sólo de copias provinciales de lugares donde los matices pueden
casualmente pasarse por alto, ya que entre sus orígenes se encuentran los
pilares de la ortodoxia cultural carolingia como Corbie, San Denis, Tours y
Prüm. Y no son sólo copias tardías, ya que el manuscrito de Mont Renaud se
neumó probablemente durante el siglo X, algunas generaciones después de las
primeras copias ricas en detalles (San Galo 359 y Laon, Bibliothèque
Municipale, Ms. 266 y 239)[62]
3. Una memoria residente, una melodía materializada (concretised
melos). De esta
forma, los recursos escritos para especificar los detalles de la melodía pueden
diferir de una copia a otra, pero los puntos principales de la sustancia
melódica permanecen constantes. ¿Cómo se mantuvo la integridad de la melodía?
Gracias a la memoria, que fue su salvaguarda. Huglo escribió ya hace algún
tiempo que "l'invention de la notation neumatique (...) facilita l'effort
de mémoire, sans le supprimer totalment."[63]
Cardine habla de "la pensée du compositeur telle qu'elle étit conservée
dans la mémoire du premier notateur."[64]
Si bien el factor de la memoria es ampliamente conocido, cabe mencionar un
aspecto en relación a la naturaleza del melos que preservaba. Las notaciones
neumáticas (neumations) que especificaban la altura e indicaban los
matices mínimamente y que se usaban en el arquetipo pobre en matices eran
transmisores viables de las melodías gregorianas porque esas melodías estaban
grabadas en su totalidad dentro de las memorias de los profesionales. Los
músicos de iglesia que optaron por las inexactas ayudas a la memoria de los
neumas sin pautado (eran notaciones muy esquemáticas que ignoraban la precisión
de la altura de los sonidos y que pasaban por alto muchos matices) se
conformaban con representaciones incompletas de la esencia melódica porque toda
la esencia parecía guardada con seguridad en la memoria. Este simple cálculo de
la notación y la memoria nos dice que las melodías gregorianas dejaron de
improvisarse en el mismo momento en que se notaron por primera vez (las pocas
veces que se improvisaba, se dejaba a libre elección de los intérpretes). Las
melodías se materializaron físicamente (concretised), adquirieron una
entidad y se hicieron reconocibles en un dibujo melódico específico,
íntegramente almacenado y reproducible a través de la memoria.
4. Una memoria en desuso (eroding memory) y una
notación auxiliar. Llegó un
momento en que las memorias empezaron a flaquear. La tecnología escrita que, en
un principio convivía con la memoria, fue desplazándola a medida que la
escritura se practicaba cada vez más y se hacía más accesible, hasta el punto
de hacer fallar la memoria. Los
escribas más emprendedores podrían haber contestado a las deficiencias de la
neumación (neumation) autorizada desde el principio mediante
la creación de mejoras a la hora de especificar la altura, los matices y la
duración (mejoras que favorecían al propio sistema). Pero los esfuerzos por incrementar la
precisión de los detalles musicales en la escritura se debían a una
preocupación cada vez mayor por respetar la integridad de la tradición
melódica. Las especies de neumas alrededor del año 900 representarían valiosos
escarceos notacionales de un siglo que se realizaron de distintas formas y en
diferentes lugares, y con una impronta particular en escuelas como las de Laon
o San Galo.[65]
5. Copiar al dictado. Los neumas que se conservan en los propios
de las misas gregorianas son en la mayoría de los casos simples duplicaciones
de un modelo escrito. Reflejan en última instancia las formas de la notación
del arquetipo de Carlomagno, habiéndose copiado directamente teniendo como base
este original o alguno de sus descendientes. Pero también era posible hacer
copias a partir del dictado. La plasmación escrita de los sonidos era un
proceso natural para los músicos, era la única manera de crear de nuevas a
primeras un texto musical. Además, ofrecía la ventaja de que era un sistema
rápido y cómodo, con duplicaciones simultáneas a partir de un único ejemplar al
que no siempre se podía tener acceso.[66]
Podemos imaginar dos caminos paralelos para la transmisión musical gregoriana.
Por un lado, tenemos una neumación (neumation) autorizada cuya escritura de ductus conjunto y formas pobres en matices se copiaban escrupulosamente, signo por
signo; por el otro lado, tenemos el "dictado". Los músicos
carolingios y otomanos cantaban las melodías para transmitir toda su esencia
melódica. Los maestros músicos tenían que acompañar los ejemplares con neumas,
repitiendo frase por frase tantas veces como fuera necesario hasta que sus
alumnos se aprendían las melodías. A los músicos que viajaban a los centros
carolingios se les habría instruido de esta manera y en algunos casos, la
actual plasmación por escrito de los cantos podría haber sido el resultado de
estos dictados melódicos más que de una réplica visual. El dictado desplazó a
los escribas, que imponían sus propias formas de los neumas, y con ese
distanciamiento del modelo paleográfico podría haber surgido cierta libertad a
la hora de personalizar las formas de los neumas.
