viernes, 25 de julio de 2014

Apuntes durante una reunión de trabajo

Mátame.
Mátame.
Mátame ya.

No concibo mayor tortura que esto.
La muerte es ausencia de dolor,
no existe peor dolor que esto.
Cada segundo que paso aquí
mi alma muere poco a poco.

Un daga clavada en mi corazón
sería el mayor alivio en este momento.
No importa la agonía,
la prefiero a padecer este suplicio.

No encuentro mayor descanso que el sueño eterno.
La libertad del hombre se alcanza a través de la muerte.
Ni una bala en la cabeza podría librarme de esta tortura.

De nada sirven las palabras.
Las palabras matan a la gente.
Uno suelta: "¿alguien quiere decir algo?"
Sí, yo: matadme, matadme, matadme, matadme.
No hace falta que sea rápido.
Hasta en la muerte más lenta
encontraría el mayor de los alivios.




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