Los instrumentos favoritos por antonomasia en la Francia del siglo XVII fueron el laúd y el clavecin (el clave). Durante la primera mitad del siglo XVII floreció la música para laúd. El compositor de laúd más relevante fue Denis Gaultier (1603-1672), que llegó a publicar dos colecciones de música de laúd para instruir a los iniciados. Entre ellas estaba el Livre de tablature des pieces de luth, un libro en el que encontramos tablaturas para laúd y una serie de reglas explicatorias para entender la tablatura contenida en el libro.
Este libro está constituido por danzas estilizadas. En este entorno era habitual utilizar nombres específicos para las danzas; es una tradición que pondrán de moda los franceses. Es el caso del compositor N. Monde Gaultier (sobrino de Denis Gaultier) que titula una de sus gigas como La poste. La historiografía ha dado importancia a este entorno y, sobre todo, a Denis Gaultier.
Prelude del Livre de tablature des pieces de luth de Gaultier |
El laúd se va a considerar en esta época como uno de los instrumentos más nobles dentro de la corte. Los laudistas franceses crearán un lenguaje propio: en sus obras no hay un contorno melódico consistente, es un lenguaje independiente que utiliza la libertad de las voces con un estilo punteado y de textura contrapuntística. Hay una estructura en ocasiones imitativa, pero sobre todo hay una intención de distribuir los acordes temporalmente y una utilización importantísima de los agréments, ornamentos diseñados para poner de relieve las notas importantes y dar forma y carácter a la melodía. Los agréments se dejaban a la decisión del intérprete. También desarrollaron lo que se llamó el style luthé o style brisé (estilo quebrado). Un estilo en el que el laudista, acostumbrado a pulsar una sola nota a la vez, se limitaba a bosquejar la melodía haciendo sonar los tonos apropiados y confiaban en que el oyente se imaginara la continuidad de las distintas líneas. Se crearán también una serie de tablas de ornamentos que valen para obras específicas de compositores, como el que podemos encontrar en las Pieces de clavecín de D'Anglebert. Otro de los elementos rítmicos que va a aparecer es el inegale (literalmente, "desigual"); es decir, si nos encontramos con ocho corcheas, esas ocho corcheas no van a ser iguales, hay algunas que tienen más énfasis que otras
Durante el siglo XVII, el clavecin desplazó al laúd como principal instrumento solista asimilando la música para clave muchos de los recursos del laúd arriba mencionados. Entre los clavecinistas más importantes de este momento se encuentran Champion de Chambonières, Jean Henry D'Anglebert, Jacquet de la Guerre y François Couperin, todos ellos al servicio de Luis XIV. Jacquet de la Guerre fue una compositora especialmente importante, ya que fue la primera niña prodigio de la música mucho antes de que Mozart entrara en el panorama. Por su parte, los clavecinistas intentarán elevar socialmente su instrumento y para ello tratarán de imitar el estilo del que era considerado el instrumento noble por excelencia: el laúd. Hay, por tanto, una clara intención por su parte de imitar el lenguaje y las formas del laúd. No por necesidad, sino para elevar el instrumento a su misma categoría. D'Anglebert aumentará el tamaño de las danzas y añadirá más ornamentos. Hace transcripciones de música para orquesta, concretamente de Lully.
En las obras instrumentales de los compositores franceses, se va a instaurar el formato de la suite, una recopilación de danzas, unas de ellas fijas (Allemande, Courante, Sarabande y Giga) y otras de ellas se podían añadir o no. Muchas suites empiezan con un preludio, aunque en el caso de la música francesa, podemos encontrar un tipo de preludio especial llamado prélude non mesuré, esto es el preludio no medido, un género exclusivo de la música francesa.
Como bien habréis observado, lo primero que os habrá llamado la atención de la partitura es que carece de indicación de compás al principio. Esto es un preludio no medido del libro uno de las Pieces de clavecin (1687) de Jacquet de la Guerre. Permite una gran libertad rítmica y es un género próximo a la improvisación.
Partitura de un preludio no mensurado de Jacquet de la Guerre |
Como bien habréis observado, lo primero que os habrá llamado la atención de la partitura es que carece de indicación de compás al principio. Esto es un preludio no medido del libro uno de las Pieces de clavecin (1687) de Jacquet de la Guerre. Permite una gran libertad rítmica y es un género próximo a la improvisación.
Otro de los formatos específicamente francés es el tombeau. Se trata de una composición en memoria por la muerte de alguien. Entre sus compositores tenemos a D'Anglebert y a Marin Marais. Este género tiene su origen en una tradición literaria (déploration).
En Francia, la música italiana se consideraba como una influencia extranjera, aceptada por algunos y rechazada por otros. Entre los que aceptaban la influencia italiana se encontraba Couperin (1668-1733), quien, en el prólogo de Les goûts-réünis (1724), escribía que tanto el estilo italiano como el estilo francés deberían fusionarse:
Le goût italien et le goût François, ont partagé depuis longtemps (en France) la République de la Musique; à mon égard, j'ay toûjours estimé les choses qui le meritoient; sans acception d'auteurs, ny de nation; et les premières Sonades Italiénes qui paruren à Paris il y a plus de trente années, et qui m'encouragerens à en composer ensuite, ne firent aucun tort dans mon esprit, ny aux ouvrages de Monsieur de Lulli, ni à ceux de mes ancêtres; qui seront toûjours plus admirables, qu'imitables. Ainsi par un droit que me donne ma neutralité, Je vogue toûjours sous les heureux auspicesqui m'ont guidé jusqu'aprésent.