6. Un repertorio de gestos. Aún podría haber otro factor detrás
de la variedad paleográfica de las especies de neumas. Tengo que retomar aquí
los dos tipos fundamentales de neumas: el Tipo 1/ gráfico y el Tipo 2/ gestual;
la distinción que he hecho no es tanto una cuestión de estilo o ductus, sino
más bien de dos procesos o métodos. Ahora, los defensores del arquetipo con la
notación del Tipo 2 han proporcionado un modelo que fue concebido a partir del
gesto. Yo defiendo que el método gestual en sí mismo podría haber potenciado un
desvío de las formas específicas de neumas de un modelo en favor de notaciones
neumáticas (neumations) que eran recordatorios gestuales continuos de
las melodías gregorianas memorizadas. Cada paso en el proceso escrito, cada
hecho notacional, cada ligadura, cada neuma plasmado en la escritura, sería la
manifestación de un impulso gestual. Cada notación neumática (neumation)
del Tipo 2 (desde el original carolingio a través de su red de descendientes)
se ejecutaría, no como una mera copia de un modelo escrito, sino como la
realización activa del método. Como resultado, las notaciones neumáticas (neumations)
reflejarían elecciones locales y personales para representar lo que era preciso
y gráfico en la notación. Es posible que de la vitalidad de este
repertorio de gestos surjan algunas de las diversas notaciones neumáticas de
los siglos X y XI.[67]
He ofrecido nuevos escenarios para tres estadios
tempranos de la historia de los neumas: 1. orígenes legítimos; 2. el libro de
misas notado franco-gregoriano de alrededor del año 800; y 3. la aparición de
las especies de neumas alrededor del año 900. En lo que respecta a los orígenes
legítimos, en lugar de un único desarrollo que englobe a todos los incunables
con neumas, propongo dos desarrollos distintos: uno más temprano que utiliza
neumas del tipo 1/ gráfico cuyo objetivo era describir posiciones de la altura
del sonido; y uno más tardío con neumas del Tipo 2/ gestual cuyo objetivo era
el de describir el dibujo interválico. El Tipo 1/ gráfico está documentado en
los vestigios esparcidos de la notación paleofranca. Su principio sería el de crear una simple analogía visual del sistema de alturas. De este modo resultó muy
útil para configurar un texto escrito y para las modificaciones editoriales.
Podía reflejar los procesos de los músicos de la iglesia captados en una
primera conversión de las melodías del dictado oral a la escritura en neumas.
Esto descartaría todas las teorías previas que dicen que el origen de los
neumas está en los acentos, en las notaciones melódicas bizantas, en los
signos de puntuación, en uso del lenguaje, quironimia, notaciones ekfonéticas
y combinaones de todas ellas. Los neumas del Tipo 2/ gestual representarían un
método distinto, hallado en el arquetipo carolingio con las melodías
gregorianas ya perdido: el arquetipo de Carlomagno, la editio prínceps
franca a partir de la cual descienden los propios con neumas que han llegado
hasta nuestros días. Este método gestual contribuyó a producir grafías que
ayudaban a la memoria y se podían animar fácilmente como gestos de la mano y del
brazo para la dirección de la interpretación. Sólo podríamos aplicar una de las
etiologías neumáticas tradicionales a la notación del Tipo 2/gestual: la
notación de la quironimia, pero sin que exista una relación con los orígenes de
los neumas.
Las fechas y los lugares de estos desarrollos siguen
siendo un misterio. Los neumas gráficos se podrían remontar a Gregorio Magno o
incluso antes, pero lo más probable es que fueran el resultado de una
cooperación romano-franca o directamente una invención franca de los años
760 o 770, motivada por la sustitución del rito galicano por el romano.
Los neumas gestuales se mantendrían hasta los años 770 y 790. El método gestual
podría haber desplazado al gráfico en un breve período de tiempo.
