Las canciones de Madagascar (Chansons madécasses) es un ciclo de tres canciones de Maurice Ravel que musicaliza los textos del poeta del siglo XIX Evariste de Parny. El ciclo se compone de tres canciones y cada una de ellas describe momentos diferentes y de carácter diverso: la primera describe el encuentro íntimo entre una pareja; la segunda describe una batalla entre los nativos y el hombre blanco; y la tercera es una invitación al reposo. Para los que quieran disponer de una traducción en castellano de los textos en francés, más abajo podréis encontrarlas. Y para quienes no hayan tenido la oportunidad de escuchar la obra de Ravel, podéis encontrar aquí una estupenda versión.
Chanson I
Nahandove, ô belle Nahandove!
L'oiseau nocturne a commencé ses cris,
La pleine lune brille sur ma tête,
Et la rosée naissante humecte mes
cheveux.
Voici l'heure: qui peut t'arrêter,
Nahandove, ô belle Nahandove?
Le lit de feuilles est préparé;
Je l'ai parsemé de fleurs
Et d'herbes odoriférantes,
Il est digne de tes charmes,
Nahandove, ô belle Nahandove!
Elle vient.
J'ai reconnu la respiration précipitée
Que donne une marche rapide;
J'entends le froissement de la pagne
Qui l'enveloppe: c'est elle,
C'est elle, c'est Nahandove
La belle Nahandove!
Ô reprends haleine, ma jeune amie;
Repose-toi sur mes genoux.
Que ton regard est enchanteur,
Que le mouvement de ton sein est vif
et délicieux
Sous la main qui le presse!
Tu souris, Nahandove,
Ô belle Nahandove!
Tes baisers pénètrent jusqu'à l'âme;
Tes caresses brûlent tous mes sens:
Arrête, ou je vais mourir.
Meurt-on de volupté,
Nahandove, ô belle Nahandove!
Le plaisir passe comme un éclair;
Ta douce haleine s'affaiblit,
Tes yeux humides se referment,
Ta tête se penche mollement,
Et tes transports s'éteignent dans la
langueur.
Jamais tu ne fus si belle,
Nahandove, ô belle Nahandove!
Tu pars,
Et je vais languir dans les regrets et
les désirs;
Je languirai jusqu'au soir;
Tu reviendras ce soir,
Nahandove, ô belle Nahandove.
Traducción
¡Nahandove, oh bella Nahandove!
El ave nocturna ha comenzado sus gritos,
La luna llena brilla sobre mi cabeza,
Y el rocío que nace humedece mis cabellos.
Es la hora: ¿quién te puede detener
Nahandove, oh bella Nahandove?
El lecho de hojas está preparado;
Yo mismo lo he sembrado de flores
Y de hierbas aromáticas,
Es digno de tus encantos,
¡Nahandove, oh bella Nahandove!
Ella viene.
He reconocido su respiración precipitada
Que le provoca un andar presuroso;
Escucho moverse los pliegues del pareo
Que la cubre: es ella,
¡es la bella, es Nahandove!
¡La bella Nahandove!
Oh, coge aliento, mi joven amiga;
Descansa sobre mis rodillas.
¡Qué encantadora es tu mirada,
Qué vivo y delicioso el movimiento de
tus pechos
Bajo la mano que los oprime!
Y tú sonríes, Nahandove,
¡Oh, bella Nahandove!
Tus besos penetran en el alma;
Tus caricias queman todos mis sentidos:
Detente, o moriré.
¡Muramos de voluptuosidad,
Nahandove, oh bella Nahandove!
El placer pasa como un relámpago;
Tu dulce aliento se debilita,
Tus ojos húmedos se cierran
Tu cabeza se inclina suavemente,
Y tus arrebatos se
apagan en la languidez.
Nunca te viste tan hermosa,
¡Nahandove, oh bella Nahandove!
Te marchas
Y yo languidezco en lamentos y deseos
Languideceré hasta la noche;
Volverás esta noche,
¡Nahandove, oh bella Nahandove!
Aoua! Aoua! Méfiez-vous des blancs,
Habitants du rivage.
Du temps de nos pères,
Des blancs descendirent dans cette
île;
On leur dit: Voilà des terres;
Que vos femmes les cultivent.