La Musique Italiéne ayant le droit d'ancienneté sur la nôtre, on trouvera à la fin de ce volumen une grande Sonade-en-Trio, qui a pour tître, l'Apothéose de Corelli. Une légere étincelle d'amour propre m'a déterminé à la donner en Partition. Si quelque jour ma Muse s'éléve au dessus d'elle même, J'oseray entre prendre aussi, dans un autre genre, celle de l'incomparable Monsieur de Lulli; quoyque ses seuls ouvrages dûssent suffire pour l'immortaliser.
[Los estilos italiano y francés han dividido por largo tiempo la República de la Música en Francia. En lo que a mí respecta, he considerado las cosas según sus méritos, sin pensar en el compositor o en la nación. Las primeras sonatas italianas que aparecieron en París hace más de treinta años y que me alentaron a comenzar a componer por mí mismo no tenían, a mi juicio, nada que envidiar a las obras de Monsieur de Lully ni a aquellos de mis antecesores, que serán siempre más admirables que imitables. Así, por un derecho que mi neutralidad me confiere, navego bajo la feliz estrella que me ha guiado hasta ahora.
Puesto que la música italiana tiene derecho de antigüedad por encima de la nuestra, al final de este volumen se encontrará una gran sonata en trío titulada La apoteosis de Corelli. Una baja autoestima me persuadió a presentarla en partitura. Si algún día mi musa se supera a sí misma, osaré emprender algo similar en el estilo del incomparable Lully, aunque sus obras solas deberían ser suficientes para inmortalizarlo.]
Años más tarde publicaría la contrapartida. En 1725, Couperin publica La apoteosis de Lully donde, en las páginas finales, se representa de manera simbólica a Lully reuniéndose con Corelli en el monte Parnaso. En la imagen de abajo, podemos ver una de las páginas del libro. Debajo del violín primero podemos leer "Lulli, et les muses françoises" y debajo del violín segundo leemos "Corelli, et les muses italiénes". Ambos violines tocan la misma figuración rítmica, con pequeñas imitaciones entre ellos, simbolizando que ambos (Lully y Corelli) caminan juntos hacia la cima del parnaso.
En Francia, la música italiana se consideraba como una influencia extranjera, aceptada por algunos y rechazada por otros. Entre los que aceptaban la influencia italiana se encontraba Couperin (1668-1733), quien, en el prólogo de Les goûts-réünis (1724), escribía que tanto el estilo italiano como el estilo francés deberían fusionarse:
Le goût italien et le goût François, ont partagé depuis longtemps (en France) la République de la Musique; à mon égard, j'ay toûjours estimé les choses qui le meritoient; sans acception d'auteurs, ny de nation; et les premières Sonades Italiénes qui paruren à Paris il y a plus de trente années, et qui m'encouragerens à en composer ensuite, ne firent aucun tort dans mon esprit, ny aux ouvrages de Monsieur de Lulli, ni à ceux de mes ancêtres; qui seront toûjours plus admirables, qu'imitables. Ainsi par un droit que me donne ma neutralité, Je vogue toûjours sous les heureux auspicesqui m'ont guidé jusqu'aprésent.
La Musique Italiéne ayant le droit d'ancienneté sur la nôtre, on trouvera à la fin de ce volumen une grande Sonade-en-Trio, qui a pour tître, l'Apothéose de Corelli. Une légere étincelle d'amour propre m'a déterminé à la donner en Partition. Si quelque jour ma Muse s'éléve au dessus d'elle même, J'oseray entre prendre aussi, dans un autre genre, celle de l'incomparable Monsieur de Lulli; quoyque ses seuls ouvrages dûssent suffire pour l'immortaliser.
[Los estilos italiano y francés han dividido por largo tiempo la República de la Música en Francia. En lo que a mí respecta, he considerado las cosas según sus méritos, sin pensar en el compositor o en la nación. Las primeras sonatas italianas que aparecieron en París hace más de treinta años y que me alentaron a comenzar a componer por mí mismo no tenían, a mi juicio, nada que envidiar a las obras de Monsieur de Lully ni a aquellos de mis antecesores, que serán siempre más admirables que imitables. Así, por un derecho que mi neutralidad me confiere, navego bajo la feliz estrella que me ha guiado hasta ahora.
Puesto que la música italiana tiene derecho de antigüedad por encima de la nuestra, al final de este volumen se encontrará una gran sonata en trío titulada La apoteosis de Corelli. Una baja autoestima me persuadió a presentarla en partitura. Si algún día mi musa se supera a sí misma, osaré emprender algo similar en el estilo del incomparable Lully, aunque sus obras solas deberían ser suficientes para inmortalizarlo.]
Años más tarde publicaría la contrapartida. En 1725, Couperin publica La apoteosis de Lully donde, en las páginas finales, se representa de manera simbólica a Lully reuniéndose con Corelli en el monte Parnaso. En la imagen de abajo, podemos ver una de las páginas del libro. Debajo del violín primero podemos leer "Lulli, et les muses françoises" y debajo del violín segundo leemos "Corelli, et les muses italiénes". Ambos violines tocan la misma figuración rítmica, con pequeñas imitaciones entre ellos, simbolizando que ambos (Lully y Corelli) caminan juntos hacia la cima del parnaso.
La Paix du Parnasse del libro L'apothéose de Lulli (1725) |
L'arbre généalogique de l'harmonie (1767) de François Guillaume Vial |
Enlaces de interés
Les goûts-réünis de Couperin
L'arbre généalogique de l'harmonie de François Guillaume Vial
Películas recomendables
Todas las mañanas del mundo: https://www.youtube.com/watch?v=40_0ciGtpYM
Les goûts-réünis de Couperin
L'arbre généalogique de l'harmonie de François Guillaume Vial
Películas recomendables
Todas las mañanas del mundo: https://www.youtube.com/watch?v=40_0ciGtpYM
No hay comentarios:
Publicar un comentario