En lo que respecta a mi segundo y tercer estadio (la
transición del arquetipo de Carlomagno de alrededor del año 800 hacia la 'zona
brumosa' de las especies de neumas de alrededor del año 900 de Froger), mi
propuesta es que los neumas del Tipo 2/ gestual de alrededor del año 800
todavía no eran ricos en matices (apenas contaban con indicaciones auxiliares
de la altura, el ritmo y otros detalles interpretativos), sino que eran pobres
en matices, con la menor cantidad de detalles. Dado que las ayudas melódicas y
rítmicas toman diferentes formas en las diversas especies de neumas, e iban a
estar en conflicto con el sistema, los enriquecimientos en la notación sean
probablemente adiciones a un arquetipo que era parco en detalles. Las numerosas
copias pobres en matices de los siglos X y XI serían vistas de este modo como fieles
réplicas de un original pobre en matices más que como una degradación de otro
que fuera rico en matices. Los creadores de los neumas que asentaron las bases
para las primeras notaciones recurrieron a las memorias profesionales donde la
sustancia de las melodías permaneció cristalizada durante algunas generaciones
después de haber comenzado la transmisión mediante neumas. Otra razón que
justifica la diversidad de las especies de neumas alrededor del año 900 podría
haber sido la práctica de realizar copias al dictado; y tal vez a una inherente
licencia del método gestual que animó a los escribas a personalizar los gestos
de la notación del canto y a crear sus propios gestos.
Estas propuestas dependen de una considerable amplitud
en la distinción entre dos métodos de neumar: el gráfico y el gestual. Por esta
razón no puedo ofrecer un apoyo independiente. Aun si las conjeturas sobre la
naturaleza y propósito de los dos métodos no son totalmente acertadas, los
primeros desarrollos de la notación neumática se esclarecerán de la forma más
inesperada posible. En la base gestual que he sugerido para la notación
neumática (neumation) del arquetipo carolingio-gregoriano de finales del
siglo VIII hay un explicación de la diversidad de ductus y procedimientos que
influyeron en las primeras colecciones con notación de alrededor del año 900. Y
en la base gráfica que he sugerido para los desarrollos neumáticos previos a
los gestuales hay una oportunidad de una aclaración a la que hay que
remontarse. Con los neumas gráficos uno puede alcanzar la nublosa línea entre
las transmisiones orales y las escritas, donde podemos distinguir el proceso en
el que las melodías de la iglesia latina se plasmaron por primera vez a través
de la escritura.
[1] S. Corbin, 'Neumatic Notation', The
New Grove Dictionary of Music and Musicians, ed. S. Sadie, 20
vols. (Londres, 1980), XIII, p. 128: "Existen varias hipótesis acerca del
origen de los neumas, ninguna de ellas es completamente satisfactoria."
[2] Le
graduel romain: Édition critique par les moines de Solesmes, IV: Le
texte neumatique, 2: Les relations généalogiques des manuscripts
(Solesmes, 1962), p. 92
[3] R.-J. Hesbert, Antiphonale missarum
sextuplex (Bruselas, 1935)
[4] G. M. Suñol, Introduction à la
paléographie musicale grégorienne (París, 1935), págs. 30ff; H. Anglès,
'Canto gregoriano', en New Oxford History of Music, II: Early
Medieval Music up to 1300, ed. Anselm Hughes (Londres, 1954), págs.
106ff; R. Costa, 'Acotaciones sobre la antigüedad de la notación musical en
occidente', Anuario musical, 36 (1981), págs. 39-67
[5] S.
Corbin, 'Les notations neumatiques en France à l'époque carolingienne', Revue
d'Histoire de l'Église en France, 38 (1952), págs. 226-8; ídem, 'Les
neumes', en Histoire de la musique, I: Encyclopédie de la Pléiade,
I (París, 1960), págs. 690-4; ídem, Die Neumen, Paläographie der
Musik nach den Plänen Leo Schrades, I/3 (Colonia, 1977), págs. 22-42; ver
también J. Froger, 'L'édition critique de L'Antiphonale missarum romain
par les moines de Solesmes', Études Grégoriennes, 1 (1954), p. 156; J.
Hourlier, 'L'origine des neumes', Ut mens concordet voci: Festschrift E.
Cardine, ed. J. B. Göschl (St Ottilien, 1980), p. 360
[6] E.
Cardine, 'Vue d'ensemble sur le chant grégorien', Études Grégoriennes,
16 (1977) p. 174
[7] H.
Huckle, 'Toward a New Historical View of Gregorian Chant', Journal of the
American Musicological Society [JAMS], 33 (1980), p. 445: 'A partir de los
estudios de Solange Corbin se ha vuelto evidente que los neumas son de origen
carolino. Se desarrollaron en Francia en el siglo IX (...) Tal vez los neumas
se desarrollaron y se usaron primero como demostraciones teóricas, y sólo
ocasionalmente se emplearon para notar determinada melodía o para dar una
explicación musical en lugares concretos del manuscrito.' Para Treitler, 'las
primeras notaciones prácticas sirvieron en un primer momento como una ayuda
para los celebrantes que recitaban las lecturas eclesiásticas y las oraciones
(...) La notación de las antífonas, responsorios y las piezas de los propios de
las misas para el cantor y la schola no empezaron a realizarse hasta el siglo X
(...) Al principio, la principal tarea de las notaciones en las colecciones de
textos era la de indicar aspectos cualitativos de la interpretación y ayudar al
cantante a adaptar su conocimiento melódico al texto que tenía ante él. Eran
notaciones prácticas y eran herramientas para la tradición oral'; 'Reading and
singing: On the Genesis of Occidental Music-Wrinting', Early Music History,
4 (1984), págs. 176-7. Treitler habla en otro sitio del 'hecho de que la
tradición del canto gregoriano era, durante los primeros siglos, una práctica
interpretativa oral (...) La tradición oral pasó a ser escrita a partir del
siglo IX. Pero la evolución de una práctica interpretativa representada por
escrito a una tradición que implica componer, transmitir y leer llevó un lapso
de varios siglos'; en 'The Early History of Music Writing in the West', JAMS,
35 (1982), p. 237.