Soyez justes, soyez bons
Et devenez nos frères.
Les blancs promirent
Et cependant ils faisaient des
retranchements.
Un fort menaçant s'éleva;
Le tonnerre fut renfermé dans des
bouches d'airain;
Leurs prêtres voulurent nous donner un
Dieu
Que nous ne connaissons pas;
Ils parlèrent enfin d'obéissance et
d'esclavage:
Plutôt la mort!
Le carnage fut long et terrible;
Mais, malgré la foudre qu'ils
vomissaient,
Et qui écrasait des armées entières
Ils furent tous exterminés.
Nous avons vu de nouveaux tyrans,
Plus forts et plus nombreux
Planter leur pavillon sur le rivage:
Le ciel a combattu pour nous;
Il a fait tomber sur eux les pluies,
Les tempêtes et les vents empoisonnés.
Ils ne sont plus, et nous vivons libres.
Traducción
¡Aoua! ¡Aoua! Desconfiad del hombre blanco,
Habitantes de la ribera.
Desde los tiempos de nuestros padres,
Los blancos bajaron a esta isla;
Les dijimos: aquí hay tierras;
Que vuestras mujeres las cultiven.
Sed justos, sed buenos,
Y convertíos en nuestros hermanos.
El hombre blanco lo prometió,
Y sin embargo hacían baluartes.
Un amenazador fuerte se elevó;
El trueno fue encerrado en bocas de bronce;
Sus sacerdotes quisieron darnos un dios
Que no conocemos;
Hablaron, por último, de obediencia y esclavitud:
¡Antes la muerte!
La carnicería fue larga y terrible;
Pero, a pesar de los rayos que vomitaban,
Y que aplastaba ejércitos enteros,
Todos fueron exterminados.
Hemos visto cómo nuevos tiranos,
Más fuertes y más numerosos,
Plantaban su bandera en la ribera:
El cielo ha combatido por nosotros;
Ha hecho que sobre ellos caiga la lluvia,
Tormentas y vientos envenenados.
Ya no queda ninguno y nosotros vivimos libres.
Chanson III
Il est doux de se coucher
Durant la chaleur
Sous un arbre touffu,
Et d'attendre que le vent du soir
Amène la fraîcheur.
Femmes, approchez.
Tandis que je me repose ici
Sous un arbre touffu,
Occupez mon oreille
Par vos accents prolongés;
Répétez la chanson de la jeune fille,
Lorsque ses doigts tressent la natte,
Ou lorsqu'assise auprès du riz,
Elle chasse les oiseaux avides.
Le chant plaît à mon âme.
La danse est pour moi
Presqu'aussi douce qu'un baiser.
Que vos pas soient lents,
Qu'ils imitent les attitudes du
plaisir
Et l'abandon de la volupté.
Le vent du soir se lève;
La lune commence à briller
Au travers des arbres de la montagne.
Allez, et préparez le repas.
Traducción
Qué dulce es echarse
Durante el calor
Bajo un árbol frondoso,
Y esperar que el viento vespertino
Traiga el frescor.
Mujeres, acercaos.
Mientras descanso aquí
Bajo un árbol frondoso,
Regaladme los oídos
Con vuestras palabras distendidas;
Repetid la canción de la joven,
Mientras sus dedos trenzan la coleta,
O mientras sentada junto al arrozal,
Ahuyenta a los ávidos pájaros.
El canto agrada a mi alma.
El baile es para mí
Casi tan dulce como un beso.
Sean lentos vuestros pasos,
Imiten los ademanes del placer
Y el abandono de la voluptuosidad.
El viento vespertino se levanta;
La luna comienza a brillar
A través de los árboles de la montaña.
Id, y preparad la comida.
Gracias por tu blog.
ResponderEliminarAlguien me invitó a escuchar las canciones de Madagascar de Ravel y tenía curiosidad por el texto.
Tanto la música como los poemas son maravillosos
Gracias por tu blog.
ResponderEliminarAlguien me invitó a escuchar las canciones de Madagascar de Ravel y tenía curiosidad por el texto.
Tanto la música como los poemas son maravillosos
Agradezco que haya personas como usted que gustan de compartir información valiosísima para poder entender mejor la música.
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