[8] M.
Huglo, 'De monodiska handskrifternas fördelning i tva grupper, öst och väst', Helsigin
yliopiston käytännöllisen teologian laitos: Kätännöllisen teologian julkaisuja,
3 (1975), págs. 47-65
[9] M. Huglo
y C. Durand, 'Catalogue de L'Exposition des manuscripts notés de Saint Benoit
sur Loire', Les sources en musicologie (París, CNRS, 1981), p. 172: 'La
notation musicale... a été conçue, à l'origine, vers l'an 800/830.' Huglo ya
había aceptado con anterioridad la teoría de Corbin: 'On the Origins of the
Troper-Proser', Journal of the Plainsong and Mediaeval Music Society, 2
(1979), p. 13: 'Hacia el final del siglo IX, cuando la notación de todo el
repertorio in integro fue asumida...'
[10] K. Levy,
'Charlemagne's Archetype og Gregorian Chant', JAMS, 40 (1987), págs. 1-31
[11] I. von
Müller, Handbuch der klassischen Altertums-Wissenschaft, I: Einlatende
und Hilfs-Disziplinen (Múnich, 1892), págs. 307ff
[12] C. E.
H. de Coussemaker, Histoire de l'harmonie au Moyen Age (París, 1852),
págs. 149ff; P. Bohn, 'Das liturgische Rezitativ und dessen Bezeichnung in den
liturgischen Bücher des Mittelalters', Monatschefte für Musikgeschichte,
19 (1887), págs. 29ff; para discusiones posteriores, véase Corbin, Die Neumen,
págs. 19-21
[13] De accentibus toni oritur nota
quae dicitur neuma; P. Wagner, Einführung in die
gregorianischen Melodien, II (2ª ed., Leipzig, 1912), p. 355
[14] El concepto del origen greco-bizantino,
volviendo a Riemann (Studien zur Geschichte der Notenschrift [Lepizig,
1878], p. 112), lo ha retomado C. Floros (Universale Neumenkunde [Kassel,
1907], II, págs. 232ff), a cuyas teorías hay que aproximarse con cautela en lo que respecta a las notaciones latinas, tal y como ha indicado M. Huglo en Revue de Musicologie,
58 (1972), págs. 109-12, y por las notaciones bizantinas por M. Hass, 'Probleme
einer "Universale Neumenkunde", Forum Musicologicum, 1 (1975),
págs. 305-22
[16] 'La
chironimie médiévale', Revue de Musicologie, 49 (1963), págs. 153-71;
Hucke rechaza esta teoría, 'Die Cheironomie und die Entstehung der
Neumenschrift', Die Musikforschung, 32 (1979), págs. 1-16
[17] Bohn, 'Das liturgische Rezitativ', págs. 45ff;
J.-B. Thibault, Monuments de la notation ekphonétique et neumatique de
l'Église latine (San Petersburgo, 1912), passim
[18]
Treitler, 'Reading and singing', págs. 186-208, cf. págs. 206-7; el mismo punto
de vista se nos presenta en su 'The Early History of Music Wrinting in the
West', págs. 269ff, y 'Die Entstehung der abendländischen Notenshrift', Die
Musikforschung, 37 (1984), págs. 259-67
[19]
Thibaut, Origine byzantine de la notation neumatique de l'Église latine
(París, 1907); ídem, Monuments de la notation ekphonétique et
hagiopolite de l'Église grecque (San Petersburgo, 1913); C. Höeg, La
notation ekphonétique (Copenhage, 1935); M. Haas, Byzantinische und
slavische Notationen, Palaeographie der Musik, I/2 (Colonia, 1973),
págs. 213-16; G. Engberg,
'Ekphonetic notation', The New Grove Dictionary, VI, págs. 99ff
[20]
'L'origine dei neumi. Los primeros escritores de las melodías gregorianas
utilizaron los signos ya usados en los textos literarios, conservando
esencialmente su significado original o modificándolo en un sentido análogo.
Los acentos agudo y grave se adaptaban ya por su propia naturaleza para
distinguir las notas agudas de las notas graves: virga y tractulus. Los signos
de abreviación se usaron, debido al refinamiento de su diseño, para representar
los sonidos ligeramente repercutidos: stropha y trigon. Los signos de
contracción se utilizaron para los sonidos particularmente ligados entre sí:
oriscus. El signo de interrogación se eligió para representar un fenómeno vocal
afín a la modulación ascendente de la frase interrogativa: quilisma... En la
base del sistema se encuentra la intención de traducir una melodía mediante el
gesto y de fijar el gesto por medio del signo gráfico. De hecho, el neuma es un
gesto "incrustrado" sobre el pergamino.' E. Cardine, Semiología
gregoriana (Roma, 1968), págs. 4-5. Dom Hourlier propone una antología
similar en su retrospectiva 'L'origine des neumes', págs. 359: 'El origen de
los neumas se encuentra por lo tanto en el arsenal de signos literarios.'
[21] J. Handschin, 'Eine alte Neumenschrift', Acta
Musicologica, 22 (1950), págs. 69-97; Handschin, 'Zu Eine alte
Neumenschrift', ibid., 26 (1953), págs. 87-8; E. Jammers, Die Essener
Neumenhandschriften der Landes- und Stadt-Bibliothek Düsseldorf (Ratingen,
1952); Jammers, 'Die paläofränkische Neumenshrift', Scriptorium, 7
(1953), págs. 235-59, reimpresión en Schrift Ordnung Gestal de Jammers,
ed. E. Hammerstein (Berna, 1969), págs. 35-58, que también contiene (págs.
70-87) su fértil pero errónea 'Die Entstehung der Neumenschrift'
[22]
'Notation paléofranque', Études Grégoriennes, 2 (1957), págs. 212-19
[23]
Stäblein, Schriftbild der einstimmigen Musik (Leipzig, 1975), págs. 27
(árbol genealógico histórico), 28-9, 106-8; S. Corbin, Die Neumen, págs.
75-81; L. Treitler, 'The Early History of Music Writing in the West', págs. 263ff;
ídem, 'Reading and Singing', págs. 148ff
[24]
'Notation paléographique', p. 218
[25] 'Eine alte Neumenschrift', p. 94; 'Zu
Eine alte Neumenschrift', p. 88
[26]
'Notation paléofranque', p. 216
[27]
Hesbert, Antiphonale missarum sextuplex, p. cix, n.1; M. Huglo, Les
tonaires (París, 1971), p. 32
[28]
Jammers, Die Essener Neumenhandschriften, págs. 11 ff, da detalladas
indicaciones del contenido
[29] Estoy
en profunda deuda con el Dr. G. Karpp, Jefe de la División de Manuscritos de la
Biblioteca de Universidad de Düsseldorf, y al Dr. H. Finger de esa misma
institución, por su extremada amabilidad al facilitarme la consulta de dos
sacramentarios.
[30] La
notation musicale des chants liturgiques latins, Paléographie Musicale,
series II, 3 (Solesmes, 1963), Pl. 1, tiene un facsímil del fol. 15v, col. A.
Handschin consideró esta fuente tan sólo en sus comentarios añadidos de 1953, y
reconoció sus importancia sólo parcialmente: 'Ein ganz liturgisches Gesangbuch
mit dieser Notation besitzen wir nicht. Das wichtigste Dokument, ist wohl das
Missale Paris 17305.' 'Zu Eine alte Neumenschrift', p. 87. Su muerte dos años
más tarde impidió la vuelta a un estudio más completo.
[31] J. Hourlier, 'Le domaine de la notation
messine', Revue Grégorienne, 30 (1951), págs. 96-113, 150-8;
algunos testimonios paleofrancos se incluyen aquí (págs. 106-7) bajo el antiguo
nombre de 'notación de San Amand' dado por Solesmes.
[32] Paris
lat. 17305, fol. 16; la transcripción diplomática y la notación cuadrada de la
Imagen 5 son las que hallamos en Die Neumen de Corbin, págs. 78-9
[33]
Stäblein, Schriftbild, 107, de donde se ha tomado la Imagen 7, reproduce
el folio entero del fol. 126v del Ms. Düsseldorf D.1
[34] M.
Huglo, 'Les noms des neumes et leur origine', Études Grégoriennes, 1
(1954), págs. 58, 67
[35] S.
Corbin en Die Neumen, 77, y en la tabla con neumas que acompaña su
artículo 'Notaciones neumáticas' (The New Grove Dictionary, XII, p.
131), hace una distinción entre un 'arquetipo hipotético' de la notación
paleofranca (como se refleja tal vez en Paris 2291) donde no habría quilisma,
riscus o punctum licuescentes, y una 'forma superviviente' de la paleofranca
(como en Paris 17305) que añadía estos signos. Handschin defendió hace ya
tiempo, considerando los mismos manuscritos que ella cita, que a esta
distinción le falta demasiada base ('Zu Eine alte Neumenshrift', págs. 87-8)
[36]
Cardine, Semiologia gregoriana, p. 5
[38] 'Wäre
dies etwa diejenige Notation, welche im Frankenreich im Gebrauchwar, bevor die
römischen Gesangmeister ins Land kamen, also vor der Karolingerdinastie?' 'Eine
alte Neumenshrift', p. 76). 'Das Prinzip dieser Neumenshrift ist klar: dem
Tonhöhen-Grad entspricht der höhere oder tiefere Ort auf dem Pergament' (ibid.,
p.78). 'Sagen wir: sie könnte [Handschin's italics] diideae
diastematische Neumenshrift sein nicht weniger als eine solche, die alles in
punkte auflöst (ibid., pág. 81) 'Es ist kaum anders denkbar, als dass
wir für unseren Neumentypus einen grundsätzlich von der Sprache unabhängigen
[my italics], einen rein musikalischen Ausgangspunkt annehmen müssen.' (ibid.,p.
82). Sin embargo, Handschin, al igual que Ferretti, está ligado al concepto de
un único origen para todas las especies de neumas, y últimamente a la teoría de
que los neumas proceden de los acentos: 'Die Ableitung der Neumen von den
Akzenten, die ich nicht abgelehnt, sondern nur eingeschränkt haben möchte...' (ibid.,
p. 83)
[39]
Artículo 'Notation, III, 1 (iii) [Western Plainchant], The New Grove
Dictionary, XIII, p. 345
[40] C.
Callewaert, 'L'oeuvre liturgique de S. Grégoire', Revue d'Histoire
Ecclésiastique, 33 (1937), págs. 306-26; K. Gamber, Codices liturgici
latini antiquiores, 2ª edición (Freiburg Schweiz, 1968), págs. 492ff
[41] R.
Costa, 'Acotaciones'. En palabas de Isidoro: 'Nisi enim ab homine memoria
teneantur soni, pereunt, quia scribi non possunt'; Isidori hispalensis
episcopi etymologiarum sive originum, ed. W. M. Lindsay, I (Oxford, 1911),
lib III, XV, p. 2
[42] C.
Vogel, La réforme culturelle sous Pépin le bref sous Charlemagne
(Graz, 1965)
[43]
'Charlemagne's archetype', JAMS, 40 (1987), págs. 1-31
[44] Podemos
encontrar una exposición clásica de esta teoría en Paléographie Musicale,
series I, 13, págs. 62ff. de Ferretti
[45] 'Man
könnte daher zu einer anderen Grundeinteilung der Neumentypen gelangen als die
übliche: Strich und Punktneumen, neumes-accents et neumes à points superposés.
Das Massgebende ist vielleicht icht die verbundene oder getrennte Schreibung,
sondern diez, dass im einen Fall der Ton nur durch einen Ort der
Vertikaldimension,im anderen auch durch eine aufsteigende Strecke
dargestellt ist.' Acta Musicologica, 22 (1950), p. 80. Los acentos y los
puntos, sin embargo, juegan un rol continuo, tal y como se ve en las recientes
investigaciones de Treitler ('The Early History of Music Writing in the West',
págs. 237-79; y 'Reading and Singing', págs. 135-208). La nueva nomenclatura de
la escritura 'icónica' y 'simbólica' usada en los primeros estadios (p. 254)
procede de los viejos acentos y puntos. Las escrituras de tipo 'A' o 'simbólicas'
de Treitler son las especies de neumas 1-6 y 11-12 de la tabla adaptada (ibid.,
p. 246) de Neumen de Corbin, al principio del apéndice: 1. San Galo; 2.
Inglaterra; 3. Borgoña; 4. Chartres; 5. Nevers; 6. Normandía; 11. Catalán; 12.
Bolonia; todas han sido clasificadas como neumas-acento. Las escritura de tipo
'B' o 'icónicas' de Treitler son las especies de neumas 7-10 de la tabla de
Corbin: 7. Lorena-Mesina; 8. Paleofranca; 9. Bretona; 10. Aquitana; de estas,
las notaciones Lorena, Bretona y Aquitana se han clasificado convencionalmente
como neumas de puntos. El grupo de neumas paleofrancos perpetúa la concepción
de que Handschin en 1950 asumió la corrección. En lo referente a la prioridad
de los acentos o los puntos, Treitler lo resume de la siguiente forma: '¿Se
puede apreciar un desarrollo histórico vis-à-vis de las escrituras simbólicas e
icónicas? En el presente estado de la cuestión no podemos dar prioridad
cronológica a ninguno de los dos modos de notación. No sabemos cuáles fueron
las primeras en usarse: si las escrituras paleofranca y aquitanas, por un lado,
o las escrituras alemanas por otro.' ('The Early History of Music Writing in the West', p. 254). En una
curiosa declaración dos años más tarde, abandonó el tema de los orígenes: 'La
cuestión sigue abierta [en 1982] a si las primeras notaciones fueron
predominantemente simbólicas o icónicas. Ahora podemos responder a esa
pregunta: "fueron ambas." Las notaciones de los tratados fueron
predominantemente icónicas. Las notaciones prácticas comenzaron como sistemas
predominantemente simbólicos. Cuál de las dos tenían una prioridad temporal no
es una cuestión de gran importancia histórica' ('Reading and Singing', págs.
177-8)
[46] Graduale
triplex seu graduale romanum ... ornatum neumis laudunensibus (cod. 239) et
sangallensibus (Solesmes, 1979)
[47] Corbin, Die Neumen, Taf. 19 (París,
Bibliothèque National Ms. fonds lat. 1240; siglo X) y Taf. 20 (París,
Bibliothèque National, Ms. fonds lat. 903; siglo XI) con notación en neumas (neumations) para los
Improperia; M. Huglo, 'La tradition musicale aquitane. Répertoire et notation', Liturgie et musique (IXe-XIVe), Cahiers de
Fanjeaux 17 (1982), Pl. v, muestran antífonas procesionales con notación en
neumas del siglo IX de Albi, Bibliothèque Municipale, Ms. 44
[48]
Las fechas aparecen en la tabla de
Hourlier-Huglo (Véase Tabla 1)
[49] Sobre la missa graeca, C. Atkinson, 'Zur
Entstehung und Überlieferung der "Missa graeca"', Archiv für
Musikwissenschaft, 39 (1982), págs. 113-45; las notaciones en neumas (neumations) (como las que
aparecen en Düsseldorf D.2 y Ciudad del Vaticano, Biblioteca Apostolica
Vaticana, Ms. Reg. lat. 215) reflejarían el dictado original; el cambio al Tipo
2 aparecería en el momento en el que el material empezara a expandirse.
[50] Ver notas al pie 5-7; también Hucke, 'Toward a New Historical
View of Gregorian Chant', p. 445; 'los diferentes estilos paleográficos
regionales vuelven al principio de la notación neumática.'
[52] Lawrence Gushee observó hace tiempo, 'Es posible también que
distintos estilos de notación se hubieran desarrollado ya entre el 850 y 900.'
'The Musica disciplina of Aurelian of Réôme' (PhD dissertation, Yale
University, 1963), p. 257
[53] Le graduel romain. Édition critique, IV/ 2: Le texte neumatique: Les
relations généalogiques entre les manuscrits, págs. 69-86
[55] Dom Cardine expresa esencialmente esta cuestión: 'On constate
en effet d'une façon générale que les manuscrits sont en accord entre eux pour
noter les particularités les plus fines, d'autant mieux qu'ils sont plus
anciens...'; en 'A propos des formes posibles d'une figure neumatique: le pes
subbipunctus dans les premiers manuscrits sangalliens', Festschrift F. X. Haberl, ed. F. A. Stein
(Regensburg, 1977), p. 68
[57] Para un sencillo ejemplo, Cardine, Sémiologie grégorienne,
Ex. 32; para otros ejemplos, muchas de las páginas del Graduale triplex
[58] 'Diese "gregorianische" Neumensippe scheint sich
tatsächlich in ihren frühesten erhaltenen Vertretern wenig um rhythmische
Ausdrucksmöglichkeiten zu kümmern. Im 9. und 10. Jh. dringen dann umgekehrt in
die "gregorianischen" Neumenshriften teilweise rhythmische Elemente
ein...'; 'Eine alte Neumenshrift', p. 82 Esta postura está recogida en una
reciente reseña que aparece en Semiologische Untersuchungen de Göschl; '... die vorherrschende Sichtweise, dass diese
hochdifferenzierte Notation den zeitlichen Ausgangspunkt für die frühdeutsche
Neumenshrift bildet verdient... eine Überprüfung'; Die Musikforschung, 38 (1985), p. 69
[59] La exposición clásica de Cardine de coupures en Sémiologie grégorienne, capítulo 9, se
basa en los procedimientos de San Galo
[61] Le graduel romain. Édition critique, IV/2, p. 64; el
principal testimonio de la 'écriture sangallienne' (Gal 1, Mur 3, Bab y Gal 2)
y 'mesina' (Laon) entraría dentro de las ricas en matices. Pero para Froger,
otras especies de neumas que están incluidas en esa descripción son de menor
calidad o directamente no se las debería incluir. Froger retiró el manuscrito
del norte de Italia Milán, Biblioteca Trivulziana, D. 127 en una presentación
posterior, reduciendo el número de subfamilias a nueve: 'The critical Edition
of the Roman Gradual by the Monks of Solesmes', Journal of the Plainsong and
Mediaeval Music Society, 1 (1978), págs. 85-6. Conservaría este misal como un
reflejo del original pobre en matices y añadiría a la lista otras copias
anteriores como Cambrai, Bibliothèque Municipale, Ms. 75 (76) (Arras); París,
Bibliothèque National, Ms. fonds lat. 9434 (Tours), 18010 (Corbie) y 9448
(Prüm); Baltimore, Walters Art Gallery, Ms. 11 (Forlimpopoli-Ravenna); Ciudad
del Vaticano, Biblioteca Apostolica Vaticana, Ms. Vat. lat. 4770 (Abruzzi) y
Vat. urb. lat. 560 (Italia central)
[62] Paléographie Musicale 16: L'Antiphonaire du Mont-Renaud (Solesmes, 1955); sobre el origen y fecha de su
notación: Le graduel romain, II (1957), 157, y
las observaciones hechas por M. Huglo en JAMS, 32 (1979), p. 556. Sobre las
fuentes ricas en matices más tempranas existe un importante artículo de P.
Jeffery, 'An Early Cantatorium Fragment Related to MS. Laon 239', Scriptorium, 36 (1982), págs.
245-52
[65] El Laon carolingio es el centro de estudio de 'An Early
Cantatorium Fragment' de Peter Jeffery y de estudios recientes de John J.
Contreni: The Cathedral School of Laon
850 to 930: Its Manuscripts and Masters (Múnich, 1978); Codex Laudunensis 468: A Ninth-Century Guide to Virgil, Sedulius, and the
Liberal Arts (1984)
[66] W. Wattenbach, Das Schriftwesen im Mittelalter (4ª edición, Graz, 1958), págs. 421ff, da indicaciones
y contraindicaciones del dictado como un factor en la copia de textos. El
catedrático Robert Snow, con quien he tenido el privilegio de hablar sobre el
tema, cree que el dictado jugó un rol importante en el proceso de creación de
los neumas (neuming). Tiene un papel
en el topos iconográfico familiar del dictado del Sacramentario o el
Antifonario del papa Gregorio que después le dictó a un escriba; esta teoría
coincide con la de B. Stäblein, '"Gregorius praesul", der Prolog zum
römishen Antiphonale', Musik und Verlag: Festschrift K. Vötterle, ed. R. Baum y W. Rehm (Kassel, 1968), págs. 554f, con más
observaciones de L. Treitler, 'Homer and Gregory', The Musical Quarterly, 60 (1974), págs.
337-44
[67] Los neumas que transmite el repertorio del canto hispánico
de los siglos IX-XI parecen tener los mismos orígenes del Tipo 2/ gestual que
los cantos gregoriano-romanos. A pesar de sus aparentes diferencias las dos
mayores variedades de la notación hispánica, aquellas con un ductus vertical de
la tradición de Toledo y del sur, podrían proceder de una adopción común de las
prácticas notacionales carolingias que podrían haber llegado a Galicia,
Asturias o la Marca Hispánica a principios del siglo IX; véase 'Old-Hispanic
Chant in its European Context', Congreso Internacional: España en la Música de Occidente, Salamanca, 1985, ed. I. Fernández
de la Cuesta (Madrid, 1987), I, págs. 1-16
Enlaces de interés
Misal de París, Ms. lat. 17305, Bibliothèque Nationale, París
Sacramentarium Elnonense ad usum Parisiensem accommodatum , Ms. lat. 2291, Bibliotèque National, París
Ms. Reg. lat. 215, Biblioteca Apostolica Vaticana, Ciudad del Vaticano
Graduel de l'abbaye de Prüm, Ms. lat. 9448, Bibliothèque Nationale, París
Ms. Pal. lat. 235, Biblioteca Apostolica Vaticana, Ciudad del Vaticano ("De accentibus toni oritur nota quae dicitur neuma" en fol. 38v)
Ms. Pal. lat. 235, Biblioteca Apostolica Vaticana, Ciudad del Vaticano ("De accentibus toni oritur nota quae dicitur neuma" en fol. 38v)
Muchas gracias por publicar este trabajo. Llevo mucho tiempo buscando información sobre los orígenes de la notación neumática y este es el único sitio en el que se explica las diferentes teorías que surgen en torno a este tema teniendo a modo de referencia los principales escritos encontrados. Muchísimas gracias, me es realmente útil.
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